• Capítulo 11 •

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[El pasado]

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[El pasado]

Los tres avanzaban rápidamente por el bosque en busca de Elinor, y cuando finalmente la alcanzaron, Merid la llamó con una sonrisa esperanzada.

⸻¡Mamá, vuelve!

Sin embargo, al tocar su pelaje, Elinor se giró bruscamente hacia ellos. Sus ojos, completamente negros, reflejaban una ferocidad animal que nunca antes habían visto. Un gruñido profundo emergió de su garganta, haciendo que ambos jóvenes dieran un paso atrás, estremecidos.

⸻¿Mamá...? ⸻preguntó Merid, su voz quebrada por la preocupación.

____, igual de alarmada, murmuró con cautela:

⸻¿Su alteza... es usted?

Elinor no respondió. En su lugar, alzó su garra en un gesto amenazante, acompañada de un rugido que reverberó en el aire. Ambos jóvenes soltaron un pequeño grito y se cubrieron instintivamente con los brazos. Justo cuando parecía que algo terrible iba a suceder, los ojos de la osa volvieron a la normalidad.

Elinor parpadeó, mirando su propia garra con horror, consciente de que había estado a punto de hacerles daño. Se irguió lentamente sobre sus patas traseras, confirmando su identidad con un movimiento sutil.

⸻¿Mamá? ⸻insistió Merid, aún con el corazón acelerado.

Elinor asintió con la cabeza, abrumada por la culpa.

⸻¿Por qué... actuó de esa manera? ⸻preguntó ____ con cautela.

Merid frunció el ceño, procesando lo que acababa de presenciar.

⸻Fue como si... dentro de ti solo quedara un oso ⸻susurró, intentando dar sentido a lo ocurrido.

Un incómodo silencio se instaló entre ellos. De repente, las orejas de Elinor se alzaron, captando algo en el aire. Los tres giraron la vista al mismo tiempo y, a unos metros, una luz azul, etérea y brillante, flotaba ante ellos, como si los invitara a seguirla.

⸻Es una luz mágica ⸻murmuró Merid.

Pero antes de que pudieran reaccionar, Elinor salió disparada hacia la luz, decidida a atraparla.

⸻¡Mamá! ¡Espera! ⸻gritó Merid, pero su madre no escuchó.

La luz se desvanecía y reaparecía en otro punto del bosque, burlando los intentos torpes de la osa. Elinor resoplaba frustrada, pero seguía persiguiéndola sin descanso, tropezando varias veces en el camino.

En un momento, la luz revoloteó por encima de Merid. Él alzó la vista justo cuando Elinor corría hacia él, su garra extendida por la inercia de la persecución.

⸻¡Mamá, no!

Antes de que la garra lo alcanzara, ____ reaccionó a tiempo, tirando de Merid hacia atrás. El golpe apenas rozó el aire donde había estado su cabeza momentos antes. Elinor gruñó, frustrada al no poder atrapar la luz, y siguió corriendo tras ella.

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