Un poco de suerte

Vigilante

¿UN VIGILANTE?, COMO PUEDE SER ESO?

bueno eso lo veremos en este capítulo 😉
no olviden su estrellita ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

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La noche comenzaba a caer sobre la ciudad, y los edificios comenzaban a llenarse de luces que brillaban en la oscuridad. El sonido lejano del tráfico y las conversaciones de la gente se entremezclaban con el suave susurro del viento. Rumi, mejor conocida como Mirko, se estiraba después de una larga tarde de patrullaje. Había pasado las últimas horas recorriendo su territorio, saltando de tejado en tejado, observando todo desde las alturas.

El día había sido más tranquilo de lo que esperaba.

Había enfrentado a algunos criminales menores, pero nada que realmente desafiara su habilidad como heroína profesional. A pesar de la calma, la adrenalina seguía corriendo por sus venas. El trabajo de héroe no siempre era predecible, y Rumi sabía que cebía estar preparada para cualquier cosa.
Después de saltar de un edi icio al otro, decidió detenerse en una azote a para tomar un pequeño respiro. Mirando hacia el horizonte, sonrió mientras pensaba en Izuku. Su vida con él había tomado un giro inesperado pero muy gratificante.
Estar a su lado no solo la hacía sentir más completa, sino que también le había dado algo que no había esperado encontrar: estabilidad emocional. Era algo que nunca había priorizado, pero que ahora valoraba profundamente.

Mientras sus pensamientos vagaban, su comunicador vibró con un mensaje. Lo revisó rápidamente; era una solicitud de ayuda de la Agencia de Héroes de la ciudad. Había un reporte de un grupo de criminales armados que habían tomado como rehenes a varios civiles en un banco del distrito comercial.

—Hora de la acción —dijo para sí misma, y en un abrir y cerrar de ojos, saltó del edificio, comenzando su carrera hacia la ubicación del incidente.
El viento golpeaba su rostro mientras se desplazaba a gran velocidad
No podía evitar sentir la emoción correr por su cuerpo, como siempre lo hacia antes de una batalla seria. El trabajo de héroe era su vida, y aunque había encontrado algo nuevo con Izuku, nada la hacía sentir más viva que el calor de una pelea.
Al llegar al banco, ya había varios héroes en la zona. Varios vehículos de la policia bloqueaban las calles cercanas, y un grupo de oficiales intentaba negociar con los criminales desde una distancia segura. Pero Rumi no era de las que esperaban. Se acercó a un oficial de la policía, que rápidamente le informó la situación.

—Cinco rehenes, diez criminales. Están armados y son peligrosos. Tienen bombas improvisadas. Los demás héroes están dentro, pero la situación es delicada.
Rumi sonrió de manera confiada. Le encantaban los retos.

—Deja que yo me encargue. Estaré dentro en un segundo.

Sin esperar más, saltó sobre el bloqueo y se dirigió hacia el banco. Su agilidad era increíble, y antes de que los criminales pudieran darse cuenta, ya estaba atravesando una ventana del segundo piso, cayendo dentro del edificio con una patada devastadora que derribó a uno de los delincuentes

—¡Mirko está aquí, bastardos! -gritó con su habitual tono desafiante mientras los criminales la miraban en estado de shock.
El caos estalló inmediatamente. Los asaltantes comenzaron a disparar en su dirección, pero Rumi era demasiado rápida. Saltó y giró en el aire, esquivando las balas con facilidad mientras derribaba a sus enemigos uno por uno.
La fuerza de sus patadas era tan brutal que los criminales no tenían oportunidad.
En cuestión de minutos, había neutralizado a la mitad de ellos, y los demás intentaban desesperadamente huir.

—¡No tan rápido! —gritó mientras lanzaba una patada voladora que derribó a otro de los asaltantes, dejándolo inconsciente en el acto.
Sin embargo, el líder del grupo parecía más preparado. Había colocado varios explosivos alrededor de los rehenes, y al ver que sus hombres caían uno tras otro, activó el detonador.