Capitulo 2: Todo se acabo.

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—  ¿Estas bien?—Pregunte. Sus ojos comenzaron a brillar y de pronto sus manos  rodearon mis espalda, me tenia enjaulado en sus brazos pero no me molestaba en lo absoluto.

El silencio nos invadió, ella no me contesto. La mayoria de las personas que pasaban por nuestro lado nos miraban con una mueca en sus rostros mientras otros se burlaban.

—  ¿Estas bien, Amie?—Insistí. Ella me miro a los ojos con sus parpados húmedos, parecia haber  llorado recientemente. 

Asintió mientras se encogia bajo mi brazo derecho. Halé de su bolso hasta dejarlo caer de su brazo y lo colgué sobre mi hombro izquierdo.

—  Tranquila, vámonos.—Ella me dio la espalda mientras se limpiaba el rostro con la parte inferior de la palma de su mano, escuche sus hipidos.

No le gustaba que la miraran llorar, o, tal vez solo no queria que la mirara. Esta vez fui yo quien la aprisioné entre mi brazo derecho y mi pecho.

Ella se encogio en mi brazo y recargo su cabeza sobre mi pecho al igual que uno de sus brazos. Comenzamos a caminar.

Al salir de la preparatoria mire a Luka con el rabillo de mi ojo, al parecer estaba platicando con otros chicos, trate de ocultarme entre los demás para que asi no me viera por ahora.

—  Hey, Bú. ¿Adonde vas?—grito mientras elevaba su brazo como gesto de saludo.

—  a un mandado.—Respondí cortante. A él  lo conocía desde la primaria y era mi amigo justo antes de irme de la ciudad, pero volví y eso ya no seria asi, aunque me tomo de sorpresa que me reconociera.

Siempre sentí que el me ocultaba algo y eso me incomodaba, pensaba que no confiaba en mi por eso, el ya era tan solo un conocido con el cual compartí recuerdos, solo eso, o tal vez eso es lo que queria creer.

Tal vez estaba equivocado, tal vez no.

—   ¿Estas enojado?—Pregunto indeciso.

—  No, no tengo porque estarlo. —El me miro una vez mas pero esta vez fijamente y una sonrisa abarco su rostro después de eso.

—  ¡Si lo estas!—Dijo entre risas—Tu ceja que tiembla te delata.—Confeso. Me sorprendió que después de tanto tiempo se dio cuenta de la ceja que siempre me delataba al estar molesto.

Solo suspire y le dí la espalda mirando a Amie a los ojos. No tenia nada que hablar con el puesto a que el sabia lo que me sucedía, una y otra vez le pedí  que me confesara su secreto, el solo negó tener uno.

—  ¿Es tu amigo?—Pregunto Amie  titubeante. Era de esperarse su pregunta pero aun asi no le queria responder con total sinceridad, no por ahora.

—  Es un conocido—Respondí tratando de parecer convincente. Su mirada se enfoco en mi por unos segundos.

—  Esta en mi clase.—Confeso

Tal vez ya no era tan buena idea entrar en  el  mismo salón que ella, pensé.

—  Si no quieres entrar donde yo, no te obligare, Beau.

Queria estar con ella pero tal vez no con Luka. Me sentía mal porque tanto ella como yo nos entusiasmamos  a la idea de estudiar y compartir clases juntos.

—  Claro que no, ¿Acaso ya no quieres que entre contigo?—Pregunte con una sonrisa perplejo mientras elevaba ambas cejas.

Asintió.

—  Bien, entonces ya no se hable mas, compartiremos clases juntos.

Sonrió y dio  un pequeño salto y asi rozando sus labios con mi mejilla, las cuales se tiñeron de rojo, eso era evidente.

Sonreí.

—  Bien, sigamos.—ofrecí  mientras cubría mis mejillas ruborizadas  con la parte superior de mi brazo.

Me miro acompañada de una leve sonrisa.

—  ¿Adonde quieres ir?—Pregunte. Tal vez, solo tal vez nos pudiéramos conocer un poco mas antes de compartir clases juntos.

Tal vez no..

—  Lo siento, Beau. Hoy llegara mi mamá temprano a casa y tengo que estar allí. —Sentencio. No me esperaba que tuviera planes para después de clases pero no me molestaba.

—   ¿Me perdonas?—Pregunto.

—  Claro, solo que te acompañaré hasta tu casa.

Sonrió y correspondí a su sonrisa.
*

*
Veníamos caminando juntos, Amie y yo, solos. Amie me habia dado sobre aviso que su casa no estaba muy lejos de aqui, asi que caminaba mas lento de lo habitual.

No quería llegar y menos a un porque era Amie la que tenia su cabeza sobre mi hombro con sus ojos entrecerrados, y su brazo derecho rodeando mi cintura. Ella sentía mi respiracion tanto como yo la de ella.

Era perfecto..

Pero todo se acabo.

Amie & BeauDonde viven las historias. Descúbrelo ahora