No estaba aun seguro de lo que paso aquel triste y lluvioso día. Solo recuerdo sentir la lluvia caer sobre mi cuerpo tirado en el suelo y ademas haber escuchado los hipidos de Amie, sabia que era ella.Ya me era fácil reconocer cada faceta de su ser.
Pero desde ese día ya no la he vuelto a ver... En este momento me encuentro reposando en la habitacion de algún hospital. Tal vez Amie ya no querría verme porque se entero de mi enfermedad cardiaca. Sobre que yo padecía esta enfermadad lo supe todo el tiempo y lo oculte en la mayoria de los años, meses y dias.
El silencio típico de un hospital me hacia sentir tenso y pensar que en cualquier momento podria morir. Le temo a la muerte y sé que yo no soy el único.
Llevaba casi dos meses aqui, no estaba muy seguro de la noción de el tiempo que habia transcurrido. Ya no me faltaba mucho tiempo para poder regresar a mi vida diaria, a la vida que acostumbraba.
De repente sin aviso mi madre abrió la puerta de la habitacion y se dejo caer sobre la silla a la orilla de mi cama.
Su rostro decaído junto a sus palabras ausentes me hacían temer de lo que podía salir de esa voz que en cualquier momento podían tranquilizar mi alma, pero tal vez en esta ocasión sería diferente.
Muy diferente..
— ¿Beau?—Pregunto con su voz temblorosa mientras encerraba mi mano derecha con las suyas.
—¿Que ocurre, mamá?
—¿Quieres seguir con tu vida?
Eleve ambas cejas por la pregunta tan extraña. La mire fijamente al rostro y me dí cuenta que de mi respuesta dependían muchas cosas.
Asenti.
—Quiero seguir con mi vida.
—Bien—Sonrió—.Que no te importe lo que te diga el doctor. Tú seguirás con tu vida y yo esta vez te protejere.
Una vez mas la puerta se abrió haciendo entrar a un joven hombre con cabello oscuro, su piel pálida y su mirada delatadora. Esa mirada solo la habia visto en Amie y Luka. Al parecer el era el dicho doctor puesto a que traía sobre su espalda una gran bata blanca.
—He escuchado todo, Renata—Se dirijio a mi madre con una leve sonrisa—. Siento arruinar sus planes pero tendrán que hacer lo que yo pida al pie de la letra, de eso depende tu vida, Boui.
— ¡Se llama Beau!—Dijo repentimanete mi madre.
Me senté sobre mi cama y lo miré fijamente. Trataba de averiguar de que hablaba pero no podía. Tenia la misma mirada que Amie y Luka pero no podía imaginarme que pasaba por su mente.
—Tendrás que cuidarte bastante. Tal vez ya no seguirás estudiando por el momento para que asi tu cuerpo no se esfuerce demasiado o sin duda moriras en poco tiempo—Sentencio.
—Que tengan un lindo día, tarde o noche:3