Nuevas Compañías

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NARRADOR OMNISCIENTE

[En la escuela]

Aarón se sentaba con Samantha y el resto de su grupo: Yeshua, Uriel y Thiago. La risa fluía entre ellos mientras compartían anécdotas, pero Aarón notaba la ausencia de Caleb. La tensión de su reciente conversación aún pesaba en su pecho.

—¡No puedo creer que Uriel todavía crea que puede ganar en baloncesto!—Samantha se reía.

—¡Es cierto! Nunca ha encestado un tiro en su vida. —Yeshua decía burlándose.

Mientras todos reían, Aarón miró hacia el otro lado del patio y vio a Caleb con Joshua, riendo y jugando. Un nudo se formó en su estómago al ver cómo Caleb parecía disfrutar sin él.

Aarón

—¿Dónde está Thiago? No lo he visto hoy.—digo con una sonrisa forzada.

—Dijo que tenía que estudiar, pero sospecho que está con alguna chica—dice Uriel encogiéndose de hombros.

Las risas continuaron, pero yo no podía dejar de pensar en Caleb y Joshua. Sentía celos, pero también una profunda tristeza. Me volteó hacia Samantha.

—Oye, ¿quieres hacer algo este fin de semana?—Cambiando el tema.

Samanta me sonríe.—Claro, podríamos ir al cine.

Caleb

Me sentía atrapado en un mar de confusión. Joshua me hablaba sobre sus planes para el fin de semana, pero mi mente divagaba hacia Aarón. Cada risa de Joshua resonaba en mi cabeza como un recordatorio de lo que había perdido.

—¿Caleb? ¿Estás ahí?—dice Joshua, notando mi distracción.

Sacudo la cabeza.—Sí, lo siento. Solo pensaba en... nada.

Joshua me mira con curiosidad.—No me digas que sigues pensando en Aarón.

Lo miró, sorprendido. Uriel había mantenido su secreto, pero a Joshua le resultaba fácil ver a través de mis muros.

Bajo la mirada.— No se trata solo de eso... es complicado.

Aarón

Mientras la jornada avanzaba, decidí ir a buscar un poco de aire. Caminó hacia un rincón del patio donde podía observar a sus amigos, pero la vista de Caleb hablando animadamente con Joshua me hizo sentir aún más distante.

¿Por qué me duele tanto verlo sonreír?—Pienso.

Interviene Uriel y se me acerca, supongo que noto mi desánimo.

Oye, ¿todo bien?—dice Uriel con un tono comprensivo.

Suspiró.—No, no lo está. Me siento extraño... como si estuviera perdiendo a Caleb.

—A veces las cosas cambian. Pero no te alejes de él solo porque te sientas incómodo.— me dice con seriedad.

Las palabras de Uriel resonaron en mi cabeza, y una chispa de determinación surgió en mi interior. Decidí que debía hablar con Caleb, pero el miedo seguía acechando en mi mente.

NARRADOR OMNISCIENTE

Al final del día, mientras el sol se ponía, Aarón y Caleb se cruzaron en el pasillo. Sus miradas se encontraron brevemente antes de que cada uno siguiera su camino, el silencio entre ellos tan pesado como nunca.

Murmurando para sí.—Necesito arreglar esto.

Y así, con el peso de sus emociones, ambos continuaron su día, atrapados en un ciclo de distanciamiento, cada uno rodeado de amigos, pero sintiéndose más solos que nunca.

El silencio de lo DeseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora