Bajo Presión

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NARRADOR OMNISCIENTE

El día del cine llegó, y la emoción flotaba en el aire. Aarón se sintió un poco más tranquilo al saber que estaría con Caleb y su nuevo interés, Joel, así como con Samantha. Era una oportunidad para compartir risas y disfrutar de la compañía de sus amigos, aunque en el fondo, la ansiedad burbujeaba.

Caleb se preparaba para la cita, sintiendo una mezcla de nervios y entusiasmo. Al llegar al cine, su mirada se encontró con la de Aarón, y por un breve instante, el tiempo se detuvo. Había algo en la forma en que Aarón sonreía que hizo que Caleb se sintiera ligero, pero rápidamente se desvió, recordando que debía concentrarse en su propia cita.

En el Cine

Los cuatro se acomodaron en sus asientos, la luz del proyector iluminando el espacio oscuro. Aarón se sentó entre Samantha y Caleb, mientras Joel se acomodaba al otro lado. A medida que las luces se atenuaban, una sensación de nerviosismo recorrió el cuerpo de Aarón.

—¿Listos para reír? —preguntó Joel, rompiendo el silencio con una sonrisa amplia.

—¡Totalmente! —respondió Samantha, emocionada.

La película comenzó, y Aarón trató de concentrarse en la pantalla. Sin embargo, su atención se desvió hacia Caleb. Cada vez que miraba hacia él, Caleb parecía absorto en la película, pero Aarón podía notar que había momentos en que su mirada se deslizaba hacia él, llenos de curiosidad y complicidad.

Caleb, por su parte, sentía que Samantha lo distraía cada vez que reía con las escenas divertidas. A veces, se encontraba atrapado en sus propios pensamientos, reflexionando sobre Aarón y lo que había compartido en las duchas. La cercanía de Aarón lo hacía sentir confuso y emocionado a la vez.

A medida que avanzaba la película, Aarón luchaba por mantener la atención en la trama, pero cada vez que miraba a Caleb, se encontraba enredado en sus pensamientos. Notó cómo Samantha estaba completamente encantada con él, riendo y comentando en voz baja. Esa alegría en su rostro contrastaba con la sensación de celos que se apoderaba de Aarón.

—¿Qué te parece? —le susurró Samantha, sin apartar la vista de la pantalla.

—Sí, es divertida. —respondió Aarón, aunque su mente seguía divagando.

Caleb sintió que su mente se nublaba mientras miraba a Aarón y se perdía en un trance. El sonido de la película se desvaneció, y en ese momento, Joel lo sacó de su ensueño.

—¿Te gustó esa parte? —preguntó Joel, sonriendo con complicidad.

Caleb se giró hacia él, tratando de enfocar su mente. —Sí, claro, fue graciosa.

Sin embargo, su mirada se desvió hacia Aarón, que en ese instante sonrió con una complicidad que hizo que el corazón de Caleb latiera más rápido. La conexión era palpable, pero el ruido de la película lo rodeaba, y la realidad lo hacía sentir perdido.

Aarón, sintiendo la intensidad de la mirada de Caleb, decidió concentrarse en la película, aunque los momentos compartidos entre Caleb y Joel lo inquietaban. Quería que Caleb estuviera feliz, pero la duda seguía dándole vueltas en la cabeza.

A medida que la película avanzaba, una escena conmovedora provocó lágrimas en los ojos de algunos espectadores. Aarón, aunque no estaba llorando, sintió un nudo en su garganta, pensando en cómo todo había cambiado.

Caleb, al ver la reacción de Aarón, sintió que su corazón se apretaba. ¿Qué pensaría Aarón de él? ¿Cómo podía ser tan feliz con Joel y aún anhelar los momentos compartidos con Aarón? La lucha interna lo estaba agobiando.

El silencio de lo DeseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora