Boy 23 ¦¦ Heejake

⁕Mi capacidad

POV. JAKE

La dueña del restaurante se vuelve a agachar, nos pide perdón creo que por décima vez desde el desafortunado accidente, Heeseung detrás de ella repite el mismo gesto, puedo ver su coronilla, el pelo le tapa un poco los ojos mostrándome sin querer su alter ego. Por suerte Sunghoon se toma el despiste con humor, insiste en que no hay ningún problema, y paga la comida aunque la dueña le diga que no hace falta.

Le miro por última vez antes de marcharnos, convenciéndome de que todo ha sido realmente un despiste y no algo provocado por él, aunque algo me dice que es la segunda opción, o al menos eso es lo que a mi cabeza le gustaría pensar. Un pequeño ataque de celos por su parte al escuchar a Sunghoon confesarme que le gusto, e imaginar eso hace que ese mini yo, estúpidamente loco por las dos caras del camarero, salte como una adolescente enamorada.

Pero la parte razonable de mi cuerpo gana por goleada, sabe que es un accidente, que nadie arriesgaría un puesto de trabajo por un ataque de celos con alguien que ni siquiera le gusta, porque yo no atraigo a Ethan más que por dinero.

De repente algo me hace daño, y caigo en la realidad.

Si yo comienzo a salir con alguien, tendría que negarme a los encuentros con él, y eso equivale a no más videos exitosos, no más comentarios, no más fortuna. Ese chico lo ha hecho todo por su interés, para garantizarse ese dinero en su bolsillo, no puede haber otro motivo. No me gusta el pinchazo que siento, porque sé que tengo razón y la verdad me duele, soy realmente tonto por pensar que le puedo llegar a gustar si ni siquiera me conoce.

- Menos mal que tengo una camisa de repuesto en la oficina, siempre llevo una por si hay algún accidente.— Sunghoon está de buen humor a mi lado, no sé cómo lo hace, pues a mí, en su lugar, me estarían comiendo los nervios.

No lo ha mencionado, pero aun no le he dado una respuesta o al menos una reacción a su confesión, y no ha sacado el tema en todo el rato. Tal vez lo deje para más adelante, o esté esperando otro momento en el que estemos a solas, y a mí me viene mucho mejor, porque no sabría cómo explicarle la situación actual de mi corazón, que a pesar de todo, quiere seguir latiendo por alguien que no conoce.

El resto de mi jornada laboral la paso algo distraído, agradezco que sea una tarde tranquila que nos permite salir antes del trabajo. Escucho mi teléfono sonar en el bolsillo mientras apago el ordenador y recojo los cuatro papeles que tengo esparcidos por la mesa, contesto sin mirar y se me resbala una de las carpetas cuando escucho su voz al otro lado, ni siquiera saluda.

- Te espero esta noche a las nueve, es.. Urgente.

Luego cuelga, no me permite responder, el corazón me late a mil por hora, ya debería estar acostumbrado pero igual sigue. Mis compañeros me preguntan si estoy bien y yo solo asiento como puedo, me despido con un hasta mañana, y salgo a toda prisa, me da pena dejar al pobre Sunghoon con algo que decirme, pero en esos momentos no estoy para pensar, necesito que ya llegue la noche.

Me siento algo masoquista por estar ansioso por verlo, pero es la pura verdad, no tengo ni idea de lo que va a pasar, no sé cómo voy a reaccionar a él ahora que se quién es, porque tampoco conozco si él sabe que lo he descubierto. Las horas no pasan en casa, ya me he duchado y cambiado de ropa, me siento en el sofá a mirar cualquier cosa en el teléfono para distraerme y calmar un poco mis nervios.

Y cuando me doy cuenta ya estoy a pocos metros de su puerta, la mano me tiembla cuando toco el timbre, y respiro fuerte cuando escucho el cerrojo. La escena de siempre se repite, Ethan está parado en mitad del salón con el antifaz, esta vez lleva unos tejanos negros y una camisera básica de tirantes color blanco que le queda extremadamente sexy, está tan pegada a su cuerpo que puedo ver sus tatuajes a través de ella.

Lo veo acercarse a mi cuando me termino de quitar los zapatos y no me deja decir nada, porque me besa como si no hubiera un mañana. Me tiene cogido de la cara, y su lengua está paseándose por mis labios lentamente, ha comenzado por el inferior y luego ha pasado al superior. Me agarro fuerte a su camiseta, me olvido de todo por un momento para centrarme en disfrutar, porque no sé el motivo por el que ha querido empezar de ese modo, pero el mío para corresponderle es que le he echado demasiado de menos.

Estoy atrapado en su boca, Ethan toma todo el control sobre mí, de nuevo caigo en sus redes, decido disfrutar el momento, aunque sé que esas manos que recorren mis brazos no lo hacen con el mismo sentimiento que yo tengo. No tiene ni idea de lo que me está provocando con ese beso tierno y caliente a la vez, no quiero derretirme pero lo hago, el corazón parece que va a salir de mi cuerpo en cualquier momento.

Noto como pone sus dedos en mi cintura para llevarme donde quiere, creo que vamos dirección a la habitación, lo sigo sin separarme de él, no sé cuál es la urgencia con la que me ha llamado, pero me gusta. Entramos en la habitación, está como siempre, lista para el rodaje del siguiente video. Pero al ver las sábanas me viene a la cabeza aquel chico de piel blanquecina con el que disfrutó la última vez, al ver el espejo recuerdo al otro muchacho de hoyuelos, y al mirar los papeles sobre la mesa, sé que me he dejado llevar por el amorío que tal vez esté sintiendo y que para Ethan solo soy su fuente de ingresos.

Creo que comienzo a hiperventilar porque creía que iba a poder soportar seguir con aquello, aunque yo fuera el único con sentimientos, pero parece que no, me duele haberle visto con otros, y mi capacidad no me permite continuar, así que decido ser sincero. Le doy la cara, me pongo a su altura.

- ¿Por qué lo has hecho?— Me mira desconcertado, a pesar del antifaz, sé que tiene los ojos muy abiertos.

- ¿Qué quieres decir?

-¿Por qué le has tirado el agua a Sunghoon? — Abre la boca para decir algo al momento, luego la cierra, seguramente pensando su respuesta.

- No sé de qué me hablas.

- Claro que lo sabes, Heeseung.

Cada vez estamos mas cerca del final 

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