⁕Mis lagrimas

548 83 10
                                    

POV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV. JAKE

Dos semanas, quince días en los que Seúl ha permanecido con el cielo nublado, sin mostrar un ápice de sol, exactamente del mismo modo que mi ánimo. Sunghoon lo ha notado, y sé que me quiere ayudar, pero no se lo permito porque no quiero estropear la felicidad con la que viene todos los días al trabajo, debido a su flechado por ese chico. Cupido en su caso a acertado al disparar, la cara de Sunoo cuando viene a visitar a mi amigo, me confirma que no les queda nada para salir oficialmente, a ambos solo les falta un pequeño empujón.

En mi situación, al niño alado únicamente se le ha ocurrido probar suerte conmigo y parece no acordarse de que para que exista un "algo" entre dos personas, hace falta que la segunda también corresponda. Porque sí que es cierto que, de nuevo, mi parte más soñadora tuvo esa pequeña esperanza de que Heeseung me evitara dejarle y me confesara que lo que yo sentía también era recíproco.

Pero no fue así.

El hijo de afrodita ha decidido que el único enamorado soy yo, y no sé cuánto dura, pero ya van demasiados días en los que no paro de llorar estúpidamente, igual que la lluvia que cae fuera. Con cada gota, recuerdo el modo en el que le conté todo lo que mi corazón quería decir, sin saltarme nada, liberando ese peso que llevo cargando desde que acepté mis propios sentimientos. De la misma manera no se me quita de la cabeza su expresión seria, su escaso vocabulario y el poco esfuerzo que puso en intentar detenerme, tirando por los suelos todo lo vivido, sus palabras, haciéndome caer en la cuenta de que yo siempre he sido uno más en su lista.

Me miro al espejo, el traje me queda bien, mi hermano me lo ha enviado con una nota, él espera que vaya a su boda, puedo decir que es el único miembro de mi familia con el que no acabo a gritos, por mucho que sea él el favorito de todos. Pero no puedo permitirme más palos, ir a ese enlace solo es el camino a mi funeral, no creo poder soportar puñaladas, mientras finjo que soy el hijo que ha hecho un hueco en su apretada agenda, para poder venir desde Inglaterra.

Le envío un mensaje a mi hermano disculpándome, por suerte me responde que lo entiende y que pasará a visitarme después de la luna de miel, y me siento feliz de tener esa relación con él, tan diferente a la del resto de la familia. Aprovecho que estoy vestido para intentar distraerme, Sunghoon me ha invitado a salir y me había negado, pero luego pienso que es lo mejor, así que lo llamo, luego me dice la hora y el lugar donde me espera.

Se alegra de verme, sonríe agarrado de la mano de Sunoo, y me presenta a un par de amigos que han decidido acompañarnos. Los dos son muy guapos, pero me decanto por el que está soltero, porque el novio del de hoyuelos adorables es el DJ en la sala donde vamos a entrar.

Una vez dentro pido lo más fuerte aunque no me guste el alcohol, pero mi cuerpo necesita desfogarse, hacer que ese líquido que quema mi garganta olvide por varias horas a ese chico tatuado. Decido ir a la pista en cuanto suena esa canción que está tanto de moda últimamente, arrastro conmigo al que ahora sé que se llama Niki, y comenzamos a bailar de manera sensual porque así lo pide la melodía.

La bebida ha hecho efecto, me centro en la música y en rodear el cuello de mi acompañante, el cual no se corta a la hora de agarrarme la cintura. Estamos muy pegados, puedo notar su aliento de menta mientras intenta rozarme los labios hasta que al fin lo logra, debería considerar que no llevamos ni dos horas desde que nos conocemos, pero con Heeseung en menos de treinta minutos ya estábamos casi desnudos, así que no tengo porque pensármelo.

Me odio por tener ese nombre de nuevo en mi cabeza, profundizo aún más nuestro roce, como si de ese modo se borrara, pero es imposible. Al cerrar los ojos rememoro su mirada, al notar las manos contrarias en mis muslos, reconstruyo sus tatuajes, todo me recuerda tanto a él que hasta me parece oír su voz.

- ¡Jake!— No puede ser, es imposible, no quiero girarme porque tengo miedo.

- ¿Quién eres tú?— Dice Niki mirando a mi espalda con el ceño fruncido.

- Yo.. — Vuelvo a escucharlo, por supuesto que es él.

- No es nadie.— Susurro tan bajo que creo que no se me oye.— Vámonos.

Me parece volver a sentir mi nombre mientras arrastro a mi acompañante hasta a la mesa donde están nuestras cosas vigiladas por Sunghoon y Sunoo, aunque no parece que les estén prestando mucha atención.

- ¿Lo habéis pasado bien? — Nos preguntan con una sonrisa en la cara, pero que se les desvanece al notar mi expresión.— ¿Ha ocurrido algo?

- Tengo que irme.

No los escucho cuando intentan detenerme o sonsacarme información mientras recojo mi chaqueta, Niki les explica que ha aparecido un chico que quería hablar conmigo. No sé qué más les cuenta, pero cuando me doy cuenta ya me he despedido de ellos y estoy en la calle pidiendo un taxi que no parece querer parar.

Bufo frustrado, me duele la cabeza y tengo nauseas, el alcohol solo me ha servido para descubrir que necesito más tiempo para volver a besar a alguien nuevo, porque nada es comparable con su boca. Por suerte no me ha subido tanto como para no ser consciente de mis actos, y por desgracia lo suficiente como para acordarme de él otra vez.

- ¡Jake! — Me entran escalofríos, ¿Por qué no entiende que lo que necesito es olvidarlo? Avanzo calle abajo con la esperanza de que aparezca un taxi y me lleve lejos, sigo sin mirarlo por miedo a no poder parar. — Por favor, necesito hablar contigo.

Me detengo en seco ya cansado, dispuesto a sacarlo de mi vida en cuanto antes, lo encaro. Me sorprende verlo vestido igual que los barman de la sala, pero no quiero preguntar, no quiero que me interese.

- Ya nos lo dijimos todo en su momento, no tenemos nada que hablar, Heeseung.

- Pero..— Lo interrumpo, no me apetece que se repita la escena en la que yo lloraba y él solo me miraba.

- Lo pasamos bien en su momento, debo reconocerlo. — Tengo la suerte que al fin para un taxi.— Pero no quiero saber nada más de ti.

Lo escucho decir algo, pero no lo entiendo porque me estoy subiendo al asiento trasero del coche, digo la dirección de mi casa, e igual que en estas últimas semanas, mis lágrimas vuelven a salir sin control alguno.

Lo escucho decir algo, pero no lo entiendo porque me estoy subiendo al asiento trasero del coche, digo la dirección de mi casa, e igual que en estas últimas semanas, mis lágrimas vuelven a salir sin control alguno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                                                                                          (┬┬﹏┬┬)

Boy 23 ¦¦ HeejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora