"LA APUESTA" (Haikyuu)

24.

Tobillo y muñeca inflamada debido a una caída imprevista en lo más alto de la Loma.

Haruki estaba siendo atendido por los entrenadores y Mánagers en su área del gimnasio mientras los demás equipos terminaban sus partidos.

—¿Agua? —preguntó Elina mientras se acercaba a los chicos del Nekoma después de ganar su partido contra los de Shinzen

—Si, gracias —kuroo se acercó a ella junto a los demás tomando un botellón cada uno, empezando a formar un circulo se dispusieron a descansar

—¿Cuál es el último partido? —se acercó Kenma a Shibayama con cautela llamando su atención

—Fukurodani contra Karasuno —no fue el chico quien respondió sino Elina adentrandose a la conversación. Kenma con pocas intenciones de interactuar se limitó a susurrar un pequeño agradecimiento tomando un rápido impulso por regresar junto con Kuroo, Elina resopló viendo a su compañero alejarse haciéndola sentir una alimaña a su lado

—Lo pones nervioso —de pronto Inuoka habló detrás de ella —aunque no te miento, es increíble ver como lo pone estar cerca de una chica —la reconfortó dándole palmadas en la espalda

—¿En enserio es éso?, creí que no le agradaba —ver a kenma sonreir levemente con sus compañeros la hizo sentir un poco mal

¿Por qué no me deja acercarme?

Caminando junto al chico se acercó a Lev con quien empezó a practicar un poco sus recepciones y planchas, él a diferencia de Kenma parecía ser más susceptible a dejarse llevar por las personas y comportarse más sociable volviéndose fácil la tarea de instruirlo.

De pronto se centró en la charla del chico lesionado

—Entrenador, de verdad lo lamento, de no ser por mi descuido nada de esto hubiera pasado

—No seas duro contigo mismo —lo interrumpió el entrenador —no creo que esto sea culpa tuya así que cálmate

El equipo de Fukurodani presentaba las dificultades tan pronto inició el día. Incluso cuándo su Libero principal había podido llegar días después, el suplente tuvo que abandonar el campamento al instante de su llegada. Los resoplidos del equipo y las quejas del Libero creaban un ambiente fúnebre y de mala suerte en su lado del gimnasio

¿Que podría arreglarlo?

En ese momento, cuándo los ojos de Akaashi se posaban sobre ella mostrando un resplandor de esperanza Elina sintió los nervios recorrer su columna vertebral, era como él intentando entrar en su mente y comenzar una discusión de lo que podría pasar, es por éso que debía alejarse de su campo visual y esconderse con los chicos del Nekoma, incluso correr a lado de Nekomata le podría ser de ayuda para alejar esa mirada que la llamaba con impaciencia

—¡Oye Elina! —para su sorpresa no fue la voz de Akaashi quién la llamó sino la de Bokuto —¡¿por qué no juegas con nosotros?!, ¡sabes jugar en cualquier posición ¿no?! —la voz la perseguía con insistencia haciendo desearla desaparecer

—Yo no juego Bokuto —le respondió apenada sin detenerse para voltear a verlo

—¿Cómo no?, en la Academia lo hacías todo el tiempo —es ahora cuándo Bokuto ya la tenía de los hombros animandola a unirse al juego

No lo había notado, pero la pequeña conversación e insistencia estaba llamándo la atención de los demás equipos dándoles oportunidad de observar la escena que se creaba en el centro del gimnasio. Las mejillas de Elina se ruborizaron cuando notó los ojos de todos sobre ella, incluso el Karasuno miraba con intriga. Tsukishima riéndose en el fondo le hizo recordar su momento de inseguridad en el gimnasio.