El atardecer empieza a notarse cada vez más en el cielo, mis piernas dan todo su esfuerzo para correr pero es inutil ya que el frío que siento por mis piernas hacen que pierda la fuerza. Después de haber tenido una larga y tensa charla con mi profesor doctor, me encuentro en las calles buscando desesperadamente una señal de algún autobús cerca.
Intento recordar si había alguna parada cerca de la universidad, pero mi mente está en blanco. Cada vez que veo un coche pasar, mi corazón se acelera esperando que sea el autobús que necesito. Finalmente después de una eternidad buscando una parada, veo un autobús a lo lejos detenerse para poder subir más personas, sin pensarlo me apresuro hacía ella, mis son pasos marcados y con mucha velocidad, mi respiración se agita por todas las cuadras que tengo que cruzar sin embargo llegó hacía este y me subo lo más rápido que puedo, el chofer acelera al mismo tiempo que yo pongo un pie en el transporte. Busco un asiento mientras mi mente sigue proyectando el exacto momento que tuve con el profesor hace unos minutos, como si lo hubiera grabado. Su mirada seria y con autonomía, las palabras que me dijo todavía resuenan en mi cabeza.
Mientras el autobús está avanzando, miro por la ventana, observando las hermosas luces de la ciudad, Quizás si le cuento todo a Kat me haga sacar todo este peso de encima, además tal vez pueda desconectar y disfrutar al estar ella conmigo.
Olivia: ¿Puedes llegar a mi casa? Tengo mucho que contarte
Le escribo a mí mejor amiga y de inmediato recibo su respuesta que llegaba con todo y pijama para estar conmigo, ella definitivamente sabe cuando la necesito.
Kat ha sido de mucha ayuda desde que estaba en preparatoria y pase por un momento de depresión y ansiedad. Aún recuerdo la primera vez que le detectaron cáncer a mi padre. Ella fue la primera en estar junto a mí. Estuvo conmigo por días y noches, escuchandome llorar una y otra vez.
Ella siempre será mi mejor amiga pase lo que pase.
El autobús se detiene indicando que hemos llegado a nuestro destino, observó por la ventana y definitivamente esta es la parada en la cual me hará llegar a mi casa. Bajo del camión y de nuevo siento la brisa fría recorrer todo mi cuerpo, apresuradamente me tapo con el saco que tengo y colocó una bufanda alrededor de mi cuello para sentirme más en calor. Todavía tenía que pasar unas cuantas calles para llegar a mi destino.
El recuerdo de mi profesor y yo en su oficina besándonos mientras me toca regresa en mí, maldita sea todo lo que este hombre me provoca.
Todavía no puedo creerlo. ¿Acaso asume que estaré con él para subir mis notas? O simplemente quiere tener una relación como mhmm... ¿Amigos con derechos? o más bien ¿Profesor/alumna con derechos?.
Luego del gran recorrido que di desde la parada, llegó a mi pequeña casa, entro en esta y me quitó todos los abrigos y suéteres que llevaba puestos.
– ¡Ya llegaste chiquita!. – Escucho a mi papá gritar desde el comedor, me acercó hacía el salón y lo veo junto con mi mamá. – ¿Tienes hambre?. – Pregunta señalando la comida que preparó mamá.
– Hola papá. – Le doy un beso en el cachete. – Hola mamá. – Hago el mismo acto con ella, mientras les aceptó la comida que me ofrecieron mis queridos padres.
– ¿Cómo te ha ido en la universidad?. – Pregunta mi mamá. – No nos has contado nada mi cielo. – Dice con cariño.
– Muy bien madre. – Trato de esconder el hueco que llevo desde aquella plática. – Me ha ido de maravilla.
– ¿Ya hiciste buenos amigos? ¿Los profesores son buenos?. – Pregunta mi papá con entusiasmo.
Me pongo algo nerviosa al pensar en todo lo que ha pasado.
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Nuestro Secreto [+18] [Proceso]
RomanceOlivia Brown, una estudiante de medicina de 18 años, está decidida a aprender todo lo que puede en la prestigiosa universidad. Sin embargo su encantador profesor no lo hará fácil, Joseph Miller, un adinerado y sexy neurocirujano además de brillante...