El viaje sería hacía la ciudadela A y estaba cargado de emociones encontradas para Jimin, había una ligera expectativa, Jimin no se sentía nervioso en el sentido tradicional, sino más bien vulnerable, consciente de que cada paso lo llevaba más cerca de un lugar donde tendría que adaptarse de nuevo.
Lo curioso era que, a pesar de esta vulnerabilidad, Jimin se sentía extrañamente seguro, estaba rodeado por el escuadrón Cerbero, los soldados más letales y entrenados para detectar y eliminar simbiontes, y sin embargo, no podía evitar sentir una especie de protección en su presencia.
Sabía lo irónico que resultaba sentirse así. Si el comandante o alguno de ellos descubriera lo que en verdad era, todo cambiaría en un instante. Pero en ese momento, Jimin decidió confiar en su capacidad para ocultar su verdadera naturaleza, como lo había hecho hasta ahora.
De repente, un estruendo sacudió todo, la explosión fue tan fuerte que el suelo bajo ellos tembló, haciendo que el subterráneo casi pareciera salirse de los rieles. El cuerpo de Jimin reaccionó antes de que pudiera siquiera pensarlo: un temblor recorrió sus manos mientras intentaba estabilizarse, pero fue más que el miedo lo que lo hizo buscar refugio.
Su mano se posó instintivamente sobre el muslo de Jeon, buscando algo de seguridad en medio del caos.
Jeon no reaccionó de inmediato. Por un momento, Jimin temió haber cometido un error, pero entonces sintió el peso de una mano firme sobre la suya, el comandante no apartó su mirada del camino, pero la presión de su mano sobre la de Jimin fue suficiente para calmar el temblor en su interior. Era un gesto protector, cálido y fuerte al mismo tiempo, Jimin sintió que su corazón, que latía aceleradamente por la explosión, ahora se calmaba un poco.
Jeon, sin inmutarse, bajó la mirada hacia la mano de Jimin antes de colocar la suya sobre ella, fue un gesto rápido, pero cargado de un peso protector y lo suficientemente reconfortante como para que Jimin sintiera cómo sus músculos, tensos por la explosión, comenzaban a relajarse.
El comandante no dijo nada, simplemente continuó vigilando el entorno como si el temblor no lo afectara en absoluto.
Jimin lo observó de reojo, sintiendo esa constante mezcla de admiración y curiosidad hacia Jeon. La calma imperturbable del comandante le proporcionaba una seguridad silenciosa, y aunque Jeon no era de muchas palabras, ese simple gesto había sido suficiente para transmitirle que todo estaba bajo control, era en esos momentos cuando Jimin se sentía más conectado con él, aunque la naturaleza de esa conexión seguía siendo un misterio que no lograba descifrar del todo.
El vehículo se detuvo suavemente al llegar a la ciudadela A, y al bajar, Jimin observó la magnitud de las instalaciones. Era imponente, mucho más grande que la anterior ciudadela, con estructuras que parecían surgir como gigantes grises del suelo devastado.
Los soldados y civiles iban de un lado a otro, pero Jimin apenas notaba el bullicio. Estaba demasiado concentrado en la sensación de expectativa por lo que venía después.
Jeon lo guío entre la multitud con paso firme, Al entrar al complejo militar, Jimin quedó impresionado por la casa que les habían asignado erra grande, de paredes grises, severas, casi imponentes.
Para cualquiera más, aquella casa sería solo un edificio funcional, pero para Jimin, era un lienzo en blanco. Su mente ya comenzaba a imaginar las cosas que podría hacer para transformarla en un hogar. Plantar flores en el jardín, pintar las paredes y, por supuesto, empezar su huerto con el árbol de manzana que tanto deseaba.
—Es enorme— comentó Jimin, sin ocultar la emoción con una voz llena de entusiasmo —Pero... necesita algo de vida—
Jeon asintió con su típico gesto reservado —Tendrás el espacio que necesites— le dijo, su voz firme pero sin dureza —Puedes hacer lo que quieras con el jardín—
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Star Dust ♡KookMin♡
FanfictionEn un mundo devastado por simbiontes que transforman a los humanos en criaturas violentas, Jeon Jungkook, comandante del escuadrón de exterminación Cerbero, encuentra a Park Jimin, un joven frágil, inocente y demasiado tierno. Lo que Jungkook no s...