Capítulo 30

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La mañana siguiente llegó con un ambiente más tranquilo en la cocina. El suave aroma del café recién hecho llenaba el aire mientras Jimin, con movimientos precisos, cortaba zanahorias para el desayuno.

A su lado, Hoseok intentaba seguirle el ritmo, aunque estaba claro que no tenía mucha idea de lo que hacía. Tenía una espátula en la mano, dándole vueltas a unos huevos revueltos que se pegaban un poco a la sartén.

—¿Están bien así? —preguntó Hoseok con una mezcla de incertidumbre y orgullo, mostrando los huevos medio quemados a Jimin.

Jimin asintió con una pequeña sonrisa, intentando no hacerle sentir mal —Están perfectos, Hobi, gracias por ayudar —dijo, sin perder la concentración en las zanahorias.

Seokjin, sentado en la mesa cercana, observaba la escena con una sonrisa divertida mientras tomaba un sorbo de café, no podía evitar notar lo mucho que Hoseok se esforzaba por ser útil, aunque su falta de habilidades culinarias era más que evidente.

—Nunca pensé que vería esto —comentó Jackson con tono burlón— El maestro de los platos intentando cocinar.

Hoseok le lanzó una mirada de falsa molestia, mientras intentaba raspar los restos quemados de los huevos de la sartén.

—¡Oye! Al menos lo intento —respondió, antes de agregar apresuradamente.

Seokjin levantó una ceja —El está dando todo lo que tiene para preparar la comida del sargento Kim—

—Yo sigo sin entender por qué cree que me interesa el sargento Kim, solo le estoy agradecido, nada más—  Murmuró.

—Claro, claro. Solo gratitud —replicó con sarcasmo— Por eso te pasas el día hablando de él, ¿no?—

Hoseok se sonrojó ligeramente y se concentró aún más en los huevos, tratando de cambiar el tema —Ya lo dije, no tiene nada que ver con eso… solo que, bueno, él me ha cuidado mucho últimamente  —dijo, bajando la voz al final.

Mientras tanto, Jackson, el chef de la cocina, los miraba desde el otro extremo, apoyado en la mesa con los brazos cruzados —Es irónico, ¿no creen? —dijo Jackson con una sonrisa socarrona—. Aquí todos cocinando para sus amorcitos, y yo, el chef profesional, estoy más solo que una sartén sin aceite—

Jimin no pudo evitar reírse suavemente, mientras seguía cortando las zanahorias.

—Tal vez algún día alguien cocine para ti —dijo Jimin con su característico tono dulce—. Aunque probablemente no será tan bueno como lo que tú haces—

Jackson dejó escapar una risa corta y negó con la cabeza —Oh, no espero que sea bueno, solo espero que alguien me dé la sorpresa un día —dijo, lanzando una mirada de reojo hacia Hoseok.

Hoseok, que todavía enfocado en los huevos.

Mientras el bullicio de la cocina continuaba, Seokjin se fijó en Jimin, quien a pesar de su aparente calma, no podía ocultar la preocupación que llevaba dentro, cada movimiento, cada pequeño gesto de cariño en la preparación del desayuno, mostraba cuánto deseaba que Jungkook estuviera a salvo.

—Estás haciendo mucho más de lo que piensas, Jimin —dijo Seokjin suavemente, rompiendo el silencio que había quedado entre ellos.

Jimin se giró un poco hacia él, pero no respondió. Solo sonrió débilmente y continuó con su tarea, decidido a preparar el mejor desayuno posible para Jungkook y los demás chicos, esperando que, de alguna forma, eso les diera fuerzas para enfrentar lo que venía.

Mientras caminaban por el pasillo de la prisión, el ambiente parecía volverse más denso con cada paso que daban. El eco de sus pasos resonaba en las paredes de concreto, hasta que Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Star Dust  ♡KookMin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora