-Capitulo 22: Dudas y miedos-

367 15 6
                                    

El silencio que se había instalado entre ustedes se sentía más frío que el clima. Desde que Melodie se te declaró, algo entre ustedes había cambiado. Janeth, aunque intentaba actuar con normalidad, no podía quitarse de la cabeza las palabras de Melodie cuando la vio esa misma mañana, algo que tu no sabias

-"Sabes, Janeth, deberías tener cuidado. ( ) es un chico tan encantador, es difícil no caer rendida a sus pies"-, le dijo Melodie con una sonrisa de satisfacción, como si ya hubiera ganado una partida que Janeth no sabía que estaba jugando.

Durante semanas, Melodie había hecho su presencia notable, buscandote constantemente con excusas vagas y pretextos forzados. Aunque Tu siempre has sido fiel a Janeth y no habías dado señales de que te interesara Melodie, esa declaración directa había sembrado una semilla de duda en Janeth.

Finalmente, Janeth se detuvo, soltando tu mano. tu la miraste, notando el brillo de preocupación en sus ojos.

-¿Qué pasa? -preguntaste, acercándote más a ella.

Janeth bajó la mirada, las palabras se le atoraban en la garganta. Había pasado días intentando convencerse de que no tenía nada de qué preocuparse, pero esa pequeña duda, ese sentimiento incómodo, no la dejaba en paz.

-Melodie... -empezó Janeth, finalmente alzando la vista-. Ella te dijo algo, ¿verdad?

Frunciste el ceño, confundido al principio, pero luego recordaste la escena incómoda que tuvieron con Melodie hace un momento. habías tratado de ignorarla, pensando que no valía la pena mencionarlo porque no significaba nada para ti, pero viendo la expresión de Janeth, supiste que no podías restarle importancia..

-Sí -admitiste-, se me declaró. Pero Janeth, no le di importancia. Le dije que no me interesa, que yo solo te amo a ti. No sé qué más decirte, porque para mí es claro: eres la única que me importa.

Janeth suspiró, tratando de encontrar consuelo en tus palabras, pero algo en su interior seguía inquieto.

-No es que no te crea -dijo con voz temblorosa-. Es solo que... Melodie no es el tipo de persona que se rinde fácilmente. Ella va a seguir intentando. Y, no sé, tal vez con el tiempo, te canses de luchar contra eso.

Te acercaste aún más, tomándola de los hombros y mirándola directamente a los ojos.

-Escúchame -dijiste con firmeza-. No me interesa Melodie, ni ahora, ni después. No importa lo que haga. Yo te elegí a ti, Janeth. Siempre te elijo a ti.

Aunque tus palabras eran sinceras, y Janeth quería creerte, una parte de ella seguía sintiéndose vulnerable. Melodie era insistente, manipuladora y, en cierto modo, peligrosa. Sabía cómo enredar a las personas en sus juegos, y eso era lo que más asustaba a Janeth. No se trataba solo de ti, sino de la manera en que Melodie podía usar cualquier situación para crear dudas y sembrar discordia.

Esa noche, Janeth volvió a casa con un nudo en el estómago. Mientras tu dormías profundamente a su lado, ella no podía dejar de pensar en lo que podría pasar si Melodie seguía interfiriendo. Sabía que necesitaba confiar en ti, pero la sombra de Melodie seguía acechando en el fondo de su mente, amenazando con deshacer lo que había construido contigo.

Por otro lado, Melodie se sentía más decidida que nunca. Aunque tu la habías rechazado, sabía que ese rechazo solo la motivaba a intentarlo más. No era una persona que se diera por vencida fácilmente, y estaba convencida de que, con el tiempo, podría lograr que cambiaras de opinión. Además, podía notar las inseguridades de Janeth a kilómetros de distancia, y pensaba usar eso a su favor.

Los días pasaron, y Melodie empezó a acercarse más a ti, aprovechando cualquier momento para dejar caer comentarios o insinuaciones. Aunque intentabas ignorarla, cada vez se hacía más difícil. Mientras tanto, Janeth observaba desde la distancia, cada vez más ansiosa. Sabía que su relación estaba en peligro, pero no sabía cómo detenerla.

Finalmente, una tarde, Janeth confrontó a Melodie.

-¿Por qué haces esto? -preguntó, con voz firme, aunque temblaba ligeramente.

Melodie sonrió con suficiencia.

-Porque puedo, Janeth. Y porque sé que, al final, él será mío.

Las palabras golpearon a Janeth como una bofetada, pero en ese momento, algo dentro de ella cambió. Se dio cuenta de que no podía seguir viviendo con miedo, no podía dejar que Melodie destruyera lo que tenía contigo.

Esa noche, Janeth se sentó contigo y te habló sinceramente de sus miedos y de cómo Melodie la estaba afectando. tu, al verla tan vulnerable, decidiste que ya era suficiente. A la mañana siguiente, te enfrentaste a Melodie de una vez por todas, dejando claro que no tolerarías más su comportamiento.

-Esto se acaba aquí -le dijiste con voz firme-. Deja de intentar interponerte entre Janeth y yo. No hay espacio para ti en mi vida.



Continuara...

-¿Esto es Amor? - Janet x Lector- Brawl StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora