El sol apenas asomaba por el horizonte, sus rayos suaves bañaban el cuarto con una luz dorada que te envolvían a ti y a Janeth, aún estaban enredados bajo las sábanas, sus cuerpos entrelazados después de una noche apasionada. Te despertaste primero, observando el rostro de Janeth, tu novia. Ella dormía profundamente, con una expresión de paz que contrastaba con la maraña de pensamientos en tu mente.
Sabías que había algo en tu corazón que no podías seguir ignorando. Melodie ocupaba tus pensamientos con más frecuencia de la que tu estabas dispuesto a admitir, pero no podías lastimar a Janeth. Ella era dulce, siempre había estado a tu lado, y después de lo que compartieron la noche anterior, sentías un apego aún más fuerte hacia ella. Aun así, la duda se arrastraba en tu interior. ¿Qué significaba todo lo que sentías por Melodie?
Janeth se movió ligeramente, despertando de su profundo sueño. Al abrir los ojos, lo primero que hizo fue mirarte con ternura, y te sonrió.
-Buenos días, amor -dijo ella, su voz suave y llena de afecto.
-Buenos días -respondiste, inclinándote para besarla en la frente-. ¿Dormiste bien?
-Como nunca -contestó ella, estirándose con satisfacción-. Deberíamos pasar el día juntos, ¿no crees? Podríamos ir al parque o hacer algo divertido.
Asentiste, aunque tu mente estaba distraída. Eras consciente de que Melodie, una presencia constante y a veces incómoda en tu vida, probablemente estaría planeando algo. Habías notado sus insinuaciones, sus miradas persistentes, y aunque no te interesaba de esa forma, sabías que ella no se rendiría fácilmente.
Mientras tanto, Melodie estaba en su apartamento, mirándose al espejo, con una sonrisa astuta en el rostro. Sabía que tu y Janeth habían pasado la noche juntos, pero no le importaba. En su mente, tu le pertenecías, y solo necesitaba una oportunidad para demostrarte que era mejor opción que Janeth. No le gustaba perder, y mucho menos cuando se trataba de algo que ella creía suyo.
-Hoy será el día -se dijo a sí misma, ajustando su chaqueta de cuero negro y mirando su reflejo con satisfacción-. ( ) verá que yo soy lo que necesita.
Sin perder tiempo, Melodie salió de su apartamento, decidida a encontrarte a ti y a Janeth. Sabía que frecuentaban un pequeño café en la plaza principal, y no le costaría mucho localizarles. Su plan era simple: interrumpir su día, sembrar dudas y, con suerte, abrir un espacio en el que tu te sintieras lo suficientemente vulnerable como para notar su presencia de manera diferente.
Cerca del mediodía, Tu y Janeth llegaron al café. El ambiente era tranquilo, con mesas al aire libre rodeadas de árboles y flores. Se sentaron en una esquina, disfrutando de la brisa fresca mientras conversaban sobre temas triviales. Janeth parecía relajada, ajena a los pensamientos que te atormentaban a ti.
De repente, la voz que no querías escuchar en ese momento resonó detrás de ustedes.
-¡( )! -Melodie llegó con su habitual confianza, su sonrisa arrogante iluminando su rostro-. Qué sorpresa encontrarte aquí.
Giraste la cabeza, incómodo. No podías evitar sentir que algo malo estaba por suceder.
-Hola, Melodie -dijiste con cortesía, pero manteniendo la distancia emocional.
Janeth, quien le desagradaba la presencia de Melodie, le devolvió una sonrisa educada.
-¿Y tú que haces aqui...? -preguntó Janeth, con la mirada fija en la recién llegada.
-Oh, Janeth, solo soy una amiga de ( ) -respondió ella, enfatizando "amiga" de una forma que solo Janeth captó como algo más. Melodie, sin esperar invitación, se sentó junto a ustedes-. Espero no estar interrumpiendo nada importante.
Janeth se sintió incómoda, pero trató de disimularlo. Tu, por otro lado, podías sentir la tensión en el aire y sabías que Melodie tenía algún motivo para acercarse.
-Estábamos a punto de pedir algo para beber -dijo Janeth, intentando ser amable, aunque en su voz ya había un rastro de molestia.
-Oh, perfecto -dijo Melodie, inclinándose hacia ti-. Tengo algunas cosas que hablar contigo, ( ). He estado pensando mucho en nosotros últimamente... -Su tono era insinuante, y aunque lo decía con una sonrisa, la intención era clara.
Tragaste saliva, sintiendo la mirada de Janeth sobre ti. Esto no estaba bien, y lo sabías.
-Melodie, no se de lo que estas hablando -intentaste decir con calma, tratando de no tensar más la situación.
Pero Melodie no se rendía fácilmente.
-Siempre es el momento, ( ). Sabes que entre nosotros hay algo más... algo que no puedes ignorar para siempre.
La expresión de Janeth cambió por completo, su incomodidad se transformó en una mezcla de sorpresa y dolor. Te miró, esperando que dijeras algo que aclarara lo que estaba pasando, pero las palabras de Melodie ya habían dejado una sombra entre ustedes.
Respiraste hondo, sabiendo que había llegado el momento de enfrentar una verdad que habías estado evitando.
-Melodie, para. No hay nada entre nosotros. Yo... yo estoy con Janeth, y eso no va a cambiar.
El rostro de Melodie se tensó por un momento, pero su sonrisa no desapareció.
-Si eso crees -dijo con frialdad-, entonces me iré. Pero ( ), tarde o temprano te darás cuenta de que yo soy la persona que realmente necesitas.
Se levantó con elegancia y, antes de irse, lanzó una última mirada desafiante a Janeth, como si le hubiera dejado una semilla de duda que, con el tiempo, germinaría.
Cuando Melodie se alejó, el silencio entre tu y Janeth se volvió denso. Tu sabías que tenías que decir algo, pero las palabras no venían fácilmente.
-¿( )? -La voz de Janeth era suave, pero cargada de incertidumbre-. ¿De que estaba hablando realmente Melodie?
Miraste a los ojos de Janeth y sabias que había llegado el momento de ser honesto, aunque la verdad podría hacer más daño que cualquier mentira.
-Ella solo no entiende que mi corazón está contigo.
CONTINUARA......
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-¿Esto es Amor? - Janet x Lector- Brawl Stars
RomantizmNo necesito de mil motivos para sonreír, contigo ya es suficiente.