Destino ~ [MaxNat - MarkGems]

Extra 4: Mi conejito [NetJj]

- JJ... ¿Puedes cuidar al paciente mañana temprano? - preguntó Prem- estoy muy agotado, el día estuvo caótico y Gems lo cuidará durante la madrugada... ¡Por favor!

- No me ruegues con esos ojos de cachorrito, sabes muy bien que siempre que pueda los ayudaré. Tomaré el turno a partir de las cuatro de la mañana, así Gems tendrá chance de dormir un poco, pero a las nueve debo ir a trabajar.

- Gracias, eres el mejor - Gems y Prem lo abrazaron y llenaron de besos.

- ¡Ya.. ya... sueltenme! - dijo mientras reía. Las caricias de sus amigos le hacían cosquillas - Siempre les gusta ser tan melosos conmigo, a veces creo que su lado primitivo solo quiere preparar un estofado de conejo.

- Bueno no tenemos la culpa de que seas un delicioso conejito - dijo Prem - soy un zorro no se puede evitar - le guiñó el ojo y lo mordió juguetonamente.

- Prem... - Boun lo regañó - si te vas a comer a JJ no me dejes por fuera, la carne de conejo sabe muy bien.

- ¡Son tan malos! - chilló y les sacó la lengua. Todos en la sala rieron divertidos, les encantaba burlarse de JJ.

- Anda a tomar una ducha y a descansar, así tendrás fuerza para levantarte en la madrugada - le ordenó Park. JJ asintió, se despidió de todos y salió de la pequeña clínica.

Al entrar a su casa la soledad lo golpeó. La radiante sonrisa que antes adornaba su rostro desapareció. El conejo siempre se sentía agusto y feliz cuándo estaba con la manada, sin embargo cuándo tenía que regresar a casa y no había nadie más con él no podía evitar entristecerse.

- Buenas noches... - dijo afligido a la gran sala vacía. El eco de su voz resonó en las frías paredes, recordándole su absoluta soledad. Entró y lanzó sus cosas sobre el mueble.

A pesar de que ya tenía cinco meses viviendo en esa casa aún no se sentía cómodo. Odiaba vivir solo, estar solo implicaba tener más tiempo para él, más chance de pensar y detestaba eso, pues deseaba mantener siempre su mente ocupada, así no lo recordaría y su corazón no dolería.

Suspiró frustrado, caminó hasta su habitación, se desvistió y entró a la ducha. Dejó caer el agua sobre su cuerpo, intentando relajarse y ahuyentar la tristeza, pero no funcionó, poco a poco sus lágrimas brotaban y se mezclaban con el agua fría de la regadera.

"Te extraño demasiado, me siento solo..." pensó. Con su puño golpeó fuertemente su pecho intentando buscar alivio de aquel fuerte dolor que lo oprimía.

Constantemente el conejo luchaba por superar aquella terrible tristeza y dolor emocional. Cada vez que regresaba a casa y no había nadie allí para recibirlo los recuerdos con su padre aparecían y no podía evitar sentirse melancólico.

JJ seguía extrañando a su padre Dan. No era fácil para él, pues se acostumbró a la constante compañía y amor de su padre y nunca imaginó que lo perdería de esa forma.