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Han pasado sólo 10 minutos desde que había empezado con las asesorías y gracias a Dios Lewis no ha hecho nada más que gruñir cuando el Omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre si

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Han pasado sólo 10 minutos desde que había empezado con las asesorías y gracias a Dios Lewis no ha hecho nada más que gruñir cuando el Omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre si. Para Nico, se sentía agradable. Estaban debajo de un árbol que les daba sombra, el aire hacía que sus ramas chocasen e hicieran un ruido relajante.

-¿Cuánto tiempo van a tardar aquí?- pregunta, interrumpiendo mientras está escribiendo algo en su celular.

-Como... una hora o un poco más-. Nico mira el reloj que adorna una de sus muñecas.

-Bien. Me voy- se pone de pie. -Ten esto, si quieres puedes comprarte lo que sea para comer.- Deja unos billetes dentro de la mochila del Omega y se comienza a ir.

-¿Irás a trabajar?-

El Alfa sólo encoge sus hombros pero nunca detiene su paso.

-¿Es dificil tratar con él, Nico?- Mark pregunta, una vez Lewis ya no se encuentra en su campo de visión -No sé por que actúa así contigo. Muchas de nuestras tías lo aman por ser protector.-

-No sé, desde siempre ha sido así conmigo.-

-¿Así cómo?-

-Como hostil e idiota.-

Mark asiente riendo por lo bajo, copiando unas cuántas cosas en su libreta.

La asesoría va bien, el Alfa aprende bastante rápido al parecer. Mark siempre fue amable con él y en ningún momento insinuó algo o dijo cosas subidas de tono. Al contrario, dijo que estaba feliz de tenerlo en su familia y aún más feliz de que pronto sería tío. Dijo que de los primos, Lewis era el primero en emparejarse y tener un hijo. Bueno, igual el Alfa era de los más grandes de entre sus primos, su familia era joven aún.

Con el dinero que Lewis le dio, vio que podía comprar algunas cosas en el supermercado. Eso sería mejor porque así con eso comerían los dos. En el pequeño lugar compró algo de bananas, jamon, pan, queso y algo de leche de fresa, porque sabía cuánto el Alfa amaba tomarla. También recargó su celular con algo de saldo. Vio la hora y ya eran cerca de las 6PM y todavía tenía que esperar por el autobús que lo llevara a casa. Caminando a la estación, pasó por una tienda de arte, ahí compró una lata pequeña de pintura en aerosol, blanca. Tenía un trabajo con Seb el viernes, así que mejor lo compraba de una vez.

En el camino, suspira feliz, sólo quiere llegar a casa y comer algo, para después tomar una ducha y dormir hasta el día siguiente.

Cerca de las 7PM está abriendo la puerta de su hogar. Huele a cigarro y otras cosas que revuelven su estómago, por la entrada de la cocina puede notar apenas salir una finísima capa de humo. Dentro está Lewis, acompañado de dos Alfas más y a esos Nico no los conoce. Hay botellas vacías en la mesa, también vasos sucios y una botella de whisky barato a medio tomar.

-Ehh...- Nico entra con las bolsas y las asienta en la meseta, al lado del lavatrastes.

-¿Es tu omega, Lewis?- Un Alfa en completa ebriedad y tal vez drogado, pregunta. El más joven no contesta -Tiene buen culo.-

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