4. El Siguiente Paso

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"No sabía que decir, tal vez las palabras no eran suficientes o simplemente no eran necesarias... "

Sábado en la mañana, normalmente yo solía ir con mis amigos a jugar fútbol, pero en esta ocasión iba a ser diferente, así que le mentí a mis padres diciendo que iba a salir con amigos cuando realmente iba a estar con Diana en su casa, pero el destino es cruel, y justo por esa ocasión mis padres se pusieron de acuerdo para acompañarme a "jugar" conmigo y con mis hermanos, me quería morir pero la astucia siempre ha sido mi fuerte y logré convencerlos de que yo iba a regresar temprano para después ir a comer o hacer algo; una vez que se confiaron de mi mentira salí de inmediato, el plan era simple: Yo saldría en un autobús hacia el colegio y desde ahí tenía que subir a otro autobús que me lleve a casa de Diana.

En el camino fui reflexionando y pensé que mis padres ya estaban sospechando de mi vestimenta muy "casual" como para salir con amigos, ya que ellos jamás me han visto con una mujer en mi vida, o almenos no que ellos sepan; y una vez que llegué me esperaban unas escaleras que me llevaron a un redondel donde habían asientos con flores y me rodeaban 4 grandes edificios, me parecía un espacio muy hermoso, si ella vivía aquí sin duda era mejor que mi casa me puse a pensar.

Pero había un pequeño inconveniente con mi plan, y era que yo no tenía servicio en mi teléfono y por lo tanto no podía escribir ni llamar a nadie, ni siquiera si en el caso de que me secuestren y nadie haya sabido de mí, entonces no podía hacerle saber a Diana que ya había llegado al lugar que mencionó, así que me senté a esperarla ya que me dije a mi mismo: "Algún día debe pasar por alguno de estos edificios, ¿no?"

No me preocupé mucho porque aún era temprano y yo solo mataba el tiempo escuchando música y dibujando en mi cuaderno sin prestar atención a las personas que pasaban y rondaban por ahí entrando y saliendo de los edificios alrededor mío; pasaron más de 40 minutos y me estaba cuestionando si debía entrar a algún edificio y preguntar por ella, pero la vergüenza me clavó en ese asiento, no tuve más que ponerme a escuchar sus audios y a ver fotos de ella donde se encontraba precisamente en el mismo lugar que yo, pero de pronto la vi saliendo de un edificio.

Diana estaba con alguna bata azul, en pijama y con sandalias, literalmente vi como salió distraida sin regresarme a ver, fue tan rápido que apenas me dio tiempo a reaccionar y solo se fue bajando por las escaleras, pero me dije a mi mismo: "Tranquilo, algún día debe volver, ¿no?"

Cuando regresó estaba con un pan en la mano, entonces se percató de un rarito sentado en las bancas, así que se acercó y me preguntó: "¿Cúanto tiempo llevas aquí?"
Luego de contarle toda esta travesía y llevar más de 40 minutos sentado yo le pregunté a ella: "Apenas te levantas, ¿verdad?".

Ella lo afirmó poniendo como excusa mi puntualidad y me dijo que iba a desayunar, entonces me invitó a pasar a su departamento en un edificio llamado Palermo; para este punto realmente me estaba cuestionando mi existencia, mi idea era solamente ir a verla para salir a comer o hacer algo divertido, nunca había estado en una casa ajena y mucho menos con alguien que recién se había levantado ¿Y si toda su familia aún estaba descansando? Yo iba a entrar a incomodarlos y el pánico de la escena me helaba la sangre.

Subimos algunos pisos en el elevador y llegamos a su puerta, como siempre los nervios me atravesaban profundamente pero me esforzaba por disimular aunque la situación me sobrepasaba por mucho, cuando entramos pude ver un departamento relativamente normal y cómodo, sin embargo al fondo en la sala de estar, estaba un hombre acostado jugando con su celular, no quería verme irrespetuoso así que fui de forma automática a darle la mano para saludar, yo sentía que estaba invadiendo su casa y no quería tensar tanto la situación, pero los nervios me hicieron decir: "No se preocupe, solo vengo por su hija".

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