04

153 22 6
                                    

[taesan]

— ¿Y de dónde conoces al chaperón?

— ¿A quién? Ah, traeme papas también — saqué el dinero y lo dejé sobre nuestro escritorio.

— El chaperón, el chico que siempre está tras Isa, ese que dijo que le gustabas. A decir verdad, nunca sospeché que fuera gay, es más, creía que le tenía ganas a nuestra compañera.

— Yo no lo conozco. O mejor traeme doritos, pero con sabor picante, ese está bueno. Rápido, se acaba el recreo.

Él tomó mi dinero pero se inclinó más sobre mi.

— Y si no lo conoces, ¿por qué se te confesó?

— Ahí cuando le veas, le preguntas a él — sonreí — ¿Vas por mi comida o prefieres quedarte hablando de lo increíble que es que la gente se enamore de mi con tan solo verme? — Sus ojos ya no estaban en mi, miraba hacia la salida — ¿Qué? — miré también.

— Ya que lo veo, le voy a preguntar — sonrió, levantándose y yendo hacia el chico castaño que estaba frente a nuestra puerta.

Se lo veía nervioso, más aún cuando Riwoo llegó dónde estaba.

— Hola — saludó y dio un vistazo rápido hacia mí — ¿Puedo pasar para hablar con Taesan?

— Claro, pasa. — Mi amigo se movió y el muchacho entró. Caminó para donde yo estaba, pero no dejó de ver detrás suyo. Al parecer, Riwoo le causaba desconfianza.

— Soy Lee Sanghyeok, por cierto.

Él asintió y directamente se dirigió a mí

— ¿Puedo hablar contigo?

— Sí, puedes sentarte — señalé el lugar vacío a mi lado.

— ¿Tú tienes nombre o tenemos que adivinarlo? — Riwoo seguía hablando sin notar que el chico intentaba ignorarlo. Él se sentó.

— ¿Podemos hablar a solas...? — su pedido me sorprendió y lo demostré con mi rostro. ¿Acaso era verdad que yo le gustaba?

Miré a Riwoo.

— Él ya debe irse, así que quedaremos a solas.

Riwoo bufó fastidiado.

— Okey, pero no se vayan a besar en el salón. — dijo, saliendo de éste.

Volví mi vista al castaño, rápidamente se hizo un poco hacia atrás y agitó sus manos.

— No, no. Oye, de eso quiero hablar, de lo de esta mañana.

Con mi codo en la mesa, sostuve mi cabeza con la mano, para mirarlo con una sonrisa ladeada. No, este chico no gustaba de mí, ni siquiera veía signos de enamoramiento ni nada.

— Quiero oírte — lo miré con gracia. Eso no significaba que no me podía burlar de su masculinidad frágil, intentando causar algún gay panic en él.

Reí por mis adentros, cuando él aclaró su garganta y jugó con sus manos. Sí, se había puesto nervioso.

— Yo, ah... Pues, verás... — me miró como pensando qué era lo primero que debía decir — A-Antes que nada, no soy gay. — por supuesto que, sería eso.

— Ya sé. Supongo que ahora me vas a explicar por qué gritaste eso. — alcé una ceja.

— Ajá... De hecho, se lo iba a decir a otra persona...

— ¿A quién?

— E-Eso no importa, ya no importa.

— ¿No importa? Vamos, pusiste todo de ti para gritarle a Isa que ella te gustaba y te salió mal, claro que importa.

— Sí, pero ahora ella piensa que soy gay y... — habló rápido, hasta que notó el detalle — ¿Cómo su-supiste que era Isa?

— ¿Cómo no lo supo ella? — reí.

— Ja, sabía que le gustaba la Jung. — miré al suelo, Riwoo estaba de rodillas a mi lado.

El chico se levantó con espanto, mirándolo.

— ¡¿Qué haces?!

— Me arrastré hasta aquí para escucharlos, dah.

— ¡Imbecil! ¡Era privado!

— No me culpes — se levantó — realmente creí, que se iban a besar.

— ¡¿Qué pasa contigo?!

— Ya, chico. — me levanté y puse mi mano en su hombro, haciendo presión para sentarlo de nuevo. Me senté.

— Ninguno le dirá nada a Isa. Lo oirá de ti cuando estés listo, ¿verdad Riwoo? — lo miré. Él bufó y se levantó, asintiendo.

— Okey, gracias por eso... Supongo que es to-

— ¡¡Oppa!! — cuatro chicas que conocía del club de literatura aparecieron y se acercaron. Se veían devastadas. — ¡Huening tiene conjuntivitis!

— ¡¿Eh?! Pero hoy teníamos que tomar su foto para la portada.

— Lo sé — lloriqueó — Lo necesito con urgencia para mañana, ¡¿qué haré ahora, oppa?!

— Le dije que teníamos que buscar otro chico, pero.. — habló otra.

— Pero no encontramos a ninguno que pueda estar esta tarde para eso — volvió a hablar la primera — Además, tiene que ser un chico lindo, de cabello largo y elegante, así como mi protagonista, ¡incluso le había conseguido el traje!

— Lo siento mucho, yo realmente quería ayudarte en esto — me lamenté, pues yo soy del club de fotografía y le había ofrecido mi ayuda para la foto de su portada.

— ¡¿Qué haré ahora?! — gritoneó.

— ¡Minji, lo tengo! — Riwoo interrumpió — Tengo la solución para esto y al chico indicado.

Todos lo miramos y Minji se alegró, dando un salto.

— ¡¿¿Quién oppa?!

— Peroooo, a cambio de que él lo haga, no vas a rechazar salir conmigo a una cita esta vez.

— ¡¡Riwoo!! — regañamos todos al unísono.

— ¿Qué? Es justo, ¿o no?

— Está bien, está bien. — calmó Minji — Acepto. ¿Entonces?

— Él — señaló al chico a mi lado.

— ¿¿Yo??

Minji y las otras chicas se acercaron y lo observaron bien. Ella dio un grito eufórico

— ¡Este chico es perfecto! ¡Gracias!

— Qué gracias ni que nada. Yo no dije que lo haría.

— Ah, pero yo sé algo que tú no quieres que se sepa — Riwoo se cruzó de brazos y sonrió malévolo.

— Tú, pedazo de... — gruñó.

— Riwoo... — quise regañar, pero lo cierto era que necesitábamos a alguien, y éste chico daba la talla perfecta.

— ¡Por favor, por favor! — rogaron las chicas.

Él me miró de repente, con pena, como si esperara que yo diera la última palabra.

— Será una tarde divertida, te lo prometo. — aseguré con una sonrisa.

Él apretó los labios y después:

— Está bien, puedo hacerlo.

no tan heterosexual | gongfourz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora