no tan heterosexual | gongfourz

10

[Taesan]

— Bueno, ¿qué quieren hacer ahora?

— Mmm, podemos ir a tu casa, Riwoo. — propuso ella.

— A la mía no, vamos a la de Taesan.

— No vamos a ir a mi casa.

— ¿Y por qué a tu casa no? — preguntó Leehan, curioso.

— Porque entonces tendríamos que encerrarnos en mi cuarto, y no los quiero en mi cuarto.

— ¿Cosas que ocultar, Taesanie? — Isa habló.

— Soy Taesan, no me pongas apodos tontos a mí.

— Hey, tranquilo, no le hables así — como era obvio, Leehan no pudo evitar defenderla.

— Bueno, da igual, Taesan — se acercó a Leehan y tomó su mano — Si no te gustaba la idea de reunirnos, hubieras dicho que no. Entonces nos vamos.

— Si eso quieres... — Leehan estaba cediendo, ¿qué parte de no darle lo que quiere no entendió?

Qué remedio.

Tomé su otra mano y lo atraje a mi lado.

— Isa, querida, si acepté fue por verlo a él y que él me viera, no por ti, que te quede claro.

— Ja, mira, que le gustes a Leehan no significa que tienes derecho a acaparar toda su atención.

— Ay, mi alma, ¿y qué se supone que haces tú? ¿Por qué sí te crees con el derecho de tenerla toda?

— ¡Él es mi mejor amigo!

— ¿Y si me convierto en su novio? ¿No crees que merecería más atención?

— Taesan... — pronunció Leehan entre dientes.

Isa no lo veía, y creo que Leehan lo notaba, pero Riwoo estaba aguantandose la risa detrás de ella todo este tiempo.

— Eso aún no pasa, y él no me dejaría así tenga novio.

— No estés tan segura. ¿Qué te preocupa en realidad? — llevé a Leehan tras de mí y me puse frente a ella. Fui más fuerte y no le quedó de otra más que soltarlo.

— ¿No actuas como si quisieras que te dé su atención siempre?

Sentí la mano de Leehan apretar mi brazo, sí, él no estaba seguro de lo que yo hacía, pero sé de primera mano qué puntos presionar para que la gente reaccione.

— ¿A ti no te gustará Leehan, verdad?

— ¡Taesan!

— ¡¿Qué cosas dices?! ¡Leehan es como un hermano para mí!

— Pero él no es tu hermano.

Ella miró tras mi espalda hacia Kim, estaba asustada por mis palabras.

— Estás siendo un idiota, Taesan.

— La idiota eres tú si no sabes qué es lo que sientes en verdad por él.

— ¡Al diablo! — me empujó — ¡No me voy a quedar aquí y escucharte decir estupideces! — se dio la vuelta y empujó a Riwoo por el hombro.

— ¡Isa, espera! — Leehan quiso correr hacia ella, pero sostuve su brazo — ¿Qué haces? ¡Sueltame!

— Si la sigues, le darás lo que quiere y no tendrá tiempo de pensar en lo que dije. Tú no ibas a hacer esta parte, entonces yo la hice.

— ¿Qué parte?

— El enfrentamiento — respondió Riwoo. — Aunque eso se hace ya mucho más adelante, pero Taesan se adelantó.

— ¿Ustedes no acaban como de arruinarlo todo?

Puse mi mano en su hombro.

— No desesperes, Hanie, a ella no le quedará más que pensar qué siente realmente por ti.

— ¿Y si resulta que llega a la conclusión de que no siente lo mismo que yo?

— Entonces decidirás si seguir enganchado en ese amor imposible o te le declaras igual — respondió Riwoo.

— Cómo sea, Hanie, debes dejarla pensar. Es lo que digo.

Leehan se tensó al sentir el brazo de Riwoo por encima de sus hombros.

— Debes dejar que sea ella la que te busque.

— Con todo respeto, no sé si creerles mucho porque no veo que alguno de ustedes tenga novia. O novio.

— Pero ninguno de nosotros se enamoró de un amigo cercano, las cosas deben ser distintas.

— Mira, a ti prefiero no oírte, después de todo, si Minji aceptó salir contigo a una cita, fue mediante el chantaje.

Riwoo lo sujetó y le dio un coscorron.

— Ay, ay, ay, ¡hey! — lo soltó.

— No olvides que soy tu hyung, mocoso.

— Ya, no empiecen. Ahora que estás libre, ¿qué dices si vamos a mi casa?

Rodó los ojos y se alzó de hombros.

— Está bien. Necesito distraerme un poco.

Señalé hacia adelante y caminó.

Quise seguirlo y Riwoo sujetó mi brazo.

— Creí que no querías llevar a nadie a tu casa, a mi apenas me llevas.

Era cierto, ¿por qué acabó de...?

— ¿Taesan? — Leehan alzó sus brazos un poco a sus costados, preguntándome indirectamente qué esperaba.

— Sí, ya voy — miré a Riwoo — ¿No es un chico muy bonito? — me solté y troté un poco para alcanzarlo.

No ví la reacción de Riwoo, pero estaba más que seguro que recibiría un regaño más adelante.