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Una cita, una emoción
Una adicción, la perdición
Un deseo, una desilusión
Un amigo, un consejo
Una despedida, un nuevo día.

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—Rodrigo, ¿cómo te fue?— Emmaus a penas entrar en el aula corrió hacia mí, se veía especialmente emocionado, dejó sus cosas en el suelo y se sentó a mi lado.

—Muy bien, ¿pasó algo? Te ves emocionado.

—Hoy tengo una cita con...— en ese momento una de nuestras compañeras entró e hizo contacto directo con mi amigo, sonrió y lo saludó, él hizo lo mismo y me miró con un tono rojizo adornando de a poco su rostro— ella.

—Guau... ¿Cuándo pasó todo esto?— lo miré sonriente y por un momento quise creer que así me veía yo cuando salía con Aurora, igual de emocionado y feliz.

—El jueves al salir de aquí me habló y yo... Bueno, ella es linda así que acepté su salida, pero ayer fue imposible y la pasamos para hoy— habló tan rápido que me costó entenderlo, pero no podía estar más feliz por él— ¿crees que me vestí bien para salir con ella?

—Sí, se nota tu esfuerzo— reí, asintió y comenzó a sacar sus cosas para la clase— disfrútalo mucho, que así mismo estaba yo y ya llevo buen tiempo con Auri.

—Sobre eso, ¿cómo te fue con ella? ¿Todo bien?

—Perfectamente— sonreí y aprovechando saqué el libro de mi mochila— mira, me regalaron los últimos tres tomos que me faltaban... Y además— busqué la foto en mi celular y se la mostré, en ella Aurora y yo estabamos mirándonos mientras el proyecto de cada uno reposaba en nuestras manos, él acercó la imagen hacía las letras y lo leyó impresionado— se aprobó.

—¿Qúe? ¡Eso es genial! Felicidades— me abrazó de lado y orgulloso acepté— está muy bonita la portada.

—Lo está, la calidad es espectacular— admiré la foto una vez más— me encanta esta foto.

—Se ven muy tiernos— sonrió emocionado y pareció recordar su cita porque su mirada se dirigió hacia nuestra compañera que miraba en nuestra dirección— creo que me estoy poniendo nervioso.

—Pero ¿la conoces de otro lado? Solo compartímos esta clase con ella— negó.

—Por eso también estoy sorprendido, ya la había visto por los pasillos, pero no creí que me hablaría y menos para salir.

—Ojalá todo vaya bien, si te puedo dar un consejo...— asintió y pareció poner especial atención— solo sé tu mismo y hazla pasar un rato agradable, en general eres atento así que cómprale un pequeño detalle...

—Ya lo hice, pero no creo que sea buena idea sacarlo ahora— en acuerdo tan solo hice likes con las manos— creo que tengo todo bajo control, menos los nervios.

—Es normal, respira y trata de relajarte— asintió convencido y el maestro entró; la clase era relativamente importante, pero Emmaus era un manojo de nervios, tenía que pisarlo de vez en cuando para que se controlará pues la mesa se movía a la par de su movimiento y era molesto cuando tenía que escribir— por favor, relájate, sé que es tu primera cita, pero la mesa no tiene la culpa.

—Perdón, pero no puedo— aquella chica que tanto estaba alterando a mi amigo levantó la mano y habló con confianza al opinar alguna cuestión relevante, el profesor respondió su duda— es linda.

El aula se silenció en aquel momento, la voz de Emmaus se escuchó en cada rincón y como la estaba señalando "discretamente" todos sabían a quien se refería, su rostro enrojeció, su mano cayó sin cuidado y todas las miradas estaban sobre nosotros. La chica sonrió, pero los demás no desaprovecharon la oportunidad para burlarse del chico a mi lado.

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