𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐.

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**Ponyville**

Un mes había transcurrido desde que Sonic llegó a este mundo, y durante ese tiempo, se había convertido en un símbolo de esperanza y valentía para los ponis. En cada pueblo al que iba, siempre encontraba a alguien que necesitaba ayuda, y él no dudaba en intervenir.

Su velocidad le permitía actuar con una rapidez sorprendente, evitando desastres naturales, resolviendo disputas entre ponis y defendiendo a las aldeas de monstruos que intentaban causar estragos. Con cada acción, Sonic se ganaba la admiración y el respeto de aquellos a quienes ayudaba, quienes lo consideraban un ser de otro mundo, un héroe que había llegado para protegerlos.

Actualmente, Sonic se encontraba en un inmenso bosque, rodeado de árboles altos y frondosos que parecían susurrar secretos a medida que el viento pasaba entre sus ramas.

Había escuchado rumores sobre un lugar llamado Ponyville, un poblado que constantemente era atacado por criaturas mágicas y monstruos. La idea de un nuevo desafío lo emocionaba; sabía que su presencia podría marcar la diferencia en la vida de los ponis que habitaban allí. Como siempre, su deseo de ayudar lo impulsaba a seguir adelante.

Mientras avanzaba por el bosque, Sonic se permitió disfrutar del paisaje que lo rodeaba. Los colores vibrantes de la flora y el canto de los pájaros creaban una atmósfera tranquila, pero sabía que no podía relajarse demasiado.

Había una sensación de urgencia en su interior, un recordatorio de que su misión era proteger a quienes no podían defenderse. Con cada paso, su determinación crecía, y su mente se llenaba de estrategias sobre cómo podría enfrentar las amenazas que acechaban en Ponyville.

Mientras Sonic continuaba corriendo por el bosque, un grito femenino resonó en el aire, interrumpiendo la tranquilidad del entorno. Sin dudarlo, se dirigió hacia el sonido con la velocidad que lo caracterizaba, su corazón latiendo con fuerza al pensar en la posibilidad de que alguien estuviera en peligro.

Al llegar a la escena, se encontró con dos manticoras que se abalanzaban sobre una pony de pelaje blanco, ojos azules y un estilo impecable. Su apariencia cuidada, con pestañas postizas y un aire de elegancia, contrastaba con la amenaza que enfrentaba.

Sin pensarlo dos veces, Sonic se lanzó al ataque. Con un golpe rápido y preciso, impactó a una de las manticoras en el rostro, seguido de otro golpe en el estómago a la otra criatura. Ambas retrocedieron, aturdidas por la intervención repentina. Sonic, con su característica confianza y un destello de burla en su sonrisa, se colocó frente a la pony, asegurándose de que estuviera a salvo.

Sonic: ¿Estás bien? No te preocupes, estas criaturas no saben con quién se están metiendo.

Comentó con un guiño, su tono ligero y lleno de energía. Las manticoras, enfurecidas, intentaron atacar a Sonic con sus colas de escorpión.

Sin perder un instante, el erizo esquivó sus ataques con una agilidad impresionante, casi como si estuviera jugando. Con un movimiento rápido, tomó las colas de ambas criaturas y, usando su fuerza y velocidad, las arrastró lejos de la pony.

Sonic se sintió revitalizado por la acción, disfrutando del desafío que representaban las manticoras. Con una sonrisa desafiante, comenzó a girar, creando un remolino que envolvió a las bestias.

El torbellino aumentó su fuerza, y con un empujón final, Sonic lanzó a las manticoras por los aires, lejos de la escena. Mientras las criaturas se alejaban, el bosque recuperó su silencio, y Sonic se detuvo, mirando a la pony con satisfacción.

𝐒𝐄𝐑𝐄 𝐒𝐔 𝐇𝐄𝐑𝐎𝐄 /// My Little Pony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora