9. ¿Sí o no?

8 3 32
                                    

WINTER

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

WINTER

Al descubrir de quién se trataba me quedo paralizada, incapaz de articular palabra. Sus ojos azules me miran con una seriedad peligrosa que me hace tragar saliva, nerviosa. Nos quedamos así, enfrentados, hasta que finalmente retira su mano de mi boca, manteniendo una distancia prudente entre nosotros.

En ese momento me doy cuenta de que estaba reteniendo el aire, vuelvo a respirar con normalidad agradecida por la oscuridad, que le prohibía ver mi sonrojo.

—¿Nada que decir? —Veo su figura delimitada por el trasluz de las ventanas, aunque si no fuese por su mirada no lo habría reconocido.

—Esta es mi casa, no necesito permiso de nadie para visitarla. Así que, mejor dicho, ¿qué hace usted aquí, detective? —Digo, cruzándome de brazos.

—Investigando un asesinato, no se haga la tonta, Blackwood. —Su vista no se aparta de mí—. Le dije que la mansión sería zona de investigación, sabe que no debería de haber venido.

—No recuerdo firmar nada sobre eso. —Mantengo mi cabeza en alto, sin apartarle la mirada.

—Así que se va a proponer dificultarme el caso... —Chasquea la lengua, como si mi presencia fuera un verdadero inconveniente—. No creo que le convenga.

Me señalo impactada por sus palabras, este hombre se metía por la noche en la mansión de mi familia y ¿encima me quería prohibir estar aquí?

—¿Y en qué se supone que le estoy dificultando? —Pregunto, sintiéndome irritada—. Sé que soy muy guapa, pero no creo que eso sea suficiente para distraerlo, detective. Puede seguir con su trabajo. —Sonrío burlona, intentando desafiarlo, viendo como su ceja se alza con una chispa de diversión en sus ojos.

—Sin duda una Blackwood. —Su voz es penetrante, habla con seguridad, sin importarle ser escuchado por los demás—. La arrogancia no te llevará nunca por buen camino.

—No es arrogancia, es confianza en mí misma. —Respondo, tratando de mantener mi compostura mientras mi corazón latía frenético.

<<Malditos ojos azules, maldita su cara de hombre atractivo>>

—Confianza, sí. Una escena del crimen no es un patio de recreo, tus amiguitos y tú podríais alterar cualquier prueba de importancia. —Su cuerpo seguía cerca del mío, por lo que solo podía mirarle a él—. Y da igual el tiempo que haya pasado. —Dice, casi podría creer que me había leído la mente—. Los arqueólogos encuentran fósiles bajo montañas de tierra, mi trabajo aquí será algo parecido, encontrar el fósil de la verdad en una montaña de mierda.

El detective se lleva una mano al interior de su camisa, sacando por el cuello un colgante guardapelo, al abrirlo un pequeño reflejo de luz se ve en su rostro, pero lo vuelve a cerrar, dejándolo caer de nuevo por su pecho.

LOS BLACKWOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora