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Aspen
Estaba nerviosa; habíamos llegado a casa de Sergio hace unos minutos. Vería a la familia Perez después de varios meses y tenía miedo de sus reacciones al verme embarazada aunque Checo me dijo que estaban felices, en especial Carola y lo niños, todos los días le decían que serían los mejores primos.
Sabía que mi futuro bebé tendría a la familia que yo siempre quise, también la familia de Oscar estaba emocionada y pronto los veríamos, teníamos todo un mes para encontrar días para viajar a Australia, y también necesitábamos visitar a Mia y poder hablar con Sebas, al menos esperaba tener algunos días solo con el amor de mi vida.
—¿Lista preciosa?—dijo Oscar mirándome, no supe en que momento había salido del auto para abrirme la puerta.
—Si, estoy lista, es solo que tengo nervios. No se como reaccionar al verlos, se que son mi familia pero no estoy acostumbrada.
—Pues es momento que te acostumbres preciosa porque son tu familia.
Asentí y tome su mano para bajar del auto; el entrelazo su mano con la mia y comenzamos a caminar. Lo mire por unos segundos y se veía realmente bien, creo que ser papá le sentaba perfecto.
—Amor tengo hambre ¿crees que Carola haya hecho mucha comida? el otro día vi en internet una receta para hacer calabazas con miel.
—Oscar—reí— ¿calabazas con miel?
—Si, suena delicioso ¿no?
Seguí riéndome de su antojo extraño, era la primera vez que lo escuchaba hablar de sus antojos mientras yo estaba embarazada, supongo que era algo normal.
—Claro amor, lo que digas
Ambos llegamos a la puerta y por un momento quise darme la medía vuelta e irme pero se abría al instante dejándome ver a mis sobrinos que corrían hacía a mi.
—¡TIA ASPEN!—chequito me abrazo mientras Carlota lo seguía.
Carola estaba detrás de ellos con la pequeña bebé en brazos; sonreí al instante mientras los abrazaba.
—¡Papá nos dijo que tienes un bebé adentro!—grito Carlota emocionada.
—¡Que ya salga!—dijo Chequito con una sonrisa.
—¿Y tu quien eres?—Carlota lo miro seriamente.
—Soy el que hizo que tu Tía Aspen tuviera un bebé adentro.
—¡OSCAR JACK PIASTRI!—Grito Checo desde la cocina— ¡SON UNOS NIÑOS!
Carola comenzó a reír y nos hizo pasar; los pequeños hablaban de muchas cosas a la vez con Oscar que al parecer me pedía ayuda pero o ignore para abrazar a Carola y la pequeña de la familia.
