Capítulo 7. Distancia

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Briana's POV

Hace dos días...

-Muchas gracias Briana- susurró Cordelia.

-Hasta pronto- me despedí abriendo la puerta lentamente para no hacer ruido y despertar a los niños.

Un paso, otro y otro más. Mi primer viaje en solitario. Este simple pensamiento me llenaba de emoción, por todos los sitios que podría visitar, por las diferentes culturas y países que vería por primera vez; y de tristeza, por dejar atrás a Casey. Casey... Ojalá todo hubiese sido diferente, que pudiésemos hacer este viaje juntos y disfrutarlo. Pero tienes una familia, personas que te quieren y que sufrirían si desaparecieses. Y yo, no podía seguir obligándote a permanecer a mi lado... Ya no.

Cordelia había cerrado la puerta, pero las luces de la cocina todavía estaban encendidas. Antes de girar la primera esquina, me detuve a observar la casa. Las luces de la habitación de Casey, también estaban abiertas. ¿Ya te habrás dado cuenta de que me fui? Seguramente no. Si lo hubieras hecho, habrías salido corriendo de la habitación dando un portazo y abrirías la puerta de casa gritando mi nombre. O tal vez no, tal vez te resignarías pensando que ya estaría muy lejos de tu lado, y que nunca me alcanzarías. ¿Me odiarás después de leer la carta? Probablemente. Despedirme a través de una carta fue muy cruel de mi parte. Discúlpame.

Pero ya no hay vuelta atrás. Fuera los remordimientos y las culpas. Bienvenidas sean las alegrías y los descubrimientos.

Porqué este será el primer paso de muchos. Porqué me iré haciendo más fuerte, y un día me enfrentaré a Allen por lo que les hizo a mis padres. Este será el primer paso de todos, voy a ser yo quien dirija mi vida y no el destino. Este es mi verdadero comienzo.

Así que, adiós Casey, adiós. Espero no volverte a ver hasta de aquí mucho tiempo, o nunca.

Y ahora...

-¡No te vayas!- grito- ¡No no no nooo!

Y vuelvo a caer al agua. Esta es la tercera vez que ocurre en esta mañana. ¡Quien dice que los peces son tontos! También es culpa de Casey, él lo hacía parecer todo más fácil. En cinco minutos ya había atrapado nuestra comida, en cambio yo; en media hora todavía no he capturado nada.

Estoy agotada y llena de sudor. Pero esto no es lo que ahora importa, lo importante es tener algo para desayunar. Espera... ¡Una trucha! Que buena pinta tiene y, ¡se dirige hacia mí! Esta es mi última oportunidad, aquí me juego mi almuerzo. Flexiono las piernas, abajo las manos y espero pacientemente. Se está acercando, poco a poco; pero lo hace. Ya está aquí, espero el momento oportuno y:

-¡Ataco!- grito mientras me lanzo al agua- ¡Siiiiiiiiiiiiii! ¡Viva!- levanto el pez y salto de alegría- ¡Casey mira! ¡Lo he logrado, mira!

Pero que estoy diciendo, Casey ya no está aquí, ya no está conmigo. ¿Se puede saber que estoy haciendo pensando en él?

-¡Axis!- estornudo.

Mmmmm, sino me desnudo deprisa cogeré un buen resfriado. Salgo del agua cristalina del río con el pez en la mano. Tenía preparada la hoguera antes de meterme al agua, solo es necesario encenderla. Cojo una rama y una piedra, y empiezo a intentar prender fuego. Repito el mismo procedimiento durante diez minutos, cuando se enciende el pequeño fuego.

Atravieso el pez con otra rama, y la clavo entre dos piedras que rodean la hoguera. Mientras se va tostando y cogiendo ese tono marrón; aprovecho para sacarme la ropa. Antes de hacerlo, doy una vuelta a mí misma, para ver si hay alguien más en este bosque.

Como no encuentro a nadie, comienzo a desnudarme. Después de quitarme toda la ropa, rápidamente; me pongo la capa para taparme. El problema es la peluca, también está empapada. No tengo otra opción que sacármela e ir al descubierto.

Un camino inciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora