Rosa Y Más Rosa.

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– Necesitamos hablar — cierra la puerta tras de sí — Los niños ya están profundamente dormidos y te dí muchos días para que procesaras la información, no podemos seguir así

– Tú tuviste meses para procesar que estabas embarazada y no me moleste contigo por eso

– Yo guarde esa información porque no sabía si el embarazo prosperaria, sin mencionar que necesitaba y necesito estar en calma — sube a la cama — No fue un capricho o lo que quieras usar para ganar más tiempo, necesito saber si mi marido va a estar conmigo en lo que resta de este embarazo... Cielo quedan cuatro meses — dice afligida — Menos porque ya estoy en el sexto mes... Necesito saber si vas a estar para mi, si vas a estar en el parto conmigo






Esteban siguió inmóvil en la cama con la vista fija al techo del cuarto, ni siquiera hizo amago de verla, era obvio que no podía hacerlo pero eso no era lo que más preocupaba a Marcia, el silencio si porque podría estar meditando dejarla sola en verdad.






– Esteban, habla conmigo — pide — No me hagas esto por favor... Dijiste que ibas a cuidarme, que pasara lo que pasara estarías conmigo y...

– Estaré contigo Marcia — asiente — Te lo prometí y lo pienso cumplir, iré contigo a las consultas que nos faltan, estaré ahí el día del parto también pero necesito tiempo, no me acostumbro a la idea aún

– Es nuestra hija Esteban — acaricia su vientre con cariño — No te acercas a mi desde esa consulta... A duras penas me besas ¿En verdad me vas hacer esto porque concebimos una bebé?

– Marcia no me siento listo para hablar de esto y no quiero decir algo que te lastime, por favor, vamos a dormir

– ¿Y cuándo vamos a hablar de ello? Ya hay que empezar con su cuarto, comprarle cosas, pensar en nombres, son muchas cosas Esteban

– Pues si pudiste hacerlo todo sola cuatro meses, puedes hacer esto ¿No? Al final ese seguro era tu plan Marcia, te encanta hacer todo sola así que adelante







Un nuevo silencio se instalo en ambos, Marcia dejo de acariciar su vientre para recostarse por completo y fijar la vista al techo, no deseaba tener que hacerlo sola, Esteban siempre la había cuidado en cada paso del embarazo y que ahora ignorara el inminente hecho de que tendrían una bebé, sólo le causaba una opresión intensa en el pecho.







– Te lo dije, no quería decir algo para lastimarte pero no entiendes cuando te digo que necesito tiempo, que no quiero hablar del tema porque no tengo nada bueno que decir y no quiero causarte más malestar del que seguro ya tienes

– No es necesario que cumplas con tu promesa — responde luego de varios segundos — Lo único que yo quiero de ti es que estés a mi lado porque así lo deseas... Pero como mi sola presencia te molesta — amaga levantarse

– Marcia tu presencia no me molesta — evita que lo haga — No sé como acercarme a ti, de lo único que quieres hablar es de la bebé

– Pues lo siento pero ella viene Esteban — dice preocupada — Quiero que lo solucionemos porque traer otro bebé a este horrible trato que nos tenemos es algo que no quiero hacer... Tampoco quiero empacar mis cosas de nuevo, las de los niños y volver a mi antigua casa, no quiero divorciarme mientras tengo una bebé que cuidar

– No vamos a divorciarnos Marcia

– Ha pasado una semana y estas tan alejado de mi que sólo puedo pensar en eso... Si no es ahora será cuando ella nazca ¿Tienes idea de lo difícil que fue para mi divorciarnos prácticamente después de dar a luz?

¿Lo Intentamos Otra Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora