20 años después.
2002, Carora, Venezuela.El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte, tiñendo el cielo de suaves tonos anaranjados y dorados. En las bodegas del toro, un hombre con un pico en mano se afanaba por abrir la tierra, preparándola para la cosecha de uvas que darían vida a los mejores vinos de la región. El canto melodioso de los pájaros acompañaba su labor, creando una sinfonía matutina que llenaba el aire fresco.
A unos metros, un jeep se acercaba, sus neumáticos crujían sobre la grama del camino. Al volante iba un hombre que llevaba por nombre Buenaventura, que, al ver al trabajador en acción, no pudo evitar sonreír con asombro.
-Amaneció el mismísimo presidente de las bodegas del toro sembrando la Cabernet Sauvignon -exclamó, bajando del vehículo con una risa despreocupada.
- Salomón - dijo bajando del vehículo.
- Salomón, aquí tenemos obreros, ingenieros agrónomos, peritos forestales, ¿Y tú mismo estás sembrando? - replicó.Salomón se detuvo un momento, dejando el pico a un lado. Su sonrisa era sincera y llena de satisfacción mientras observaba a su amigo acercarse. Pero no tardó en volver a la tarea que tanto amaba.
-Bueno viejo, tú sabes muy bien que me gusta todo esto, además lo disfruto. Y como dice mi papá, el patrón es el que tiene que dar el ejemplo. Y pues aquí estoy -respondió con cierto orgullo mientras continuaba cavando.
El viejo lo miró con admiración y cruzó los brazos, disfrutando del espectáculo ante sus ojos.
-En eso estamos de acuerdo, Salomón- replicó-. Pero una ayudita nunca está demás. ¡Qué trabajón, muchacho! tremendo. Te fajaste desde bien temprano.
Con una chispa en los ojos y una sonrisa pícara, Salomón soltó:
-Bueno, bien lo dice el dicho ¿no? "El que madruga, Dios lo ayuda".
El anciano asintió con orgullo, sintiendo un profundo respeto por ese joven comprometido con su labor y con sus raíces.
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Una muchacha bailaba alegremente hacia la casa, el ambiente festivo se vio abruptamente interrumpido por gritos provenientes del interior. La puerta estaba entreabierta, y las voces resonaban con tensión en el aire fresco de la mañana.
-¡Pero Juan!-gritó una voz femenina, llena de frustración.
-¡Déjame quieto! -respondió otra voz.
- ¡Cálmate que estás borracho! - dijo la mujer intentando detenerlo.
- Yo voy a estar en paz cuando
Gloria se haya ido de esta casa - dijo furioso mientras forcejeaba con su esposa.La joven se detuvo en seco, los movimientos de su baile congelados en el tiempo. Una sensación de inquietud comenzó a llenar el espacio que antes había sido solo alegría.
Sin pensarlo dos veces, se acercó a la puerta y preguntó con voz clara y curiosa:
-¿Pero qué está pasando aquí?- exclamó con exalto.
Con un gesto rápido, se quitó los audífonos de los oídos, dejando que el bullicio del conflicto le llegara con toda su fuerza.
- ¡Ladrona! ¡Lo que eres es una ladrona! - afirmó con dificultad para hablar a su vez tiraba la ropa de Gloria al suelo. -Seguramente me cogiste esos riales para irte a bonchar con tus amigas. - aseguró.
La joven frunció el ceño y cruzó los brazos.
- ¿Pero qué? - dijo inclinándose para recoger algunas prendas suyas que estaban por todo el suelo.
- Pero tía, ¿Que es esto? - dijo con el ceño fruncido mientras su tia le acariciaba el cabello con vergüenza.
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La Mujer de Judas
Mystery / ThrillerEn un pueblo donde la fe y la traición se entrelazan, una mujer es condenada injustamente por intentar asesinar al hombre que ama, dejando dudas sobre su verdadera implicación en el suceso. Después de cumplir su condena, regresa a un pueblo marcado...