Capítulo 11: Dias y visita

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Los días habían transcurrido en una calma engañosa tras la reconciliación de TN con Arlecchino. Si bien los viejos rencores parecían haber sido aplacados, un nuevo nudo de tensiones comenzaba a formarse. TN, Aether y Paimon habían sido arrestados y trasladados al Fuerte Meropide por solicitud de Neuvillette, quien buscaba su ayuda para investigar la fuga de Tartaglia. Sin embargo, la prisión no era un lugar donde las cosas permanecieran tranquilas por mucho tiempo, y la situación pronto se complicó.

El fuerte estaba construido con una arquitectura opresiva, con pasillos largos y oscuros, y rejas que parecían cerrarse a cada paso. El ambiente húmedo y sofocante se combinaba con el eco constante de los pasos de los ¿presos? Más que una prisión este era más un lugar de descanso para aquellos que estuvieran dentro. TN se mantenía en calma, aunque sabía que el peligro podía acechar en cualquier rincón.

Durante una de sus caminatas por el fuerte, TN tuvo un encuentro inesperado. En una de las esquinas de los pasillos oscuros, divisó la figura de Lyney, quien lo observaba con una mirada que distaba de ser amistosa. El aire entre ambos se volvió denso, cargado de una incomodidad palpable.

TN: ¿Qué sucede, Lyney? -preguntó con voz tranquila pero firme, notando la incomodidad en los ojos del joven ilusionista.

Lyney entrecerró los ojos, su postura se tensó. No era el Lyney amigable que TN había conocido antes. Algo en su mirada indicaba que había un profundo malestar bajo la superficie.

Lyney: Vi a mi padre... -respondió después de un largo silencio, su tono grave, casi acusador.

TN frunció el ceño. Sabía que Lyney se refería a Arlecchino, pero el cambio de actitud lo desconcertaba.

TN: ¿A qué te refieres? -preguntó, aunque ya comenzaba a sospechar a dónde iba esta conversación.

Lyney: Una noche... la vi muy pensativa, casi preocupada. Eso no es algo común en ella. Padre nunca duda, nunca vacila. -Las palabras de Lyney estaban cargadas de una mezcla de confusión y resentimiento- Sé lo que le hiciste.

El silencio se extendió entre ellos por un momento. TN no pudo evitar soltar una ligera sonrisa irónica, aunque entendía el dolor detrás de las palabras de Lyney.

TN: Las cosas entre nosotros ya están solucionadas. No hay nada que temer.

Pero las palabras de TN no parecían calmar a Lyney. El joven ilusionista dio un paso hacia adelante, apretando los puños con fuerza.

Lyney: No es verdad. Desde tu encuentro, ella ha cambiado. No puedo permitir que le hagas daño de nuevo. No lo permitiré.

Antes de que TN pudiera responder, Lyney Invoca su arco, y sin pensarlo dos veces, lanzó una ráfaga de flechas dirigidas directamente hacia él. El ataque fue repentino, pero TN reaccionó con una serenidad inquietante. Moviéndose con la gracia de alguien que ha lidiado con el peligro innumerables veces, evitó las flechas con movimientos precisos y calculados que se acercaban a Lyney.

Lyney frunció el ceño, intentando crear más distancia entre ambos para tener una mejor posición de ataque, pero esa era exactamente la oportunidad que TN estaba esperando. Sin darle tiempo a reaccionar, TN se movió con velocidad abrumadora, deslizándose entre las sombras del pasillo como una ráfaga de viento.

Antes de que Lyney pudiera soltar otra flecha, TN lo agarró de la ropa, levantándolo en el aire con una sola mano. El tiempo pareció detenerse por un momento, el silencio en el pasillo se hizo pesado.

TN: No quiero hacerte daño, pero estás dejando que tus emociones te nublen la razón. -TN miró fijamente a Lyney, sus ojos serenos pero llenos de autoridad.

Entre Sombras Y LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora