CAPITULO 23 - 'CARRERA'

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MELANIE DANFORT

Los lugares están abarrotados
Los aficionados gritan y todo es un ajetreo

Me alegra ya estar en la sala insonorizada porque la carrera ya está por comenzar
- Que raro que Franco no esté en la línea de salida - comenta la morena a mi lado
- Como lo sabes? - pregunto
- mira, su coche está primero en la línea de salida pero el conductor, no está; ¿lo ves? - me dice mientras apunta hacia la pista

Me pregunto dónde estará
- ah mira ahí va
Justo en ese momento lo vemos correr hacia su auto y las cámaras lo enfocan

<prensa> Ahí tenemos a Franco Rovetski; bien dicen que lo bueno se hace esperar. Con esto los 20 pilotos están listos para iniciar la carrera

Los semáforos cambian de colores y los carros salen disparados como rayos. A medida que avanza la carrera no hay un orden claro; los pilotos se pasan los unos a los otros. Sin embargo, veo que Franco está completamente desconcertado, fluctuando entre el puesto 11 y 12.
No sé mucho de fórmula 1 pero lo que entendí es que hasta el 10 puesto obtienen puntos y clasifican y además no debe ser bueno, pasar de campeón a 11 o 12 de 20

—¿Qué le pasa? ¡Se está dejando ganar! Baja la velocidad cuando debería acelerar. ¡PARECE PRINCIPIANTE! —Esther estalla, y tiene razón. Conoce mejor a Franco, y esto no es propio de él.

—Está claro que algo no anda bien, pero no puedes gritar en un ambiente insonorizado —respondo, rodando los ojos.

—Vale, tienes razón.

Verlo a través de las pantallas, sin saber qué le ocurre y escuchando los comentarios sobre su rendimiento, me genera una ira creciente. No es solo una mala carrera; no deberían menospreciar todo lo que ha logrado hasta aquí.

Tengo que salir de esta habitación y hacer algo.
Salgo corriendo, ignorando el ruido que me rodea. Busco al equipo de Franco. No sé qué pretendo hacer, pero no puedo quedarme aquí escuchando esas críticas. Necesito saber qué le pasa, necesito intentar ayudarlo.

Sin embargo el equipo de seguridad me detiene
Intento explicarle - pero yo soy familiar de-
- No puede pasar - interrumpe uno de ellos
- Es que no entiende yo-
- Ella viene conmigo- dice una chica de anteojos que reconozco, es del equipo de Franco , Amy
- Pase - dicen los de seguridad
- Te agradezco mucho - le digo, sintiendo un alivio inmenso
- Que haces aquí , Melanie, verdad? - pregunta
No me sorprende que me conozca porque hasta este punto no se cuantas veces los he cruzado en todo este tiempo
- Si. Vi que Franco está manejando muy mal y quería ver si puedo comunicarme un minuto con él
Sus ojos se abren, claramente sorprendida
- Así que también lo notaste
- Es imposible no notarlo
- Lo supuse. Déjame hablarle al coordinador
- Te lo agradecería infinitamente

Noto que ella se acerca a la persona que tiene los auriculares grandes puestos de oreja a oreja, con un micrófono , le toca el hombro y este se agacha
Noto cada uno de sus movimientos y no puedo apartar la mirada
Él dirige su mirada hacia mí y supongo que ella ya le mencionó que quiero hablar con él, espero pueda convencerlo.

Él inclina su cabeza hacia su izquierda en señal de que me mueva y me dirijo sin perder ningún segundo

Cuando Amy pasa por mi derecha vocalizo un "gracias" a lo que ella hace lo mismo con un "de nada"

Una vez cerca del coordinador, este me mira con seriedad
- A ver niña escúchame bien; actúa normal porque las cámaras pueden captarte y esto podría ser un escándalo o noticia nacional - me advierte, sin rodeos - uno de mi equipo te dará un auricular externo me desconectará 1 minuto con Franco y te dará un minuto a ti, ¿de acuerdo?
- De acuerdo, se lo agradezco - respondo, sintiendo la presión aumentar
- No me lo agradezcas a mí, agradécelo a mi hija
- ¿A su hija?- pregunto sorprendida
- Si, a Amy- dice señalando a la chica que me ayudó antes. Mis ojos se abren como patos, ella es mi ángel guardián definitivamente

FRANCO ROVETSKI

- Bueno niña es tu turno - escucho la voz del coordinador a través del auricular
- ¿Niña? ¿Coordinador está usted bien? - pregunto sintiendo un escalofríos
Hay una leve interferencia
- ¿Coordi...?
- ¿Franco?- su voz suena más cercana
- Mel?
- Franco...Escúchame
- Mel, ¿qué rayos está pasando?
- Franco - un leve silencio- nunca fue la banda, fue el corredor. Recuerda eso. Siempre fuiste tú. - sus palabras caen como un balde de agua fría - Tú eres el campeón. Recuérdalo , confiamos en ti.
- Mel pero ¿cómo es que...?
- Franco. Gana, campeón

En un instante, el ruido se desvanece, y solo puedo centrarme en el sonido de sus respiraciones. Recordar cada una de las palabras que acaba de decir y la decisión que irradia; es el escenario perfecto. 

Estoy de vuelta en la carrera.

Más allá del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora