CAPITULO 35 - 'Juntos'

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MELANIE DANFORT

Ya habían pasado 2 años desde que nacieron mis pequeños

Ya tengo cerca de 22 años y estoy en el último año de mi carrera.
Es increíble como pasa el tiempo y aún no puedo creer la familia que hemos creado.
La primera sílaba que Jana y Jackson dijeron fue "pa" y fue a Franco mientras los bañábamos
No puedo negar que sentí ciertos celos pero a la vez me alegraba mucho que vieran en él una figura paterna.

Franco y yo nos comprometimos el año pasado. Y es que no podría decirle que no, cuando mi amor por él crece cada día más.

Estábamos terminando de arropar a los bebés e íbamos a cenar. Fue en ese momento cuando me arrastro a la sala y me quedé sin aliento ante la vista: la habitación estaba iluminada por suaves velas, decorada con flores frescas, creando un ambiente mágico.
– ¿cuando preparaste todo esto? - pregunto incrédula acercándome a la mesa
- Digamos que tuve algo de ayuda - su voz suave y cálida resonando tras de mí. Luego continuó, con una sinceridad que me llenó el corazón - Mel, sabes lo mucho que te quiero, admiro, aprecio y lo que realmente significas para mí. - Me giré lentamente hacia él, y en ese instante vi que sostenía un ramo de tulipanes azules, mis favoritos. Mi corazón dio un salto. - aunque llevamos poco tiempo juntos, cada instante a tu lado ha reafirmado que eres la persona con la que quiero compartir mi vida. Deseo que seas el primer rostro que vea al amanecer y la primera voz que escuche al despertar. Si me lo permites quiero acompañarte el resto de mis días, a ti y a estos hermosos bebés. - una oleada de emociones me azota en ese momento, ¿está pidiéndome...? - Por eso – dijo, arrodillándose y sacando una pequeña caja de su bolsillo. Mi corazón se detuvo, y llevé una mano a la boca, incapaz de contener la sorpresa - quiero preguntarte si..... ¿quieres casarte conmigo?

Shock - e-eh... y-yo... - murmuro, sintiendo que el mundo se desvanecía a mi alrededor.

- Franco, y-yo .... No sé que decir – balbuceo, la incredulidad desbordándose en mis palabras.

- Un sí o un no estarían bien, aunque si es la primera opción me alegraría mucho - bromea, y si humor me hace sonreír a pesar del torrente de emociones.

Me acerco, sintiendo que el momento se llenaba de magia. - Franco, ¿estás seguro? - cuestiono, mi voz temblorosa pero llena de esperanza.

- Mel, nunca he estado tan seguro de algo como lo estoy ahora – dice levantándose y acariciando suavemente mi mejilla con una ternura que me hizo sentir en casa—. Así que, por favor, no esquives mi pregunta. ¿Quieres casarte conmigo? —su mirada profunda y sincera me atravesó, y la curva de sus labios reflejaba un amor inquebrantable.

Solté un leve suspiro, bajando la mirada mientras las lágrimas comenzaban a formarse en mis ojos. Era difícil creer que este momento fuera real. Contra todos mis miedos, apenas logré susurrar:

—S-sí quiero —las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas—. Quiero compartir mi vida contigo, hoy y siempre.

Sentí la calidez de sus brazos envolviéndome, un refugio perfecto en el que quería permanecer por siempre. Él sonrió, la adrenalina brillando en sus ojos.

—Qué adrenalina - dice finalmente soltando el aire que tenía contenido - Este es el segundo momento más aterrador y feliz de mi vida —declara, mirándome con una mezcla de ternura y emoción.
- Segundo? - pregunto intrigada, riendo entre lágrimas
- El primero fue el nacimiento de Jana y Jackson - disipa mis dudas, y eso solo hace que ría bajo mi agarre.
- Cierto, aún recuerdo cuando nervioso estabas. Parecía que tú darías a luz y yo estaba dándote aliento. - bromeo. Y ambos compartimos una risilla.

Más allá del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora