Mi familiar es "una" Rey. (Izuku en Zero No Tsukaima)

Capítulo 7: Día de nada.

Hoy era día de descanso y las personas de este mundo lo llaman "día de nada". Como su nombre indica, hoy puedes decidir no hacer nada y solo descansar. Era muy temprano y la mayoría seguía durmiendo. Sin embargo, como solía ser regente de un reino, no estoy acostumbrada a los días de descanso en los que no tengo mucho que hacer.

Estaba caminando por las instalaciones de la academia, ya que no tenía nada que hacer. A estas horas de la mañana, pocas personas estaban despiertas y activas. Todo era tan tranquilo; todos iban a su ritmo, sin prisa.

—Un mundo sin conflictos es realmente agradable.

Para mí, este momento de paz era algo que deseaba cuando estaba en Camelot. Ver a las personas felices, sin el temor de ser atacados por bárbaros o de que reinos codiciaran nuestras tierras, era un anhelo constante. ¿Quién imaginaría que para vivir este momento tendría que estar fuera del cargo de rey?

—¡Artoria, buenos días!

Una voz familiar llamó mi atención desde la distancia. Me di media vuelta y vi a Siesta, que parecía estar a punto de salir.

—Buenos días, señorita Siesta.

La señorita Siesta llevaba una maleta y su vestimenta era más casual, ya que no usaba su traje de sirvienta.

—¿A dónde se dirige hoy, señorita Siesta?

—Hoy voy a visitar a mi familia. El último día de nada no pude ir a verlos.

Ella estaba muy alegre por este día. Había carruajes preparándose para salir de la academia.

—Por cierto, Artoria, ¿por qué estás vestida así? Hoy es el día de nada.

—Tenía planeado seguir a mi maestro y ayudarlo, pero hoy salió y dijo que no necesitaba mi ayuda. Así que estoy libre.

—Ese hombre no tiene consideración ni siquiera con su familia. —La señorita Siesta parecía algo molesta porque mi maestro me había dejado atrás.

—No tienes por qué molestarte, señorita Siesta. Él dijo que este día era muy importante y que no podía llevarme.

—No entiendo cómo puede ser tu maestro y aprovecharse de tu amabilidad. —Respondió Siesta, visiblemente indignada, antes de darme un abrazo, intentando consolarme. Ella es una persona muy amable; en comparación conmigo, no creo ser tan amable como ella.

—Bueno, ¿Cuál fue el motivo por el que te dejó atrás?

Preguntó mientras se separaba del abrazo y retrocedía unos pasos.

—Mi maestro dijo que iría a visitar a su prometida.

La señorita Siesta al escuchar el motivo por el que mi maestro salió solo, pareció entender un poco y relajó su expresión.

—Viendo que no ha ido desde que fuiste invocada por él, puedo llegar a entenderlo, pero no le habría costado llevarte con él.

—Aunque me sorprende saber que ya estaba comprometido. Ahora entiendo por qué no interactuaba mucho con las mujeres a su alrededor.

La señorita Siesta soltó una risa por lo bajo; parecía que algo le había hecho gracia de mi comentario.

—Aunque no lo parezca, es una persona muy fiel a su prometida. Yo tampoco lo he visto dirigir su mirada hacia otra mujer de manera romántica.

—Es cierto —dije pensativa—. Siempre ha sido muy respetuoso con las mujeres a su alrededor. Quizás su compromiso le da una razón para mantenerse enfocado.

Al parecer, mi maestro ama mucho a su prometida. Pensé que no tenía preferencia por el sexo opuesto, viendo cómo interactuaba con cualquier otra mujer. ¿Qué tan atractiva debe ser ella para que mi maestro sea tan fiel?