05

286 65 1
                                    

—No de nuevo por favor..

El sonido de la puerta ser abierta y cerrada sin el más mínimo aviso le alertó, giró sobre su estómago quedando recostado sobre respaldo de su cama.

— Unnie...

Sonrió.

—Hola Chewy.

Chou hizo una mueca.

—¿Por que no fue a la escuela hoy Unnie? — interrogó.

— Estaba enferma — respondió.

—Mientes.

—¿Qué? ¿Por qué lo hari- ¡¿Qué haces?!

Gritó intentando safarse del agarre de la menor, la cual estaba ahora sobre ella, estaba demasiado cerca, Joder.

— Ayer que te fuiste de casa estabas perfectamente bien ¿Cómo podrías emfermarte así de la nada?

— No así de la nada, Chewy, y ya sacate de encima o te dejo sin hijos.

— Oye, tranquila... ¡Auch! ¿Acaso eres sadomasoquista? — cuestionó sobandose la cabeza donde había sido golpeado por la mayor.

— No te subas arriba de mí y habrá paz, y ya ¡Sacate de encima Chou que me estas lastimando!

— Ya, ya perdón — se disculpó sentándose sobre el colchón — ¿Ya estas mejor entonces?

Sana asintió con un sonidito de afirmación. Tzuyu sonrió.

— ¿Me dejas tocarte un cachete?

La mayor frunció el ceño.

— ¿Por que quieres tocarme un cachete?

— Por que parece suave... y es gordito... y redon- ¡Auch! ¡Unnie no soy masoquista!

— ¡Pervertida! ¡Depravada! — gritó intentando esconder su sonrojo — Mejor ve a tocarle el trasero a otras chicas a mí déjame en paz, Chou Tzuyu.

La risa de la azabache la dejo en estado de confusión.

— Así que chiste Unnie, quiero tocar carne, no hueso — dijo moviendo sus cejas de arriba o a abajo, sugerente.

— ¡Largo de mi habitación, Chou Tzuyu!

— ¡No, no! ¡Con la consola no!

Nalgofilia ; SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora