0.6

21 3 2
                                    

El joven se sentó en un rincón junto a la ventana, su violín apoyado suavemente sobre su regazo. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente acogedor, pero la atmósfera se tornó tensa cuando escuchó los pasos pesados de su padre acercándose.

─ ¿Por qué no estás estudiando? ─ preguntó el hombre, su voz profunda y autoritaria.

El chico se encogió un poco, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

─ Estaba... estaba practicando un poco.

─ La música no te llevará a ningún lado ─ replicó su padre, frunciendo el ceño mientras entraba en la habitación ─ tienes clases que cumplir, y deberías concentrarte en tus estudios. El señor Fling está esperándote dentro del estudio.

El chico, con el violín aún en sus manos, sintió una oleada de valentía y dejó escapar sus pensamientos.

─ ¿Por qué no puedo ir a la escuela como los demás? —preguntó, su voz firme a pesar del nudo en su garganta ─ ¿por qué tengo que quedarme aquí, encerrado?

El padre lo miró con sorpresa, como si no esperara tal desafío. Sus ojos, fríos y calculadores, se endurecieron.

─ Porque mi deber es prepararte para asumir el legado familiar. No puedes perder el tiempo en frivolidades con otros jóvenes. Este es un mundo competitivo, y no puedes darte el lujo de distraerte ─ respondió.

─ Pero yo no quiero ser como tú ─ exclamó ─ quiero aprender y vivir, no solo seguir órdenes.

El aristócrata frunció el ceño, sorprendido por la audacia de su hijo.

─ No entiendes. Hay expectativas, un futuro que debes respetar. No puedes dejarte llevar por ilusiones. La música es solo un pasatiempo.

─ No es un pasatiempo, ¡es mi vida! ─ replicó Jake, sintiendo que la ira y la tristeza se entrelazaban en su pecho ─ ¿por qué no puedo tener la oportunidad de ser parte del mundo, de hacer amigos, de estudiar lo que realmente me apasiona?

El padre respiró hondo, intentando mantener la calma.

─ Porque no es seguro. En la escuela, te perderías entre la multitud, y eso no es lo que un hijo de nuestra familia debe hacer. Debes prepararte para dirigir, para ser alguien importante.

Con cada palabra, Jake sintió cómo sus sueños se desvanecían, pero no podía rendirse. Con el violín apretado contra su pecho, miró a su padre a los ojos. Mis decisiones son por tu propio bien.

─ Tal vez debas pensar en lo que es realmente bueno para mí, no solo para ti. La vida no se mide solo por el estatus o el dinero.

El silencio que siguió fue pesado. En ese instante, Jake supo que la lucha estaba lejos de terminar, pero también estaba decidido a encontrar la forma de hacer escuchar su música, incluso si eso significaba desafiar a su padre una vez más.

Cisne Blanco|Shim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora