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Miokk se adentró al salón, donde las paredes estaban decoradas con mapas y dibujos de la naturaleza. La señorita Park explicaba los principios de la aritmética pero la chica apenas podía concentrarse.

─ Miokk ¿puedes resolver este problema en la pizarra? ─ preguntó interrumpiendo sus pensamientos.

Se levantó, sintiendo la mirada de sus compañeros sobre ella. Se acercó a la pizarra y, con una sonrisa, comenzó a convertir el problema en una historia.

─ Imaginemos que hay cinco flores en un jardín. Si tres de ellas son rojas y dos son amarillas, ¿cuántas flores hay en total? ─ dijo mientras dibujaba las flores.

Los murmullos de sus compañeros se convirtieron en risas, y Miokk sintió un ligero sonrojo en sus mejillas.




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Durante el recreo, la chica se sentó en un rincón del patio mientras sacaba su almuerzo, de pronto Hyori se acercó con una sonrisa y colocó su canasta sobre la manta.

─ Traje tartas de frambuesa ─ comentó sentándose.

─ Espero que te gusten los sandwiches de mermelada y las naranjas.

─ Fue divertida tu demostración en clase ─ con una sonrisa miró a  Miokk mientras ponía cerca de ella dicha tarta.

─ La señorita Park no pensó lo mismo ─ rió.

─ La vida es un poco aburrida sin un poco de locura.

No era nada nuevo que las demás niñas no quisieran juntarse con ella. El hecho de no pensar de la misma manera que ellas y tener una personalidad distinta la hacían sentir cierto rechazo, pero intentaba ignorarlo ya que ella era su mejor compañía.

Cerca de ellas habían unas flores de campo sobre el césped, tomó una flor y se la entregó a Hyori y después tomó la otra poniéndola sobre su oreja.

─ ¡Bienvenidos a nuestra fiesta de té real, amigos! ─ aunque solo eran ella y Hyori.

Hyori soltó una risita mientras cubría su boca y siguiéndole la corriente a Miokk sirvió leche simulando té.

─ Somos unas princesas que toman té en un jardín de flores, bajo una hermosa atmósfera y con cientos de nubes con distintas formas ─ continuó Hyori.

Este había sido su mejor recreo ya que nunca se había divertido tanto, había pasado recreos compartiendo su almuerzo con el resto de las chicas pero sus conversaciones eran grises y sin imaginación. Hyori era divertida y estaba disfrutando pasar tiempo con ella.

Al final del recreo, Miokk se dio cuenta de que la conexión que había sentido con Hyori, después de años pensó que finalmente había conseguido una amiga.

Cisne Blanco|Shim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora