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A medida que la tarde se desvanecía en tonos dorados y naranjas, Miokk miraba por la ventana, su mente viajando a lugares donde la tristeza no existía.

Desde que su abuela había caído enferma, la casa había perdido parte de su brillo. La risa de su abuela, que solía resonar en cada rincón, ahora se apagaba por la tos persistente y el cansancio. Miokk recordaba las historias de hadas y aventuras que su abuela le contaba cada noche, historias que ahora parecían tan lejanas como el sol que se ocultaba.

─ ¿Miokk? ─ la voz de su abuela la sacó de sus pensamientos.

─ Sí, abuela, aquí estoy ─ se acercó rápidamente a la cama donde su abuela se encontraba rodeada de mantas.

─ ¿Podrías traerme el libro de cuentos? ─ su abuela sonrió débilmente. Era un gesto que siempre llenaba de luz a Miokk, incluso en los momentos más oscuros.

Con manos temblorosas, Miokk buscó entre los estantes polvorientos hasta encontrar el viejo libro encuadernado en cuero, cuyas páginas estaban amarillentas por el tiempo. Se acomodó en el borde de la cama y comenzó a leer en voz alta. Las historias de valientes caballeros y mágicas tierras parecían envolver la habitación.

─ Tengo un amigo nuevo ─ confesó ─ por primera vez en mi vida alguien no huye de mi ─ sonrió ─ su nombre es Jake.

─ ¿Jake?, cuentame sobre él.

─ Le encanta la música, siempre está tocando el violín. Es tan talentoso ─ Miokk se iluminó al recordar las melodías que había escuchado. Su voz se llenó de admiración ─ suena como si estuviera tocando el alma de cada canción.

La abuela sonrió.

─ Eso suena hermoso.




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La mañana en la escuela comenzó como cualquier otra, pero para Miokk. Mientras entraba al aula, las risas y el murmullo de sus compañeros llenaban el espacio.

Miokk se sentó junto a Hyori, que ya tenía su pizarra sobre la mesa.

─ ¿Han oído sobre la familia Shim? ─ preguntó Mina, una de las chicas del grupo.

─ Sí, el señor Shim es un aristócrata ─ respondió Hyori ─ tienen una mansión enorme al final de la calle. Nunca he estado allí, pero dicen que es como un castillo

Miokk, intrigada, se inclinó hacia adelante.

─ ¿Saben si tienen hijos? ─ habló otra chica.

─ Tienen un hijo, se llama Jake. Pero nadie lo ha visto mucho.

La chica estaba atenta a la conversación sin agregar algo, en realidad nunca sabría de la existencia del chico de mi haber sido por su encuentro en el bosque y no evitaba pensar que quizás él tuviera una vida triste y solitaria en su casa. Ella no se imaginaba sin poder asistir a la escuela, era de las mejores obligaciones que tenía, amaba aprender y aunque a veces sus compañeros no fueran las mejores personas aún así era encantador asistir.

Pero Miokk ya había llegado a la vida de Jake pintandola de colores.

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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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Cisne Blanco|Shim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora