☆ﾟ.*･｡°𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐫𝐝𝐢𝐧 𝐝𝐞 𝐖𝐞𝐥𝐜𝐨𝐦𝐞 𝐇𝐨𝐦𝐞ﾟ.*･｡ﾟ☆

Compañía

Abriste tus ojos lentamente acostumbrandote a los rayos de luz que pasaban por la ventana.

Cuando estuviste completamente despierta te diste cuenta de que te encontrabas en una casa que, obviamente, no era la tuya.

Esas paredes rojas, los detalles con amarillo, el techo color azul y los muebles de (casi) los mismos colores no eran parte de tu casa, eso estaba claro, pero, entonces, ¿de quién era aquella casa?.

Quitaste las sábanas que cubrían tu cuerpo y te sentaste en la cama, analizando a detalle la peculiar habitación en la que te encontrabas, te quedaste viendo la ventana observando la luz del sol que pasaba por la misma, ¿que hora era?, ¿cómo llegaste ahí?, te quedaste tan sumergida en tus pensamientos que ni siquiera notaste cuando aquella figura entró a la habitación.

— Oh, buenos días, te traje el desayuno. –Habló sentándose a tu lado y dejando la bandeja que sostenía el plato y demás cosas con el desayuno–

— ¿Qué tal dormiste?. –Sonrió–

— Yo...¿dónde estoy?. –Preguntaste aún confundida–

— En mi casa, es obvio, ayer te quedaste dormida y no quería molestarte entrando a tu casa, así que te traje a la mía, espero no te moleste. –Explicó aún con su sonrisa como si leyera tu mente y la duda de cómo terminaste en la casa de tu vecino–

— ¿Ah?, no, para nada, muchas gracias por dejarme pasar la noche aquí, espero no haberte causado alguna molestia. –Le devolviste la sonrisa–

— No te preocupes...anda, come. –Dijo acercándote la bandeja con el desayuno rompiendo el contacto visual que habían creado–

— Gracias... –Susurraste tomando el desayuno con un ligero rubor en tus mejillas–

El desayuno pasó normal, con la compañía de tu vecino y pequeñas charlas y risas por parte de los dos entre ese tiempo.

— Entonces, ¿irás a casa?. –Preguntó–

— Sí...tengo unas cosas que hacer. –Respondiste con una sonrisa, mirándolo frente a ti antes de salir de su casa–

— Está bien, entonces, si necesitas algo o quieres compañía puedes llamarme. –Sonrió–

— Sí, muchas gracias. –Le diste una última mirada antes de salir de ahí–

Llegaste a tu casa y te diste un baño, te cambiaste a una ropa cómoda y te sentaste en tu sofá prendiendo la televisión para poner algo de fondo, checaste tus mensajes y la mayoría no eran cosas importantes, viste un mensaje de Miranda preguntándote cuando podrían volverse a ver, pero decidiste ignorarlo, no querías volver a sentirte así.

Pasaron unas horas hasta que finalmente llegó la tarde, no tenías hambre pero tenías antojo de algo dulce, te arreglaste, tomaste dinero y saliste de tu casa en dirección a la tienda de Howdy.

Después de muy poco tiempo caminando llegaste a la tienda, abriste la puerta y entraste escuchando el típico sonido del cascabel en la entrada de la tienda que le avisaba a Howdy cuando alguien entraba.

— ¡Howdy, buenas tardes! –Hablaste, tal vez demasiado animada–

— Oh, linda, ¿Como te va?, ¿En qué puedo ayudarte?. –Te respondió con una sonrisa–

— Bieen, necesito harina, azúcar, una barra de mantequilla, 9 o 10 manzanas  y una bolsita de canela en polvo, por favor. –Le pediste amablemente–

— Por supuesto, ¿sería todo? –Te respondió mientras metía todas tus cosas en una bolsa–

— Sí, gracias.

Howdy te entregó tus cosas, pagaste y saliste de la tienda rumbo a tu casa, al llegar sacaste los productos y comenzaste a preparar el pie de manzana, obviamente completando con los otros ingredientes que tenías en casa.

Cuando terminaste ya había empezado a caer la noche, tomaste tu celular y enviaste un mensaje.

"¿Estás libre?, preparé pie, ¿quieres venir?"

(Visto)

Pasaron unos minutos y el visto seguía ahí, sin respuesta, comenzabas a sentirte desanimada hasta que escuchaste el timbre de tu casa sonar, caminaste hasta la puerta y la abriste, topandote con esa figura tan familiar.

— Hola...¿puedo pasar? –Sonrió–

— Claro, adelante. –Te hiciste a un lado para que tú vecino pudiera pasar–

Él pasó, esperándote en la entrada de la cocina.

— Creí que no vendrías. –Soltaste, invitándolo a sentarse.–

— Nunca te rechazaría un plan. –Te respondió mientras se sentaba–

Tú te limitaste a soltar ese lindo rubor en tus mejillas mientras cortabas una rebanada del pie de manzana que preparaste y lo servías en un plato para tu acompañante.

— Yo...t-toma. –Le acercaste el plato intentando ocultar tu sonrojo–

— Gracias. –Te miró sonriendo y probó el postre mientras tú lo mirabas ansiosa por su reacción–

— Mmm...¡Esto está increíble, es el mejor pie que he probado!, ¿Es de manzana? –Preguntó emocionado mientras se llevaba otro pedazo a la boca–

— S-sí...lo preparé yo, no sabía si te iba a gustar. –Respondiste algo avergonzada–

— ¿Gustarme?, ¡me encanta, es lo mejor que he comido en toda mi vida, cocinas genial!.

Te sonrojaste y agradeciste sus comentarios, te alegraba que a alguien le gustara lo que preparabas, te hacía sentir bien.
Mientras ustedes dos terminaban lo que habías preparado se llegó una no tan alta hora de la noche entre pláticas, risas, chistes y cosas sobre ustedes, hasta que los dos comenzaron a sentirse cansados y con sueño.

Wally se despidió de ti y te agradeció por compartir ese rato con él y preparar el pie que tanto le gustaba antes de irse a casa, una vez que se fue te cambiaste a tu pijama y te acostaste en tu cama, tenías nuevamente el rubor en tus mejillas que algunas veces aparecía en compañía de él, sin duda eran nuevos sentimientos y emociones que estabas descubriendo, estabas comenzando a sentir una nueva atracción hacia tu vecino y te preguntabas qué era eso que sentías y si él sentía lo mismo.

Sin duda solo quedaría averiguarlo con el tiempo.

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[🌟🍒]: Hola amigones, volvimos después de muchísimo tiempo, disculpen eso, ya sabemos que habíamos prometido estar más activas pero nos da el bloqueo y no podemos, una disculpita por eso, pero ojalá les guste el cap, lo hicimos con mucho amor para los que leen está historia, los queremos, besos. 🫶🏽

[🌟] PD: ¿Alguien aún lee está historia?