CAPITULO 7: LA CADENA...

27 2 0
                                    

La tarde se había vuelto pesada en el cuartel general. Desagrado observaba desde un rincón mientras el ambiente se llenaba de risas y murmullos. Sus ojos se detuvieron en Temor, quien, ajeno a su presencia, entregaba una cadena con la letra "T" a Ansiedad. La sonrisa de Ansiedad brillaba con una alegría que Desagrado no podía soportar. La escena le partía el corazón.

La tensión en su pecho se intensificó cuando Ansiedad, con ojos chispeantes, le agradeció efusivamente a Temor. La reacción de Desagrado fue instantánea; los celos la invadieron. Sabía que nunca podría competir con la luz que irradiaba Ansiedad, una luz que parecía eclipsar todo a su alrededor.

—¿Qué pasa? —preguntó Envidia, quien se había acercado a ella, notando su incomodidad.

Desagrado apartó la mirada, incapaz de articular una respuesta. En su mente, se repetía la misma pregunta: ¿Por qué nunca fue ella la elegida? Aunque no lo admitiera, el dolor de ser la "otra" la devoraba. En su interior, una voz le decía que nunca tendría el amor que anhelaba, que su esfuerzo por ser perfecta nunca sería suficiente.

Observó cómo Ansiedad le devolvía el gesto a Temor, ofreciéndole a cambio una cadena con la inicial "A". La escena se volvió más desgarradora, y el sentido de traición se apoderó de ella. Desagrado cerró los ojos, intentando bloquear la realidad que la rodeaba, pero era imposible.

El eco de las palabras no dichas resonaba en su mente. Las memorias de cuando Temor le confesó su amor, solo para ser ignorado, comenzaron a atormentarla. En ese instante, comprendió la complejidad de su situación: el amor que deseaba estaba destinado a otra persona.

—¿Por qué no mejor vas con Ansiedad? —musitó, apenas audible, mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

El silencio se apoderó de ella, y su corazón se desgarró aún más. Desagrado se dio cuenta de que la vida continuaría, pero su amor por Temor sería siempre un secreto guardado entre sombras, una tristeza profunda que nunca podría compartir.

Sin poder soportar más, dio media vuelta y se alejó, dejando atrás el bullicio, sabiendo que, en el fondo, su amor sería siempre una batalla perdida.

¿Porque yo No?: La Historia de Temor Y Desagrado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora