CAPÍTULO 16: Hoy te quiero cerca

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NARRA JOE 

La casa era grande, bonita vista, un patio amplio y una piscina que, aunque no era la más espaciosa, seguramente se podría disfrutar bastante.

No esperé mucho tiempo más, ayer me quedé en casa de Carla, decidimos no dormir juntos aún, entonces tuve bastante tiempo ayer en la noche para organizar mi agenda junto a mi manager; estuvimos casi 5 horas al teléfono mientras movíamos reuniones, entrevistas y pasajes de avión.

Estos próximos meses serían muy movidos, teníamos algunos conciertos dentro del país, un par de entrevistas y bastante trabajo extra, como yo le llamo, que son: sesiones de fotos, pruebas de vestuario y un par de cosas no tan interesantes.

No me pude resistir y ya hoy estaba viendo una de las casas que alquilaría por los próximos meses, me gustaba bastante y podía imaginar a las niñas corriendo por aquí y por allá.

Me dirigí hacia la casa y ahí estaba ella, observado el techo como si nunca hubiese visto uno.

- ¿Algo en particular que te guste de los techos? - Me acerqué a ella.

- Ja, ja. -dijo burlona mientras cruzaba los brazos y señalaba hacia arriba- es una estrella, ¿la ves?

Me hizo subir la mirada, y sí, en efecto, la forma en la que estaban colocadas las piezas de madera, daba el efecto de una estrella gigante y un poco abstracta en el techo. Sonreí al darme cuenta de lo detallista que era y dirigí la mirada hacia ella.

- La veo.  

- ¿Te gusta la casa? - Me preguntó curiosa.

- Me encanta, creo que esta es. - Le sonreí.

Carla se sentó en uno de los muebles soltando un suspiro, me senté junto a ella en silencio.

- Es hermosa... Ya puedo imaginar la fiesta de bienvenida que harás. - Rió.

- "Que haremos" querrás decir.

- Joe, mi casa está a 20 minutos de distancia de aquí... puedo venir, pero no viviremos juntos. - Dijo un poco preocupada.

- Oh, claro que sí. - Dije firme.

- Joe...

- No, Carla. Quiero tenerte cerca, conmigo.

Hubo un silencio más largo de lo esperado, hasta que se atrevió a hablar.

- ¿No te parece que estamos yendo muy rápido? - Dijo reposando su cabeza en el espaldar del sofá.

Me giré para verla de frente. - Estoy en la edad en la que el tiempo no es tan importante.

Bufó y negó con la cabeza. - Pero yo sí. No estoy lista para ir tan rápido... - Desvió la mirada.

- ¿Tienes miedo? - Acaricié su mejilla.

Me miró con unos ojos que me hicieron querer sostenerla en mis brazos y decirle al oído que no debía temer de nada mientras yo estuviera a su lado, pero estaría mintiendo si decía que yo no estaba aterrado también. 

- Mucho. - Respondió casi en un susurro, lo que me hizo sonreír.

- Yo también. - Me acerqué a ella.- Iremos a tu ritmo, ¿te parece? sin presiones.

Ella asintió y me sonrió, de un momento a otro, había dejado un beso en mis labios que casi no me dio tiempo de disfrutar, era la primera vez que se atrevía a darme un beso de esta manera, despreocupada y sin un gran contexto de deseo detrás.

Podría acostumbrarme a esto.

- ¿Y eso por qué fue? - Solté una risa entre dientes.

- Porque sí. - Sonrió y se levantó del sofá.

MAGNETISMO - Joe JonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora