16[ Michelle, eres un mounstro del infierno

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Bill

el sonido de el despertador resuena por toda la habitación, indicando que ya es otro día común con Tokio hotel, la luz tenue se filtra a través de mi ventana y se dirige a mi rostro el cual provoca que frunza el ceño y me de la vuelta para que cierta luz ya no me moleste; aun con los ojos cerrados, proceso toda mi existencia desde que soy espermatozoide y después de minutos estando así, suelto un suspiro pesado, tomo fuerzas para incorporarme en mi lugar, me estiro y luego me paso una mano por el cabello desordenado; trato de recordar que me depara el día de hoy y si que será un día largo, lleno de ensayos y preparativos para una próxima gira que tenemos dentro de unas semanas en otro país.

me levanto de la cama para dirigirme a la puerta y una vez que la cierro detrás de mi, camino en dirección a la cocina donde logro escuchar ruidos de cucharas y tazas, al llegar me encuentro con Tom preparando café, y su expresión de semidespertar revela que no es exactamente una mañana amigable para él. 

- ¿Puedes dejar de hacer ruido, por favor? Necesito al menos dos tazas de café antes de que empiece a hablar con el mundo- gruño, aun con voz de sueño 

- ¿ni un buenos días al menos?- Tom Gruñe un tanto molesto y yo solo dejo salir un bufido que sonó mas a una risa sarcástica y Gustav llega justo a tiempo para escuchar la queja de mi hermano.

-La música es la que te despierta, Tom. ¡Despierta!-, bromeó, tomando un sorbo de su propia taza y yo solo puedo notar como Tom aprieta la mandíbula en señal de molestia.                     Georg se unió poco después, con su habitual energía matutina.

 -¿Hoy ensayo en el estudio o tenemos esas entrevistas programadas?- alza una ceja 

-Hoy tenemos una mezcla- respondo, mientras buscaba mi teléfono que estaba en el bolsillo de mi pantalón

-Primero, una entrevista con una revista, luego una sesión de fotos, y después, ensayo en el estudio- hago una mueca de desagrado, pues lo último que quiero hacer es todas esas putadas

-será mejor que tomemos un desayuno rápido antes de irnos- dice Gustav mientras termina de lavar su taza y se seca las manos en su ropa

-exclamó el papá de los pollitos- dice Tom rodando los ojos con una sonrisa burlona 

-agradezcan que me preocupo por ustedes, idiotas, porque yo seria capaz de dejarlos abandonados como...- Gustav hace una pausa, como si estuviera a punto de decir algo que no debe, y al parecer iba a mencionar a nuestro padre, pero creo que prefirió no decirlo  

- como para que vean por ustedes mismos- Gustav frunce el ceño, y su rostro de seriedad solo me hace reír

-vale, yo cocino primero- digo acercándome al lavamanos mientras me acomodo las mangas 

- cual primero, ahí vean por ustedes- Tom se acerca al lavamanos y me empuja para que le de espacio 

- ¡oye!- refunfuño mientras vuelvo a empujar a Tom

- no se que hay, ¿Qué hago?- habla Gustav en un tono casi desesperado mientras revisa el refrigerador 

-lo que sea, aunque sea un jugo- dice George mientras el también se lava las manos

- si claro, pero yo no me haré cargo de ti cuando te desmayes en plena entrevista por no haberte metido nada en la boca mas solo jugo- Gustav alza una ceja y George solo suelta un resoplido molesto    

Después de un desayuno rápido, nos subimos a la camioneta que nos llevaría al lugar de la entrevista. La atmósfera esta llena de risas y bromas. Tom intentó poner una canción, pero yo rápidamente lo interrumpí

𝐌𝐢 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐧𝐨 𝐭𝐚𝐧 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚-Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora