Capítulo 240: La Dama de la Noche (64)

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Capítulo 240: La Dama de la Noche (64)

(Región Norte - Afueras de Nueva Ciudad Atlántica)

(Bosque sin Nombre)

Se había levantado una gran carpa detrás de un acantilado. Esta carpa podía albergar a unas veinte personas y había sido especialmente modificada.

El material que formaba la carpa había sido recubierto con una gruesa capa de pintura adhesiva que bloqueaba completamente el paso de la luz solar hacia su interior.

Esto hacía que el interior de la carpa estuviera completamente oscuro, a pesar de que el sol del mediodía brillaba intensamente en lo alto.

Una hermosa vampira, vestida con un elegante vestido azul marino, estaba de pie en el centro de un extraño círculo rojo.

A su alrededor, once vampiros sostenían diversas armas en sus brazos.

Algunos llevaban espadas, arcos, flechas, dagas y látigos, mientras que otros llevaban armas más modernas, como pistolas y granadas.

"¿Están listos?" susurró suavemente la princesa Esme.

Los vampiros a su alrededor asintieron, y una sonrisa aterradora cruzó el rostro de la vampira.

Todo estaba preparado.

Al final del día, Camilla estaría muerta.

La Casa Mornt y el príncipe Antonio serían los dos gobernantes de los vampiros... bueno, al menos hasta que ella matara a ese viejo tonto y tomara todo el poder y la autoridad para sí misma.

La princesa Esme apenas podía contener su emoción mientras imaginaba un futuro como la única gobernante de todos los vampiros.

Desde el Primer Ancestro, ningún vampiro había logrado unir a toda su raza en una sola facción.

Esme quería ser la sucesora del gran Ancestro, el padre de todos los vampiros, quien les había otorgado la inmortalidad.

Las líneas carmesí en el suelo se retorcían ligeramente como si estuvieran vivas. La energía mágica llenaba el aire, y la oscuridad dentro de la carpa parecía volverse sólida.

La princesa Esme sostuvo un antiguo libro en su mano derecha y pasó a la página donde se encontraba el hechizo de teletransportación.

Todo gracias a este libro.

Su mayor tesoro.

"Immortui lanuae castrum" susurró la princesa Esme, sintiendo cómo su fuerza vital comenzaba a drenarse.

La magia de sangre siempre tenía un precio, pero para un inmortal, sacrificar años de vida era como tratar de vaciar el mar con una simple taza.

Las líneas carmesí brillaron intensamente, y una terrible presión descendió sobre los vampiros en el círculo.

La presión fue tan intensa que la mayoría de los vampiros cayeron de rodillas.

"¿Qué... qué está pasando?" exclamó la princesa Esme, sorprendida al sentir que el drenaje de su fuerza vital se intensificaba cien veces más.

Esto no tenía sentido.

Un hechizo de teletransportación masiva debería haber usado solo unos doscientos años de vida, pero la vampira podía sentir cómo su inmortalidad se desvanecía lentamente.

La princesa Esme gritó de horror al ver cómo arrugas comenzaban a aparecer en su pálida piel.

Su largo cabello rojizo empezó a marchitarse, y mechones de gris empezaron a extenderse desde las raíces.

Seducir a la Villana (Parte 2) (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora