Capítulo VI - El Amo

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-Entonces haremos eso, ¿Aliemer estás de acuerdo?

-Sí Orbea, es la única forma.

...

No hace mucho tiempo, en épocas que en la Tierra ni siquiera tenía televisión satelital, ni forma de ver las estrellas que no sea a través de un telescopio, en algún lugar recóndito del Universo, habitaba un ser.... no un ser común y corriente sino uno que era capaz de soportar una fuerza gravitacional de 100 planetas (nunca entendí esas referencias o comparaciones), podía controlar un poder capaz de hacer arrodillar al mismísimo Creador del Todo.

A este ser lo llamaban El Amo, nunca nadie había visto su aspecto pero sabían que en alguna parte del Universo estaba. Eran susurros que iban de un pueblo a pueblo, y de planeta en planeta, salvó que a la Tierra nunca llegó esa información debido a que no pensábamos que existieran otros seres en el Universo.

El Amo tenía un propósito: traer la maldad al Universo y evitar que nadie se metiera en su camino.

...


Dos semanas antes de que apareciera el Münriack en la Tierra


-¡Oye Skipt! Encontré la trayectoria, ahora mismo revisaré en la Gendwa (1) en qué zona estará.

-Haz lo que creas conveniente no te olvides de informarle...

En esa oración estaba la clave: era un ascenso, nadie era capaz de verlo o hablar con él, a menos que tuvieras un permiso o ser de la élite de sus guardias y consejeros, aunque una vez que lo veías tenías prohibido responder como era su aspecto.

Hacía bastante que estaba en el sector, había llegado cuando los rebeldes, esos que apoyan a alguien que ni siquiera existe, atacaron mi planeta, Skipt me recogió y me enseñó todo lo que sé.

Toda la información que habían pedido que buscará la guardé en mi Ipic, esas cosas sí que eran sensacionales; mientras me dirigía al Salón Grandfty me detuve para ver algo absurdo y que en algunos días eso se acabaría. Era un discurso de uno de los delegados de Alcalá, el mayor comerciante de alcaloides y un participante activo en protestas contra mi jefe. Llegué al ascensor y toque el botón que me dirigía a mi destino.

-Buenas tardes señor, he venido porque conseguí lo que me pidió, encontré la trayectoria y pude localizar el lugar adonde llegará y......

-¿Cuál es tu nombre?

-Ehh... mi nombre es... Grindw.

-Te felicito Grindw me has ayudado a ganar la batalla, ahora acercarte para estrechar tu mano con admiración.

...

-Concejal Skipt ya puedes acercarte, quiero que limpies la zona y traigas a los Qaterback y a la Comisión. Gracias a tu elección, el muchacho hizo un excelente trabajo.

-¿Por qué lo asesinó, mi Señor?

-Insulto mi nombre al mirarme, además sabía demasiado.

El concejal Skipt con una seña limpió el lugar. Con una mirada triste se llevó el cuerpo del que alguna vez fuera su hijo pero de otros padres.

-He hablado con el Líder Supremo, quiere que les informe que localizamos el Münriack en un planeta llamado Tierra, su tiempo de destino es de dos hyos (2).

-Entonces vamos al planeta, recogemos el Münriack y ¿listo?.

-Es correcto Aliemer, organicen sus equipos y preparen un plan para su llegada a la Tierra.

La Odisea de WinstonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora