Volviendo a mi habitación
-¿Por qué quieres hablar conmigo? Ni siquiera sé quién eres. Por favor déjame de molestar, llamaré a la policía o.... llamaré a la policía galáctica si es que eso existe para ustedes.
-No tienes que temerme estoy aquí para ayudarte, y para advertirte sobre algo.
-¿De qué quieres advertirme?- pasaron segundos y nada -¡Oye te estoy hablando! Respóndeme.
-¿Con quién hablas, fenómeno?- respondía desde mi ventana Aleera.
-Aaahhhh..... ¿qué haces aquí?- creo que no debí gritar, escuché los pasos de uno de mis padres acercándose a mi puerta.
-Hijo, ¿estás bien? Tu madre dice que gritaste- mientras mi padre abría la puerta yo veía a Lily que miraba feliz la ventana, pequeña traidora.
-Eehh.. si estoy bien papá.... lo que pasa es que Lily se había escondido en mi armario y me asustó, solo eso fue. Estoy bien papá no tienes que preocuparte ni nada- mi padre me miró con despreocupación y se llevó a Lily para que se durmiera. La tomó de los brazos y mientras se iban saludaba a la ventana, olvidándose de mi persona. Al cerrar la puerta me giré a la ventana:
-¿Aleera dónde estás? ¿Aleera? Oye si no quieres que grite otra vez te conviene aparecer ahora.
-¿Me tienes miedo, fenómeno?, yo no quería asustarte, Orbea me pidió que viniera a..... ¿Ese es el Münriack?- se dedicó a mirar el cajón de mis calcetines (dios que vergüenza), me sonroje un poco.
-¿Qué? Ehh.. sí ese es, te lo daría pero Orbea dijo que nadie más que El Amo, Tangre Ayn, perdón Tánger Ayn, y yo pueden agarrarlo con total normalidad.
Con asombro ella me explicó que pensaba que era más grande y no una minúscula roca, luego preguntó por mi familia y cuando estoy por preguntar por la suya aparece Orbea.
-Tus padres y tus hermanos están dormidos, buen trabajo Albur mantuviste a salvo a Lily y al Münriack, así que mi regalo será no estudiarte. Buen chico, cambiando las cosas de temas...
-Orbea se dice "cambiando de tema" no "cambiando las cosas de temas".
-Eso dije E.W. no me interrumpas- negué con la cabeza -Aleera, ¿cómo encontraste el lugar? De seguro de maravilla, bueno como seguía diciendo no puedo perder ningún minuto de todo esto- era la primera vez que vi a Orbea muy nervioso y eso que me había ido de viaje a esa habitación extraña -esto de aquí Aleera son todas las pruebas que le hice al muchacho, verifica todo y dame tu opinión, mientras ella hace eso, tú y yo hablaremos frente a frente... o cara a cara.
Al terminar de dar sus órdenes dio un respiro hondo y con un salto se dirigió hacia donde estaba yo:
-Euribor necesito que seas muy honesto conmigo y dime todo lo que sientes y todo lo que te pasó desde que estuviste en esa habitación- Aleera lo miró y luego me miró a mí.
Sabía que iba a ser una larga noche, adiós a mi sueño reparador.
-De acuerdo, pero deja que busqué un vaso de agua, volveré en un segundo- al bajar las escaleras fui corriendo a la cocina e hice todo rápido con el temor de que me llevarán a otra parte en un abrir y cerrar de ojos.
Tienen que entender que vivir lo que viví en esa habitación fue aterrador, sumado a que mi futura esposa y madre de mis hijos resultó ser una asesina que buscaba el Münriack no es fácil de digerir bien, y eso que no mencioné la voz.
Al volver comenté todo otra vez como cuando se lo conté en la nave agregando que sentía algo raro dentro mío y la voz extraña que me habla.
-¿Voz extraña? ¿Cómo puede ser posible todo esto? ¡Yacht! Voy a enloquecer, dame un minuto para pensar.
Orbea se alejó y se metió en el armario. Aleera lo observó, y luego a mí, analizándome como si tuviera algo en mi cara o estuviera enfermo.
-Ehh... Aleera, ¿dónde está tu hermano?- le pregunté tras un silencio bastante incómodo y un escrutinio minucioso hacia mi persona.
-Volvió a la base, necesita dar la información sobre nuestro viaje y comentar que el Münriack desapareció, seguramente la Comisión pudo llegar a entregarlo a los grupos rebeldes, y cosas así. En cuanto a ti, no tengo ni idea que dirá para que no sigan viniendo por ti.
-O sea que ustedes son espías dentro de la base de los tipos malos- habla con un tono de sorpresa -Y no saben cómo sacarme de todo este lío- ella solo me asintió -Fantast..... ¿Aleera?- mi vista se concentró en la ventana.
-Sí fenómeno.
-Tengo nombre lo sabes ¿verdad?... no me distraigas, es normal que esa estrella se esté acercando hacia nosotros.
-¡Rayos! Euribor despierta a tu familia y sácalos de aquí. Espera no te olvides del Münriack, ¡Orbea! Vamos sal de ahí- tras decirme esto fui golpeando todas las puertas y gritando que había que salir porque una estrella se acercaba hacia nuestra casa.
Como era de esperarse nadie cree en los locos que gritan, mi madre abrió su puerta y me dijo que bajara la voz que estaban todos durmiendo, y que si no lo hacía aumentaría mi castigo.
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Notas de la autora:
Lo sé, es un capítulo pero me gusto dejarlo así, ahora vamos con las preguntas:
¿Cuál es la advertencia que tenía que dar la voz? ¿Por qué andaba nervioso Orbea?
¿Podrá despertar a su familia a tiempo de que "esa estrella" impacte en la casa? Descúbranlo en el próximo capítulo..... "El Escape"
Hasta la próxima actualización, que creo que puede ser pronto
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La Odisea de Winston
Bilim KurguCuando un planeta está en problemas, cuando un pueblo no tiene salida... todos llaman a... Winston. Este ser extraño es capaz de identificar los problemas que enfrentan sus amos en toda la galaxia, aunque no se tiene mucha información sobre él. No t...