bromas

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Lunes a primera hora, mi cabeza palpitaba ligeramente por la desvelada de la noche anterior y la actividad física, me arrastre por los pasillos del colegio, con la vista ligeramente nublada, me sentía completamente adormilada, subí las escaleras a paso de caracol y me deje caer en el primer asiento vacío de mi salón, lleve mis manos a la cabeza y cerré los ojos con fuerza para intentar aclarar mi mente y afrontar el largo dia que me esperaba al sonar el timbre.

Pase mi mano de arriba a abajo por mi cara y finalmente abrí los ojos, me incorpore en mi asiento.

Una suave sonrisa se formó en mis labios, cuando ví a mis amigos entrar en el aula, ellos también tenían cara de agotados por la fiesta de la noche anterior, ese día no tuvo más nada que yo intentando mantener en pie mientras mis ojos se cerraban por el sueño.

....

Sara era una persona que se podía considerar prácticamente homofóbica, realmente no del todo, pero las personas de mi tipo no era algo que Sara le agradará, a mí me gustaba molestar con eso, y ahora tenía una escusa perfecta y increíble.

-Sara me encanta tu hermana- dije en un tono dramático lleno de broma y dramatismo.

me dió una mirada de desprecio y diversion.
-no vuelvas a decir eso en tu vida- dijo con una mueca en el rostro.

Estuve bromeando con Sara toda la semana, hasta el jueves, era la hora de salida y los pasillos estaban llenos de personas y hacía mucho calor por el movimiento de gente, yo salí corriendo directamente al salón donde me tocaba esperar que me vinieran a buscar, me arrecoste en el marco de la puerta, viendo a las tantas personas caminando por el pasillo, mis ojos se frenaron en una figura conocida con sus resaltantes lentes azules...

Rápidamente ví una oportunidad para molestar a sara.

-hey, ven- le dije a la morena.

Ella me dió una mirada y se acercó a la puerta con una sonrisa en su rostro, un leve escalofrío me recorrió pero lo descarte.

-como estás?-le sonrei ampliamente

-bien y tú?- se llevó una mano al bolsillo y saco su teléfono fijando su vista en el, de reojo vi como cambiaba la música que sonaba en sus audífonos, luego me miró nuevamente.

-que bueno, yo bien-en ese momento me di cuenta de nuestras cercanía en el marco de la puerta, no era tanta pero era algo, sacudí mi cabeza descartando esa idea.

Ella recorrió la vista hacia la parte de adentro del salón, le seguí en movimiento y Vi a Sara y a sus amigos jugando un juego de 4 jugadores en un telefono, si lo sé demasiado infantil, ellos no parecía darse cuenta de nuestra presencia, volví mi vista hacia el otro lado viendo como el pasillo estaba completamente solo y vacío ya no había nadie, los ruidos habían desaparecido y una suave brisa entraba de algún lado.

-que hiciste hoy?- la voz de la morena me saco de mis pensamientos y le di una sonrisa amplia.

-Nada interesante, estar sentada todo el día, escuchando clases aburridas- ella solto una pequeña risa y una sonrisa involuntaria se formó en mis labios ante su risa.

-que están haciendo?- pregunto Mariana, haciendo que recordara que no estaba sola con la morena frente a mi.

-aqui- se alzó de hombros la morena.

-vamos al baño- dijo Mariana.

Nos empujó por los hombros a ambas llevándonos al baño, yo me recosté en la pared mientras veía a Mariana arreglarse el cabello, la morena se coloco a mi lado y me sonrió.

-que hora es?- pregunto Mariana.

-las 2- respondí

-tsk-suspiro- el gafo de Mario se fue temprano- dijo Mariana mientras se daba la vuelta para vernos.

Enamorandome Del AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora