dulces sueños

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La música es una de mis cosas favoritas de la vida. Si tengo audífonos puedo ser feliz Durante muchísimo tiempo, el hecho de escuchar música me hace sentir relajada, Feliz y a veces ligeramente triste, hasta el día de hoy mi gusto musical se basa en música en ingles y baladas antiguas, boleros, rock en español y esas cosas, no soy una de las personas que les encanta el Reguetón directamente, no lo escucho.

Se preguntaran por qué carajo les estoy diciendo esto de la nada?, pues hoy estábamos en clase, y Dayana estaba escuchando música con sus airpods, por idiota yo los había dejado y ella se ofreció en escuchar música conmigo, yo acepte, lo que no me esperaba es qué ella escuchara canciones de esas nuevas con ese estilo. Realmente no me desagradaron en lo absoluto se puede decir que no eran totalmente horribles, al pasar tiempo me di cuenta que podrían gustarme un par de canciones de ese estilo. Estuve escuchando con Dayana música toda la clase, poco a poco fui disfrutando más de las canciones.

Dayana me regañaba cada que no conocía alguna, me decía inculta JAJAJAJ, era muy gracioso ver las reacciones de la chica cuando le decía que no tenía ni idea de que canción hablaba.

-COMO NO VAS A CONOCER VELITAS?- dijo la pelicorto a mi lado.

-Bru, que es eso?- me alce de hombros, sin conocer de ningún lado la canción.

La canción se comenzó a reproducir, y no se los voy a negar, tenía un ritmo pegadizo y el coro se quedó grabado en mi mente automáticamente

"Siempre le doy duro y nunca se me quita
La pongo en cuatro, ahí e' que se ve bonita
Lo entro y se lo saco, me encanta cuando grita
El bellaqueo encendi'o, la champaña y las velita"

La letra no era algo que me encantará JAJAJAJ, PERO, es pegadiza, ese día Dayana me introdujo a ese mundo, aunque no era la más fan. Algunas canciones realmente me gustaron, y podría escucharlas con gusto.

Cuando salimos al receso, mis ojos buscaron inconscientemente a la morena, al no encontrarla entre las personas que salían desenfrenadamente e inundaban el pequeño pasillo Sentí una inexplicable punzada de tristeza al no ver a la morena como todos los días, inmediatamente agite la cabeza, me preocupaba mi reacción, no tenía por qué sentirme así, era una simple conocida y ya.

Intenté centrarme en mis otras actividades pero la repentina falta sin aviso de la morena me tenía distraída y en otro mundo, no sabía que me podía hacer tanta falta alguien que solo había visto un par de veces y habíamos cruzados 4 o 5 palabras.

...

Pasada una semana completa sin ver a la morena, mis días no eran tan alegres, el simple hecho de verla me hacía feliz mas de lo que me gustaría admitir, su repentina desaparición me desconcertaba.

Me dirigí hacia su hermana y le pregunté.

-y tu hermana?, no la he visto...- le dije con un tono más preocupado del que pretendía.

-esta en caracas- me dijo Sara con una sonrisa.

-En Caracas?- le cuestione, algo confundida, por qué estaría en Caracas durante toda la semana?, acaso ya no volvería al colegio?.

-si, está revisándose la pierna, la tiene mal- dijo Sara mientras guardaba sus cosas en su bolso,
Yo asentí y me di la vuelta, cada día conocía una cosa nueva de la morena, ahora sabía que su rodilla estaba mal, quería saber el por qué de su rodilla, pero tendría que esperar para descubrirlo.

Me fui ese viernes con la cabeza gacha y con la morena incrustada en mi mente, no tenía forma de contactarla, no tenía su número ni su Instagram, ni siquiera sabía que teléfono tenía, me di cuenta lo poco que la conocía y no entendía ni preocupación tonta.

Esa noche fue la primera vez que soñé con la morena, cosa que era demasiado extraña, yo nunca sueño, nunca, tengo contadas las veces que he soñado, después de la muerte de mi abuelo soñé que el llegaba en la noche a la casa y desaparecía en la mañana y la otra soñé que estaba jugando en una cueva pirata. Si recuerdo los únicos sueños que he tenido en mi vida, así de poco sueño, continuo, esa noche soñé que....

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-tienes un cargador?- dijo la morena desde la puerta del salon.

-si- me levanté del asientos y me acerque a ella.

Le di el cargador que tenía casualmente en el bolsillo.

-sigueme- dijo entrelazando su mano con la mía, su mano cálida hizo que un escalofrío pasara por toda mi espina dorsal, me jalo suavemente y yo me deje llevar por ella.
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El resto del sueño, estuve dando vueltas por el colegio con la chica sujetando mi mano, juro que podía sentir su calor y el confort de su mano suave y fuerte.

Al despertarme estaba desorientada y dormida, estuve todo el día pensando en el extraño sueño, me gustó más de lo que me gustaría admitir..

Entonces en el receso la vi, ahí estaba la morena, con una coleta alta y sus lentes azules que resaltaban con el sol, una sonrisa involuntaria se formó en mi rostro, sentí un cosquilleo por mi espalda y mis brazos se erizaron, causando un suave estremecimiento, en ese momento lo denomine, efecto-s.

Esa fue la primera vez que lo sentí, y fue confuso, no tenía ni idea de por qué me sentía así....

Cuando la Vi acercarse a mi sentí el calor subir a mis mejillas, me regañe mentalmente por la reacción involuntaria de mi cuerpo.

-hola vale- dijo dándome una palmada en la espalda..

Su perfume era embriagador, que me estaba pasando, por qué me sentía asi, estaba empezando a generar sentimientos hacia la morena, o simplemente estabas loca?... Lo que sea que pasará no me estaba gustando...

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FUAAA, re corto era, calma subire otro pronto.

Enamorandome Del AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora