Una mañana tranquila ya me encontraba sentada en el incómodo pupitre del salón, era como cualquier otro día pero para mí era uno de los mejores, desbordaba felicidad una gran sonrisa acompañada de dos ojos brillantes, tenia cara de estúpida.
-te inyectaste algo o que?- dijo Dayana sorprendida por mi repentina felicidad.
-ay cállate- dije dándole un codazo seguido de una sonrisa.
-Cual es el motivo de tu carita- dijo mientras pasaba su mano por mi mejilla.
Le dí un manotazo y me rei entre dientes-no es nada, solo estoy feliz y ya-
Obviamente ya le había contado a Dayana de mi encuentro con la morena, y ambas estábamos emocionas por eso, era inevitable.
Ese dia la morena no estaba, su rodilla otra vez....
La siguiente semana no tuvo ningún tipo de importancia, estuvo llena de exámenes y exposición, no tenía mente para ninguna otra cosa, pero a pesar de todo la morena seguía presente en mi día a día, aunque no me la había topado en toda la semana si la había visto a la distancia y solo eso me hacía feliz.
En el fin de semana teníamos un cumpleaños de un compañero yo no tenía ningún tipo de intención de ir, pero a Dayana le gustaba el muchacho y yo no la iba a abandonar.
El gritito se emocion de dayana me arranco de mis pensamientos, ella recién se montaba en el auto, íbamos camino a la fiesta.
-calmate dios mio- dije con tu un tono de fingido fastidio.
Me di la vuelta en el Asiento del copiloto para ver a Dayana que se encontraba en el asiento de atrás, mi tía estaba manejando, ella no participaba en la conversación, simplemente se limitaba a soltar pequeñas risas y asentir con la cabeza.
-hoy cumple años dieguito- dijo dayana con una sonrisa soñadora en su rostro.
Rodé los ojos mientras negaba con la cabeza.
-No puedo creer que me arrastras hasta estás cosas- volvi mi vista hacia la ventana, viendo el paisaje pasar a toda velocidad.
-preguntale si ya llego- dijo mi tia, viendo a dayana por el retrovisor.
-como le digo?- dijo dayana claramente nerviosa.
-solo pregúntale si ya llegó, no te compliques- dije con obviedad, rodando los ojos.
-pero que le pongo?-dijo agitando ligeramente su teléfono.
-solo coloca, "Diego ya llegaste al centro comercial?" Y ya dios mío.
Diana soltó un gritito nervioso y se revolvió en su asiento.
Después de unos minutos el carro freno frente al centro comercial, mi tia se giro hacia nosotros y nos miro con seriedad pero con una sonrisa.
-quiero que estén pendiente del teléfono, no se pierdan, no salgan del centro, estoy aquí como a las 7, ahí te di 20 dólares con eso tienes y la tarjeta tiene dinero- dijo enumerando cada cosa como mamá preocupada, yo la amo mucho ella es una persona muy importante en mi vida, como dicen por ahí. "Mama no es la que pare, mama es la que cría" y ella era mi mamá.
Dayana y yo nos miramos y le regalamos una pequeña sonrisa de complicidad a mi tía, nos bajamos con cuidado y al llegar a las grandes puertas se cristal, nos giramos para despedir a mi tia con la mano la cual no arrancó hasta que estuvimos dentro del espacioso y fresco centro.
-aun no llegan verdad?- dije mirando la hora en reloj marcaban las 2 de la tarde.
-no, estamos solas por ahora- dijo Dayana mientras subíamos a las escaleras eléctricas.
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Enamorandome Del Azul
Jugendliteratur(sin corregir) Esto no es una historia de amor. tras la perdida de un gran amor, nuestra protagonista piensa que nunca volvera a enamorarse, pero las vueltas de la vida la atan a una chica, lograra ser feliz?