CAPITULO 23 - ¡MAAACHO, MAAACHO, MAAAAN!

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CLEOPATRA

Talal entró tambaleándose en el bar, con los ojos entrecerrados y una mezcla de confusión y desesperación dibujada en su rostro. Se dejó caer pesadamente en el taburete junto a la barra, con una expresión de pura frustración. El barman, que lo había visto entrar, se acercó con una sonrisa profesional, claramente acostumbrado a clientes con todo tipo de problemas existenciales.

—¿Qué te sirvo guapo? —preguntó el barman, mientras limpiaba un vaso con su paño.

Talal lo miró como si el hombre hubiera hecho la pregunta más complicada del mundo.

—¡Dame algo... fuerte! —dijo con una voz melodramática, antes de añadir en un susurro dramático—. Necesito olvidar.

El barman arqueó una ceja pero no dijo nada, sirviéndole un whisky doble. Talal tomó el vaso y lo miró como si estuviera enfrentándose a una profunda decisión.

—¿Sabes? —comenzó, después de un largo silencio—. Yo no debería estar pasando por esto. ¡Soy Talal, príncipe de Jordania! Galán de galanes—dijo, inflando el pecho con orgullo por un segundo antes de que su expresión se desplomara—. O al menos... eso creía. Hasta que me enamoré de alguien... que no era quien yo pensaba.

El barman dejó el paño y se inclinó un poco hacia adelante, interesado.

—¿Problemas de pareja?

—¡Ja! ¡Ojalá! —Talal dio un largo trago al whisky—. Me enamoré de una chica hermosa, dulce, perfecta. —Luego, su tono bajó—. Excepto que no es chica... ¡Es un hombre! ¡Y lo peor es que... la he besado varias veces! ¡Y lo disfruté! —exclamó, como si eso fuera la mayor desgracia de su vida.

El barman ni se inmuto ya que no era la primera vez que había oído esa historia en ese bar.

—Eso... eso suena complicado —dijo el barman, usando su frase comodín para mostrarse empatico.

Talal lo miró con desesperación.

—¡Complicado es poco! —exclamó, señalando dramáticamente al aire—. ¡¿Qué significa esto?! ¿Soy... soy...? —Talal tragó saliva, incapaz de terminar la frase.

El barman sonrió condescendientemente, sabiendo que tenía que intervenir antes de que la situación se volviera aún más absurda.

—No te preocupes, amigo. Aquí todos hemos pasado por eso. Pero no te define un solo momento. Tal vez fue la conexión emocional y no tanto... bueno, ya sabes, lo físico.

Talal, sin embargo, no estaba escuchando. De repente, su atención se había fijado en una hermosa mujer mayor que él,  sentada al otro lado del bar. Su cabello largo caía en cascada, y cada movimiento suyo parecía sacado de una película de ensueño.

—¡Esa es la solución! —dijo Talal, golpeando la barra con el puño, claramente iluminado por una nueva idea—. Necesito reafirmar mi masculinidad. ¡Si conquisto a esa hermosa dama, demostraré que esto fue solo un horrible tropiezo en mi vida! —añadió, con un gesto teatral.

El barman lo miró con una mezcla de incredulidad y diversión.

—¿Estás seguro de que es una buena idea?

La mujer era hermosa, con cabello largo y una sonrisa que parecía iluminar la habitación. Talal, con más valentía líquida que sentido común, se levantó del taburete, alisando su camisa mientras avanzaba hacia ella con una mezcla de nerviosismo y confianza borracha.

El barman lo observaba con una sonrisa burlona.

—Esto va a ser interesante... —murmuró para sí.

DE MUCHACHO DE PREPARATORIA A CHICA UNIVERSITARIA (multiverso gender bender)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora