Cap.5

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Narra Sonia:

Me desperté por los rayos del sol que asomaban por mi ventana, me acordé de la dulce venganza que le debía a Marta, y sonreí. Bajé las escaleras, los gemelos se encontraban viendo algo por la tele, no me fije en qué. Sanjai y Craig no era, porque si no también estaría Marta.
Me dirigí a la cocina y me encontré a mi querida melliza tomando Cola Cao.
-Buenos días- dije sonriente.
-Tia, lo siento- dijo, la miré extrañada, como si no supiera de que hablaba, me estaba sonriendo forzadamente. Pobre. Se sentía mal.
-Por lo de Cameron, digo- pegó un sorbo a su taza y le sonreí.
-No lo hiciste con mala intención- me acerqué, y nos dimos un abrazo. (Esto típico de que mientras la abrazo, sonrío malévolamente a un punto fijo)
Enseguida vinieron Matt y Nash a desayunar con nosotras, pero cuando Sanjai y Craig sonó desde la tele del salón, Marta salió corriendo en milésimas de segundos.
(Puta obsesión ekisde)
-Tu y Cameron... Tenéis algo, ¿no?- escupí toda la leche al oír esas palabras salir de Nash. Wtf.
-Más quisiera él- dije en pose diva. Se me hizo incomodo el hecho de que se callaran. Alcé mi vista, encontrándomelos alzando la ceja. Daban miedito.
-¿Qué?
-¿Qué de qué?
-¿Qué de qué de qué?
-Bobos- dije riéndome como psicopata, recordando aquel raro momento por el que acabábamos de pasar. Lol.
-Te apetece hacer algo esta tarde?- dijo Matt recogiendo sus cosas.
-Por mi guay, el qué?
-Ir a la bolera- dijo Nash. Acto seguido, me sacó la lengua. Le encanta sacar la lengua después de decir cualquier cosa.
-Perfect.
-Nos traemos a Marta y a los gemelos?
Mi cara se tornó malvada.
-Ya tienen planes.
Se me quedaron mirando raro, pero al rato seguimos hablando tranquilamente. Adoro estar con estos dos chicos, y adoro llamarlos mis "besties".
Llegó el momento, a empezar mi venganza.
Llamé a Dylan. Mi plan consiste en que Dylan se lleve a Marta al cine a ver una peli de terror. Marta pasará toda la tarde al lado de las cosas que más odia: Las películas de miedo y Dylan.
Dylan: O'Brien al habla, dígame.
Sonia: Dyylaan soy Soniiaa Coralie
Dylan:¿Como tienes mi núm-
Sonia: Te llamo para ofrecerte una tentadora oferta, que nos puede ayudar a los dos.
Dylan: Eso ha sonado muy-
Sonia: Ya, lo se. El caso es que necesito que cuides de Marta para esta tarde.
Dylan: No sabe cuidarse ella solita? -bufó-
Sonia: Si, pero se aburre. Te la podrías llevar al cine?
Dylan: Ni de coña.
Sonia: A ver una peli de terror, la que quieras.
Dylan: Ni aunque me paguen.
Sonia: 40 dólares.
Dylan: Hecho.
Sonia: Graciaas
Dylan: Pero, ella ha aceptado? Se supone que no le caigo bien.
Sonia: Aquí viene el plan...

Narra Nash:

Ahora había quedado con Cameron para una partidilla al baloncesto con Sammy Wilkinson y con Hayes, mi hermano pequeño.
Matt se había ido por ahí con Shawn Mendes, seguramente a jugar al fútbol.
La partida iba bien para Hayes y yo: íbamos ganando. Si es verdad que los Grier siempre hemos sido muy ágiles en el tema del baloncesto.
Nos tumbamos en el césped.
-GUAPAAA- Sam y Cam se dedicaban a piropear a toda chica que cruzase, alguna de vez en cuando se sonrojaba, otras simplemente pasaban de largo.
-Cam, que tal vas con la piva esta?- dijo Sam, susurrándole. No sirvió de mucho que lo susurrara; lo oímos perfectamente.
-What?? Nueva novia???- dijo Hayes poniendo cejitas.
Apuesto a que Cameron iba a decir que sí, pero se dio cuenta de mi presencia.
-A ello voy- dijo sonriendo triunfante.
Lo sabía, hablaba de Sonia.
-Sonia, verdad?- pregunte sabiendo la respuesta (Lol).
-Si..- por algún motivo, se le veía tímido. Será que yo seré el típico "hermano" sobreprotector con ella.
-De hecho- volteó hacia Sam- por poco tuvimos algo anoche.
Me quedé mirándole a lo WTF, mientras los demás se limitaban a hacer lo típico de "uuyyhhh".
-¿Anoche? Se supone que no salió de su habitación...
-Y no salió- nos miró a todos con su típica sonrisa de mujeriego- fui yo.
No me gusta como pinta esto.
-¿Como?
-Nash, relaja tío, ni nos besamos-
-Eso ya lo se
Todo el mundo se me quedo mirando. Dije que ya sabia que no habría pasado nada porque sinceramente Sonia no es de esas, y menos con gente como él.
No os penséis que era un momento de estos incómodos en los que Cameron y yo acabaríamos enfadados. Para nada. Más bien era de esos momentos en los que todo el mundo se enteraba de como iba la cosa, menos yo.
-Os explico; resulta que vivo en la casa de enfrente tuya, Nash.
-Y como es que no me lo dijiste antes?- dije poniendo pucheritos de cachorrito. Rieron ante mi linda carita.
-El caso es que, fui trepando por la pared, y me dejó entrar en su habitación.
Se notaba que mentía. Todos lo notábamos, y al ver que su mentira no fue creíble, dijo algo más convincente.
-Bueno, más bien, tuve que entrar por otra ventana porque Sonia me empujó- todos, incluyendo él, estallamos a risas. No me imagino aquel momento.
-Cuando entré a su habitación...

CoralieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora