Cap.6 (MARATON 3/3)

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Narra Marta

Me lo estaba pasando muy bien bailando al ritmo de la música con los gemelos y con Sonia. De un segundo a otro, Sonia desapareció, dejándome a solas con los gemelos. Pude notar la presencia de Dylan y su grupito de amigos, mirándonos.

Narra Dylan

-Hey, Dylan, ¿podrías dejar de mirarla por un segundo?- dijo Tyler, mi mejor amigo, agitando su mano en frente de mi vista.
¿Sabéis? Tengo que admitir que Marta se veía tremendamente sexy en aquel vestido rosa coral, pero una vez la conoces se te van las ganas de hablar con ella.
-Tío, ¿te gusta la ardillita?- si, le puse aquel mote. Mire a Tyler amenazante, a lo que respondió soltando unas tímidas risitas.
-Pues esta re buena- dijo Logan Lerman, mirándola descaradamente mientras bailaba como niña pequeña.
Bufé pesadamente. A Logan le parece que están buenas todas así que...
-¿Esos dos son sus hermanos, primos..?- preguntó Tyler.
-No se- obviamente sabia que eran sus novios, pero ya hable bastante mierda de ella.
-¿Qué me dais si esta noche me la tiro?- dijo Logan, mordiéndose el labio mirándola aun mas.
Ogh, me irrita.
-200 pavos si no me la tiro yo antes - dijo Tyler en tono burlón. Obviamente estaba vacilándole: Tyler no es de esos.
-Buena suerte, tendréis que matar antes dos pájaros de un tiro- dije, refiriéndome a los gemelos.
-Dicho- Logan se levantó de manera macho alfa- y hecho.
No me lo creo... ¿Lo iba a hacer de verdad?
Se dirigió a por ellos bailando falsamente.

Narra Logan:

Esta noche no me iba a ir sin pinchito. Camine hacia esos tres con mucho salseo.
-Hoooombre holaa- les saludé, como si les conociera de toda la vida.
Noté la mirada de los tres posarse en mi, Marta me sonrió.
-Holiwis- dijo esbozando una dulce y perfecta sonrisa- ¿quién eres?
-Me llamo Logan- dije haciéndole una caballerosa reverencia.
-Yo soy Jack, pero me suelen llamar...- uno de los gemelos iba a terminar su presentación hasta que la sexy ardilla interrumpió.
-CHEEKY JACK!- ¿enserio que a Dylan no le parece mona? Yo le daba duro. Contra el muro. Contra la cama. Contra la ventana. Contra el armario. Contra-
-Yo soy Finn- hijo de puta me interrumpió mis eroticos pensamientos .
-Encantados- dije estrechándole la mano a los dos muchachitos. Ahora me toca librarme de ellos.
Me acuerdo de que Dylan mencionó que tenían una cierta obsesión con Sanjai y Craig.
-¿Sabéis? Están echando en la televisión una serie de un niño toh lo feo y de una serpiente.
Sus miradas se llenaron de felicidad, incluyendo la de Marta.
-SANJAI Y CRAIG- empezaron a correr en menos que canta un gallo. Marta iba a correr detrás de ellos, por suerte la pillé a tiempo.
-Ahiii joputaaa porque me paras mamooon- joder, llamarme perturbado pero cuando se puso a dar saltitos de rabieta mi pepinillo se levantó.
-Eh, que es el capítulo de ayer- dije, susurrándole, a lo que ella reaccionó tranquilizándose.
-Ahh bueno okeii entonces nada bueyyy- AHÍ JOPUTA PORQUÉ DEJO DE DAR SALTITOS?! En fin...
-¿Tienes sed? Yo tengo la lengua seca- obviamente la tenía bien mojada. No solo la lengua...
-La verdad es que si, pedimos colacao?- acaba de descolocarme un poco, mi pepinillo se bajó.
-Mejor aún, hay un coctel especial: contiene frutas, tropicales o mediterraneas, y le puedes añadir leche si quieres!!- dije, obviamente no le iba a mencionar que le metería droga dentro.
-UN BIFRUTAAAS- volvió a dar esos saltitos que tanto me gustaban. Mi burrito se asomó (le cambio el nombre cada cinco segundos)
La llevé a la barra del bar. Pedí el bifrutas, el camarero se me quedó mirando raro, le guiñé un ojo. Enseguida entendió, mientras ella no miraba le metía la deseadisima droga en la bebida.
-Aquí tienes guapa- le guiñé un ojo y cogió el bifrutas.
Se lo bebió todo de un trago.
-Uuuuhhh está más bueno de lo que me pensaba- dijo, con un tono de voz de putita. Genial, ya le estaba haciendo efecto.
-¿Te parece si nos vamos a un sitio con privacidad?- mi mirada se tornó sensual.
-Naaaah se está bien aquí.- vale necesita más droguilla.
-OTRO BIFRUTAS- el camarero volvió a hacer el mismo proceso de antes, prestando atención a Marta.
Lo cogió patosamente y se le cayó en toda mi camisa.
-Ayyy joder lo siento puticorniooo, vamos a buscar ropa arriba.
Genial, me lo acaba de poner más fácil, y por su forma de andar diría que le hizo al menos algo de efecto la droguilla.
Subimos a una habitación. Cerré la puerta a mi paso, con pestillo.
Aproveché que estaba de espaldas para cogerle de la cintura y apegarla contra mi cuerpo.
-Ayyy para joputa que me haces cosquillas- dijo entre risitas.
Ignoré sus tontas súplicas y le bajé la cremallera del vestido. Su cuerpo se tensó.
-¿Que haces, pandicornio?
-Tu déjate llevar.- le empecé a besar en el cuello, ella intentaba aferrarse de mi agarre.
-Pppara por favor- veo que la droga solo le sirvió para imaginarse unicornios, lo tendré que hacer a la fuerza.
La giré, y la tumbé en la cama. Ella empezaba a espabilarse un poco más hasta tal punto de gritar.
-Vuelve a gritar y esto se te hará doloroso- lágrimas caían por su rostro al susurrarle aquello, pero como es cortita siguió gritando.

Narra Dylan:

Cuando vi al camarero echarle aquel polvo blanco a su bebida, supe que esto iba a acabar mal. Dejé a Tyler colgado, quien no paraba de hablarme de lacrosse (un deporte) y decidí espiarles.
A ella se le cayó la bebida en la camisa de él, y de un momento a otro se dirigieron a las escaleras. Me quedé unos segundos empanado, hasta que reaccioné y empecé a subirlas yo también.
A medida que subía oía gritos de desespero.
Mierda, joputa.
Empecé a correr, hasta que encontré la habitación.
Intenté abrirla, resulta que estaba cerrada con pestillo.
-ABRE CABRÓN- dije gritando. Los gritos de Marta se dejaron de oír.
-NO HACE FALTA O'BRIEN NOS LO ESTAMOS PASANDO MUY BIEN.- Marta intentó interrumpirle, pero pude oír como algo parecido a una bofetada la calló.
Vale, esto se acaba ya.
Unas fuerzas sobrehumanas se apoderaron de mi, tirando la puerta abajo, dejando ver al estupido de Logan encima de Marta, quien su rostro estaba mojado por las lágrimas.
Logan se levantó. Intentó pegarme un puñetazo, pero yo fui más ágil y le doblé el brazo entero. Gimió de dolor. Le tiré al suelo y creo, solo creo, que me cargué su burrito.
Hubo un momento en el que logré dejarle inconsciente. Miré a Marta, estaba agarrada un cojín, posiblemente traumatizada de lo que acaba de ocurrir. Me dirigí a ella y le abracé, rompió en llanto.
Nos separamos del abrazo, y me fijé en su ropa interior: lencería blanca, a juego, con unos unicornios rosas de adorno.
Se supone que era modelo de VictoriaSecret...
Cogí mi chaqueta y la abrigué, la vi temblando.
-Gracias, humilde pingüino- si, definitivamente la droga le afectó.
Me empecé a preocupar ya que las lagrimas no paraban de caer de sus ojos. La sonreí y le limpié las lagrimas. Como vi que mi chaqueta le cubría todo el cuerpo, no era necesario decirla que se pusiera su vestido, tan solo los zapatos.
No se si era de los nervios, pero perdió el equilibrio y se desmayó, cayéndose en mis brazos.
La cogí al estilo princesita y volví a la discoteca. Tumbé a Marta (más bien, la tiré) en un sofá y me dirigí hacia Tyler, quien estaba hablando con la melliza de Marta en otro sofá. Tyler se percató de mi presencia, me miró con cara de "vete que me estropeas el ligue". No hice caso y me acerqué.
-Tyler, siento interrumpirte pero tenemos que irnos- Tyler bufó.
-¿Ya?
-Si, ya- miré a Sonia, ¿soy yo o tenía cara de haber estado llorando hace 5 minutos?- siento interrumpirte.
-No importa- me sonrió falsamente- por cierto, ¿has visto a Marta?
Japuta, ya ha preguntado por ella.
-No- mentí, miré a Tyler por si metía la pata, por suerte se quedó.
Nos despedimos con dos besos (Tyler con tres), y dejamos a Sonia en el sofá, con una cierta preocupación, cosa que preocupó a Tyler.
-A la mierda huevón, me voy con Sonia antes de que vaya otro- se fue el joputa, sin dejarme responder. Genial, ahora tenía que cargar a Marta sola.
Volví al sillón en el que dejé a Marta, la cargué (con la atenta mirada de todos en mi), y me la llevé a mi casita (mía y de Tyler)
La tumbé en mi cama, y me recosté a su lado.
Nunca pensé que acabaríamos así.

CoralieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora