Narra Cameron:
Llamarme raro, pero por alguna razón no paro de pensar en Sonia, ni aunque esté con otras tías. Es como si besara a una, y me imagino que lo hago con Sonia. Será por aquel "encuentro en la discoteca", o por aquella vez que la conocí en los baños del aeropuerto, o por aquella vez que me colé a su habitación, o por aquella vez que...
-¿HOLAAA?- Sammy interrumpió mis pensamientos.
-HOLA- dije gritándole.
-Tío- intervino Taylor Caniff, otro de mis mejores amigos- ¿cuál es tu problema?
Estaba a punto de responderle con alguna tonta excusa.
-¿Quién es tu problema?- preguntó Nash, remarcando "Quién", en un cierto tono burlón.
-N-nadie- dije tartamudeando.
Todos se me quedaron mirando extrañados, pero a los tres segundos cambiaron de tema.
-VÁMONOS DE PUTITAS- exclamó Sammy, con la aprobación de todos.
Estábamos ya en la puerta del puticlub, pero sinceramente tuve un profundo sentimiento de que no era exactamente lo que quería hacer ahora. Ya eran tantas las veces que vine que se podría decir que me se el nombre de cada una de las prostitutas.
Cuando ellos iban entrando uno a uno, yo hice el típico truco de hacer creer que yo entro y que de repente salgo corriendo de allí. El camarero me miró mal.
Volví a mi adoraba urbanización, y "casualmente", pasé por la casa de Sonia.
La ventana de su habitación estaba abierta, comencé a trepar por la pared hasta llegar a la famosa habitación. No había nadie, raro ¿eh?Narra Sonia:
Estaba saliendo del baño y me encuentro a Cameron dando vueltas por mi habitación, relajado.
¿Qué clase de obsesión es esta?
-¿Tú otra vez?- le dije. Se giró sonriente y se acercó a mi.
-Vengo a pasar el rato- me guiñó el ojo.
-Bien- bufé- ¿qué quieres?
-Pasar el rato.
-Tengo hambre- acto seguido, fui a mi armario y saqué mi tesoro (un bote bien grande de Nutella).
Saqué dos cucharas, una para mí y otra para mí, pero Cameron cogió una pensando que era para él.
-¿En serio?- me miró raro, con una perfecta sonrisa ladeada- ¿Guardas Nutella en tu armario?
Ni le escuché, ya que estaba concentrada en la Nutella.
Cameron notó que no le estaba ignorando, y me tiró Nutella por encima.
-SERÁS JOPUTA- le grité mientras él ,se limitaba a reírse a carcajadas.
-Así me llaman- estuvo a punto de lanzarme otra cucharada, pero le adelanté. Le di un Nutellazo en toda la cara.
La guerra se ponía intensa.
Dejamos las cucharas a un lado y comenzamos la guerra a mano, o a bote.
-Teniamos la cara manchada de Nutella, al igual que las camisetas y las manos.
-¡Para!- le rogaba que parase ya que amenazaba con tirar la Nutella al suelo. Por suerte no lo hizo. Suspiré.
-Tienes una puta obsesión con la Nutella, gorda- dijo Cameron, mirándose en el reflejo de la cuchara.
-Qué quieres que te diga, no hay cosa que más me guste que la Nutella- sonreí como enamorada mientras sostenía a mi "amada" en una mano.
-¿Estás segura?- me miró a los ojos, se acercó peligrosamente. Acercó mi cara a la suya y me... Besó. Fue inesperado, mucho. El beso era bonito, no solo porque sabía a Nutella, si no porque sus labios encajaban a la perfección con los míos. No se porque, pero le correspondí el beso. Nos tuvimos que separar por falta de aire, pero él no tardó en darme otro. Rodeó con sus brazos mi cintura poco a poco, mientras yo rodeaba con mis manos su cuello. Se suponía que no sentía nada por él, pero aquel beso fue... no hay palabras para describirlo. Nos separamos definitivamente y nos quedamos mirándonos por unos segundos, hasta que rompí el hielo.
-Será mejor que te vayas- me separé de él, dándole la espalda. Cameron no dijo nada, estaba rojo, simplemente hizo lo que le dije.
Me tocaba los labios sin poder creer lo que acababa de ocurrir.
Cameron
Me
Besó.Marta entró por la puerta, interrumpiendo aquel trance de shock por el que estaba pasando.
-Heyyy Sonia ¿qué ta- se paró en seco al verme llena de Nutella- ¿qué ha pasado?
Eso mismo me pregunto yo, Marta...
-Me gusta la Nutella- lo sé, muy cutre, podía haberle dicho que de la nada vino Cameron y contarle lo sucedido, pero soy una persona muy reservada en estos temas.
-Ay humilde pingüino, que bestia eres.Narra Marta:
-Ay humilde pingüino, que bestia eres- obviamente sabía que algo tenía que haber pasado con el pobre bote de Nutella.
-¿Humilde pingüino? ¿De dónde has sacado eso?- dijo a punto de estallar a risas.
Voy a ser sincera: no tengo ni puta idea de dónde saqué eso.
-No se- le saqué la lengua, disimulando mi confusión en aquel momento- vengo a desahogarme.
Cogí un peluche enorme de puticornio que Sonia tenía en su cama y lo abracé con fuerza. Siempre que entro a su habitación hago eso, es una manía.
-¿Qué ocurre?- Sonia se sentó a mi lado en la cama, mirándome curiosa.
-Llevo días pensando en la última fiesta ¿te acuerdas?
Sonia asintió con la cabeza.
-Cuenta.
-Es que... Ni si quiera sé qué ocurrió. Puede que Dylan y yo hubiéramos frunjido, puede que no. Puede que haya alguna razón por la que desperté en su-
-Relaja- dijo Sonia, al parecer me estaba poniendo nerviosa- ¿quieres que se lo pregunte?
-NO! NI HABLAR! CON ÉL NO!- Sonia empezó a reírse.
-¿Por qué?
-SIGO ENFADADA VALE- me estresé. Empecé a abrazar al puticornio con más fuerza aún.
-Vaaale tora- me quitó el puticornio. Le miré asesina y me lo devolvió. Me tiene miedo :')
-Ahora... ¿Me vas a decir que ha pasado con el bote de Nutella?- lo señalé, estaba en el suelo, tirado. Me miró y lo cogió rápidamente.
-Verás- dijo, acariciando al bote- Cameron me ha besado.
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Coralie
FanfictionDos mellizas, más bien conocidas como las Coralie, dos de las modelos más importantes, encuentran el amor cuando menos se lo esperan. Esta historia esta llena de altibajos, por lo que es normal que te líes más de una vez.