9

88 10 0
                                    

Ya han pasado dos semanas desde que irrumpieron en mi apartamento y se siente como una eternidad desde que besé a Bible en la cocina. Desde la noche que entró en mi habitación y durmió en mi cama. Las cosas han sido normales de cierta manera, pero todas las noches desde entonces, luego de acostar a Venecia por la noche e ir a la cama, Bible entra en mi habitación y duerme en mi cama.
Siempre se mantiene encima de las cubiertas, hablando y riendo. Me habla de su vida familiar y lo que fue crecer aquí, y aunque la tensión sexual está ahí, ninguno de los dos ha actuado nuevamente en consecuencia. Lo que hemos construido en los últimos días es mucho más que el deseo de actuar sobre nuestros sentimientos. Es algo más que un beso robado en la cocina. Se trata de dos personas que pasan tiempo juntos, conociéndose, y día tras día empiezan a confiar uno en otro.
El trabajo ha sido algo difícil por decir lo mínimo, pero Us finalmente cumplió con su palabra y me puso en los registros la semana pasada. Eso significa que seré elegible para los beneficios de salud para Venecia y yo, y podré dejar de ir a la clínica y conseguir un pediatra real en unos pocos meses.
Bible me recogió en la hora de almuerzo e iremos a mi apartamento con mi casera, Vee. Dejé a Venecia en la guardería y cuando fui a la recepción para reunirme con él, lo encontré con Us en lo que parecía ser una conversación acalorada. No quería reconocerlo pero podía, más o menos, asumir que yo era el tema de discusión. Sin mencionar el hecho de que toda la conversación cesó cuando me acerqué a ellos.
—¿De qué hablaban Us y tú? —pregunto desde el lado del pasajero de la camioneta. Hago lo posible por no sonar molesto ni malicioso, aunque eso es exactamente lo que siento.
Parece incómodo en lo que me mira por el rabillo del ojo. —Um...
—Lo siento, no es de mi incumbencia. No tienes que responderme.
—No, de acuerdo. Solo quiere asegurarse de que no me estoy... —Duda.
—¿No estás qué?
—Que no me estoy aprovechando de ti. Piensa que eres demasiado joven para mí.
—Apuesto a que sí —murmuro en voz baja y ruedo los ojos—. Creo que está más preocupado porque termines atado con un padre adolescente que de otra cosa.
—Build, no eres un estereotipo para mí. El hecho de que eres joven y tienes un bebé, no me molesta. Estoy completamente impresionado por ti, por lo que hiciste por Venecia.
—Gracias. —Aparto la mirada rápidamente en un pobre intento de ocultar el rubor que se arrastra por mis mejillas.
Nos detenemos frente a mi edificio y me invade una sensación de tristeza. Esto es todo. Como toda las reparaciones se han hecho, puedo regresar a mi apartamento con Venecia esta noche. Debería estar feliz por tener mi propia casa de nuevo, y sin embargo, la sensación de vacío en mi pecho me está carcomiendo y tiene todo que ver con Bible. Con lo mucho que lo extrañaré.
Vee ya está allí cuando llegamos. —Jake, Oficial Sumettikul —dice con una sonrisa alegre. Bible me mira ante la mención del nombre que usaba hasta hace unos días.
—Hola, Vee —respondo mientras Bible sacude su mano. Nos lleva a mi apartamento.
Vee abre la puerta principal. —Cambiamos las cerraduras de la puerta para ti y agregamos una cadena de seguridad —dice, más para beneficio de Bible que para el mío. Él apenas reconoce el cambio.
Caminamos por el apartamento mientras Vee señala varios de los cambios que ha hecho con el fin de convertirlo en un lugar más seguro para vivir.
—Por tanto, ¿qué piensa, Oficial Sumettikul? Creo que hemos abordado todo en su lista.
—No noté estas barras en la ventana —dice Bible, apuntando hacia las ventanas del salón.
Mi boca se abre en conmoción. —Bible —balbuceo, intentando lograr que se detenga.
—Bueno, son las ventanas a prueba de niños —anuncia Vee, mirando entre nosotros. Creo que está tan confundida sobre nuestra relación como yo.
—No, señora. Son un peligro en caso de incendio y tienen que ser retiradas.
—Bible...
—Jake... Si hay un incendio, Venecia y tú quedarían atrapados. No habría manera de salir de este apartamento. —Se vuelve de nuevo a Vee—. También me di cuenta de una gran grieta en el techo del baño y una evidencia de fugas.
Vee luce como si hubiera sido abofeteada en la cara. —Bueno, yo...
—Mira, Vee, pareces una persona muy agradable, pero dadas las circunstancias, no me siento tan seguro de que este sea el mejor lugar para un joven padre y su hija.
—Bible —exijo en un tono de advertencia. Esto no lo detiene, sino que me ignora prácticamente.
—Solo creo que esto no es adecuado para Jake, Vee. Necesita mudarse a un lugar listo para asentarse, un lugar con más espacio para Venecia. Puedes entender eso, ¿verdad?
—Bueno, simplemente ha estado aquí un par de semanas. Firmó un contrato de arrendamiento por un año.
—Y seguro que, dado lo que ocurrió la semana pasada, estarías más que dispuesta a dejar que un joven padre rescinda ese contrato. Digo, ¿te sentirías cómoda volviendo a vivir en un apartamento que acaba de ser robado?
—Vee —digo, colocándome delante de Bible y entrando en la conversación—, Bible solo está siendo muy sobreprotector...
—No, Jake, soy honesto. —Viene de detrás y se mueve para estar junto a mí—. ¿Qué dices, Vee?
Ella parece a punto de vomitar; evita la mirada de policía de Bible y se vuelve para mirarme. —Está claro que el Oficial Sumettikul no se siente cómodo con que te quedes aquí, cariño. Tal vez sea lo mejor que te permita rescindir tu contrato. Si me dejas una dirección de reenvío, te haré un cheque por tu depósito de garantía.
—Es muy amable de tu parte, Vee. Nos aseguraremos de haber mudado todo para el domingo.
Y justo así, voy de la independencia a una persona sin hogar. Estoy furioso en el momento en que volvemos al coche.
—Bueno, eso resultó bien.
—¿Estás jodidamente loco? ¿Hablas en serio?
—¿Qué? Te devolverán tu depósito, Jake. Deberías estar feliz.
—Deja de llamarme así —gruño.
—¿Por qué? Ese es el nombre por el que quería ser conocido.
—Eres un verdadero imbécil ¿lo sabías? No tengo casa, Bible. ¿Eres feliz? Debes estar muy orgulloso de hacerme perder el único apartamento decente que me podía permitir.
—Oh, Build.
Escucho el remordimiento en su voz y algo de la ira comienza a disiparse, pero es reemplazado rápidamente por miedo. ¿Qué demonios pasó? No puedo parar la avalancha de lágrimas que empiezan a caer. —¿Qué se supone que haga, Bible?
—Oye. No llores, Build. ¿En realidad crees que te haría eso sin tener un plan?
—¿Un plan? ¿Qué plan?
—Quiero que Venecia y tú se queden conmigo.
—¿Ese es tu plan? ¿Quieres que Venecia y yo nos quedemos contigo? Por cuánto tiempo, Bible, ¿eh? Hasta que te hartes de nosotros, o encuentres alguna chico que quieras llevar a tu casa, pero espera... no puedes, porque tienes huéspedes en la casa.
Sonríe brillante y genuinamente, y tengo que reprimir el impulso de fundirme con él. —Te quiero allí, me gusta tenerte allí.
—Está bien, pero llegará un momento en que quieras recuperar tu vida,
¿entonces qué pasará con nosotros cuando llegue ese momento?
—Eso no sucederá, Build. Necesitas relajarte. Confía en mí.
Y ahí está otra vez, la palabra que he llegado a despreciar con todo lo que soy: confianza. Quiero confiar en él, y hasta hace unos minutos creo que empezaba a hacerlo, pero ahora esto me ha tomado desprevenido. ¿Por qué confiaría en él cuando me hizo perder mi apartamento, cuando en cualquier momento, puede decidir que el tener un padre joven y su bebé en su casa no es propicio para el tipo de estilo de vida que quiere? De lo único que estoy seguro es que no me dejó muchas opciones. No tengo otra alternativa que aceptar su oferta de quedarme con él.
—Bueno. Tú ganas, pero esto es temporal. Hasta que pueda encontrar un nuevo lugar que pueda permitirme.
—Trato hecho —accede con una sonrisa maliciosa.
Resoplo y me pongo el cinturón de seguridad. —¿Me llevarás de vuelta al trabajo?
—Por supuesto. —Enciende la ignición y sale a la carretera—. Así que, una vez al mes, mi familia se reúne para cenar.
—¿Ah, sí?
—Sí, y... bueno, es este domingo en casa de mis padres.
—Oh bien, Venecia y yo podemos arreglárnoslas solos.
—Lo sé, pero en realidad esperaba que vinieras conmigo.
—¿Quieres que vaya contigo? No estoy seguro de que sea una gran idea.
—No, ¿por qué?
—Bueno, para empezar ¿qué pensarían de mí? el chico y su bebé que están viviendo con su hijo.
—No te juzgarán, Build. No son así. Sé que te amarán. Solo piénsalo —dice, deteniéndose en el estacionamiento de la guardería. Se vuelve hacia mí y me da una sonrisa tímida—. Trabajo hasta tarde esta noche, por lo tanto, no me esperes, ¿sí?
—Está bien. Ten cuidado —le contesto, saliendo del coche rápidamente, sin mirar atrás cuando entro en el edificio. No puedo dejar de notar la mirada frívola que recibo de Us cuando paso delante de el y me dirijo otra vez a mi salón de clases. Posiblemente, él se considera solo amigos, pero Us lo ve como mucho más que eso y ahora me ve como competencia. Únicamente espero que no me despidan por ello.
***
Es casi la una de la mañana cuando Bible se arrastra a mi cama. Me costó aceptar la sensación de paz que llega de saber que está de regreso en casa, seguro y conmigo porque sé que no debería importarme. Que sus idas y venidas no deben afectarme, que su seguridad no debe preocuparme, no obstante me preocupa. Nos tumbamos en silencio por un momento, uno frente al otro, asimilándonos.
—¿Te desperté?
Niego con la cabeza. —No, estaba despierto.
—¿Me esperabas, Build?
—¿Qué? No —le respondo tan débilmente que ni siquiera yo lo creo.
—¿En serio? Porque yo no podía esperar para verte.
—No sé por qué dices cosas así.
—¿Cómo qué?
—Cómo... —Me mira a los ojos, animándome silenciosamente a hablar con él—. No sé, cosas agradables.
—Deberías tener a alguien que te diga cosas agradables. Te lo mereces.
—¿Y tú quieres ser el que me diga esas cosas?
—¿Por qué más crees que acaban de desalojarte de tu apartamento?
—Bible... —gimo, golpeándolo en el brazo.
—¿Qué? Me gusta tenerte aquí y es cierto que ese lugar todavía necesitaba trabajo. Nunca habría estado cómodo dejándote allí.
—¿Pero por qué? ¿Qué es lo que quieres?
—Supongo que quiero refugiarte. Y no solo en el sentido literal, sino que tengo esta necesidad loca de protegerte, de asegurarme de que tú y Venecia estén bien. Sé que no he actuado de la mejor manera, pero te quiero aquí.
—Yo también quiero estar aquí —admito en voz baja.
Me acaricia la mejilla con suavidad, un gesto suyo que estoy empezando a amar. Instintivamente, me apoyo en él, queriendo acercarme tanto como pueda. Pone el brazo sobre mi cintura y su mano aterriza justo por encima de mi culo, acercándome aún más.
—¿Qué quieras estar aquí también significa que quieres estar conmigo? — Sus manos se mueven hacia arriba poco a poco, empezando a frotar mi espalda, y obligando a los músculos a relajarse.
—¿Es eso lo que quieres? —consulto, alejándome con confusión.
—No sé cómo hacer esto, Build. Normalmente solo voy por lo que quiero, digo lo que quiero, no me reprimo para nada, pero contigo siento que tengo que andar con cuidado, como si necesitaras tiempo para procesar lo que sin duda pasa aquí.
—¿Qué pasa si decides que esto es demasiado? Estoy asustado.
—Lo sé, cariño, pero estás aquí, conmigo, y Venecia y tú están a salvo. Y te quiero, los quiero a ambos, quiero que seas mío. ¿Tú también?
—Yo... Sí. Sí, creo que sí.
—Entonces podemos empezar lento. Podemos tomarnos nuestro tiempo, seguir conociéndonos y ver cómo va.
—No quiero molestarte ni retenerte. ¿Por qué querrías una familia ya hecha cuando puedes empezar de cero y tener una propia?
—Porque eso no es lo que quiero. Quieres una explicación que no puedo darte. No puedo decirte por qué la gente quiere lo que quiere, simplemente es así. Y necesito que creas en esto, que confíes en esto.
—La confianza no es fácil para mí.
—Ya lo sé, pero ¿crees que puedes intentarlo? ¿Quieres probar conmigo?
Sé cuál quiero que sea mi respuesta. Quiero a Bible y a pesar de que la idea de estar con él y confiar en él es aterradora, sé que me debo el intentarlo. —Sí, quiero intentarlo —le susurro.
Su agarre se aprieta e inclino la cabeza hacia atrás, al tiempo que desciende y se encuentran nuestros labios. El calor se extiende por todo mi cuerpo y me hace sentir vivo, como solo Bible puede hacerlo. Nos separamos unos minutos más tarde, ambos sonriendo y felices por lo que acaba de ocurrir.
—¿Puedo dormir debajo de la cubierta?
Trato pero no logro detener la risa que se me escapa. —Sí, puedes dormir bajo las cubiertas.
—Me alegro de que te echaran así —murmura, situándose debajo de las mantas y jalándome a sus brazos.
—Buenas noches Bible.
—Buenas noches, Jefe.

Te Protegere (biblebuild) (ADAPTADO) (Por Becha)(FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora