Me pongo sobre mi lado, todavía cansado, agotado, y sin voluntad para abrir los ojos. Quiero estirarme, pero mi cuerpo está un poco dolorido. Recuerdo haber tenido un sueño… ¿una pesadilla? Soñé con un enfrentamiento entre Aroon y la policía, de esos que solo se ven en las películas o se leen en los libros. Él era vil, loco y tenía…
—¡Venecia! —grito, jadeando mientras abro los ojos e intento sentarme. No era un sueño, fue real. Aroon tenía a Venecia, y se encontraba a punto de echarla sobre la cornisa de un puente.
—¿Bible? —llamo, buscando por la habitación. Solo me doy cuenta de que estoy en una habitación de hospital cuando oigo los pasos que se dirigen hacia mí. Cincuenta kilos de peso es levantado de mis hombros cuando alzo la mirada y veo que Bible entra a mi habitación. Me echo a llorar al verlo, y el alivio sale de mí en oleadas.
—¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! Estás bien —lloro, alcanzándolo.
Se sienta en el borde de la cama y me sostiene en un abrazo apretado. —No, no, no. No llores, bebé. Estoy bien —dice, meciéndome hacia delante y atrás.
—Estaba tan asustado por ti. Temía nunca volver a verte.
—Lo siento. Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso. —Aprieta su control sobre mí—. Si no estuviera tan feliz de que estés bien, estaría gritándote.
¿En qué pensabas al exponerte allí? Me has dado un susto de muerte.
Apoyo la cabeza en su hombro y cierro los ojos. —Tenía que llegar a ella. Necesitaba verla aunque fuera por un minuto. —Hago una pausa, preparándome para la respuesta a la pregunta que he tenido demasiado miedo de preguntar, porque si la respuesta no es lo que quiero que sea, mi corazón se hará añicos—. ¿Lo hizo?
—No —dice, empujándome suavemente hacia atrás para poder mirarme—.
No lo hizo. Venecia está bien. Está en la sala de espera con mi mamá.
Dejo escapar un suspiro inestable y retengo la amenaza de las lágrimas. — Estuvo a punto de soltarla. Pensé… ¿Puedo verla, Bible, por favor?
—Por supuesto. Voy a dejar que la enfermera sepa que estás despierto y traeré a Venecia para ti.
—Gracias.
El médico de guardia me comprueba y me dice que tengo una ligera conmoción cerebral y que debería estar bien para ir a casa por la mañana. Bible regresa unos minutos después que el doctor con Venecia en sus brazos. Sonrío ante la vista de ellos, las dos personas que he llegado a amar más en el mundo. Están aquí y se encuentran bien, y de repente es como si el mundo volviera a su eje y todo lo que hace tan solo unas pocas horas andaba mal, volvió a estar bien. Se inclina y me besa la frente y luego me la entrega en brazos. La abrazo contra mi pecho y ligeramente descanso mi barbilla en la cima de su cabeza, respirando su olor a bebé maravilloso. —Oh, Venecia, asustaste tanto a papa. Te extrañé.
—También te echó de menos.
—Bible, ¿qué sucedió? En un minuto, Aroon se encontraba a punto de tirarla por el puente, y lo siguiente que sé es que me despierto aquí.
—Oh, bebé. Si alguna vez hubo un momento perfecto para que te desmayes, fue ese.
—¿Eh?
—Al desmayarte distrajiste a Aroon. Me dio tiempo suficiente para entrar y agarrar el asiento del coche. Me aparté de él y apuntó su arma hacia mí, tenía la intención de disparar, pero no tuvo la oportunidad.
—¿La policía lo detuvo?
—Le dispararon, Build. Está muerto. Nunca te molestará otra vez, ni a ti ni a Venecia.
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Te Protegere (biblebuild) (ADAPTADO) (Por Becha)(FINALIZADO)
Fiksi PenggemarElla es mía. Ese fue el primer pensamiento que vino a mi mente cuando tomé a mi bebé en brazos a los diecisiete. No me importaba que mis padres ya hubieran prometido dársela a una familia adinerada. Que me estuvieran forzando a entregarla. Ella era...